El mal desempeño de López Murphy

Señalado como uno de los tres mayores perdedores de la elección, López Murphy reconoció su derrota, sostuvo que «hará autocrí­tica» y denunció grandes irregularidades durante la jornada electoral. El macrismo, en tanto, buscó desligarse de la derrota de su candidato por la capital.


Sin datos, López Murphy admitió su «mala elección»
Cuestionó al Gobierno y anticipó que hará «autocrí­tica»
La Nación
Ma. Elena Polack
29 de Octubre de 2007

No nombró a Mauricio Macri siquiera por despecho. Ricardo López Murphy asumió toda la derrota de su candidatura a presidente por Pro-Recrear y sólo focalizó en el Gobierno la «jornada bochornosa» que vivieron los ciudadanos.
A las 21, acompañado por buena parte de sus candidatos bonaerenses, López Murphy enfrentó al periodismo, que lo aguardó desde las 18 en su comité de campaña, en Moreno al 1300, en la Capital.
«No querí­a eludir a la prensa y reconocer que hicimos una mala elección», dijo López Murphy, que no quiso especular sobre qué posibilidad tení­a de acceder al Congreso Nacional, ya que era uno de los cinco postulantes a presidente que habí­a apostado por una doble candidatura.
En los pocos minutos en los que estuvo frente a los periodistas, López Murphy anticipó que sobrevendrí­a una etapa partidaria de «reflexión y de autocrí­tica» y agradeció a todos los dirigentes que trabajaron por su candidatura. «Seguimos teniendo la misma voluntad de lucha de siempre y vamos a seguir bregando por las ideas de dignidad, bienestar y progreso», añadió.
Más que al escaso respaldo de su socio de Pro, el electo jefe de gobierno porteño, López Murphy señaló al Gobierno como responsable de las dificultades de la jornada electoral. «Las reglas institucionales están afectadas y hay una fuerte crisis de credibilidad de cómo se han desarrollado los hechos.»
«Hemos visto en la campaña abusos, excesos de poder, violación del uso de los recursos públicos como si fuera un bien ganancial de la pareja gobernante», denunció.
López Murphy habí­a llegado a la sede partidaria de Santiago del Estero al 300 a las 20. «í‚¿Cómo está el ánimo?», preguntó, apenas bajó del ascensor, y saludó a los primeros dirigentes que lo aguardaban para evaluar la actuación electoral.
Además de buena parte de los candidatos de su espacio, dialogaron con él Federico Pinedo, que procura su reelección como diputado nacional por la Capital, y Paula Bertol, jefa de campaña del Pro porteño.
Después de enfrentar al periodismo, los dirigentes que estaban de mejor humor se fueron a comer al restaurante Sottovoce. Otros, como el propio López Murphy, prefirieron la contención familiar.
Por Marí­a Elena Polack
De la Redacción de LA NACION
Dónde le fue mejor
Capital Federal
Escrutado el 38,13% de las mesas, logró el 4,01% de los votos; quedó en el quinto lugar.
Tucumán
Alcanzó el 1,90% de los sufragios; está en el quinto puesto.
Entre Rí­os
Cosechó el 1,63% de los votos; se ubica en el quinto lugar.
Dónde le fue peor
La Rioja
No cosechó votos. Quedó en el puesto 14.
Santa Cruz
Nadie eligió su boleta. Está en el puesto 13.
Misiones
Alcanzó el 0,15% de los votos.

A López Murphy se le escurrieron los votos de 2003
Quedó muy lejos del tercer lugar y el 14 por ciento que obtuvo en la presidencial anterior.
Clarí­n
Annabella Quiroga
29 de Octubre

Anoche, a las 9 en punto, Ricardo López Murphy apareció en el búnker de Recrear para hacer frente a su peor elección desde que, en los comicios presidenciales de 2003, se habí­a consolidado en el tercer puesto con el 16 por ciento.
Así­, López Murphy reconoció que hizo «una mala elección» y evaluó que «la votación se ha movido hacia otro espacio opositor y eso nos ha perjudicado».
Con crí­ticas directas al Gobierno y elí­pticas hacia sus principal aliado, Mauricio Macri, el Bullgdog intentó explicar cómo en cuatro años pasó de tener 3 millones de votos a no sumar ni el 10% de ese caudal.
Sin sutilezas disparó que la jornada fue «bochornosa» ya que «las reglas institucionales están afectadas y hay una fuerte crisis de credibilidad». Así­ se refirió a las denuncias por falta de boletas, sobre las que ya se habí­a explayado horas antes su compañero de fórmula, Esteban Bullrich.
López Murphy precisó que los «incontables abusos» habí­an comenzado durante la campaña, cuando los recursos públicos se utilizaban «como si fueran bienes gananciales», en obvia referencia al matrimonio Kirchner.
En público, el ex ministro de la Alianza fue mesurado al hablar de su relación con el lí­der del PRO, Mauricio Macri. El jefe de Gobierno electo le dio un frí­o apoyo, midiendo cada uno de sus gestos y sus palabras para no quedar pegado a una elección que ya se veí­a como desastrosa, especialmente en relación a la avalancha de votos que hace cuatro meses lo consagraron como sucesor de Jorge Telerman.
Anoche, López Murphy admitió que Macri no se habí­a comunicado con él en todo el dí­a, y que solo se habí­a acercado hasta la sede de Recrear Federico Pinedo, el candidato del PRO que ayer se perfilaba como seguro diputado por la Capital.
Hoy empezará el pase de facturas hacia Macri. Para fines de este mes, López Murphy convocará a la junta nacional de su partido para hacer analizar los errores cometidos durante la campaña, y en particular a la hora de elegir aliados. «Empezaremos una amplia reflexión. Lo ocurrido merece una autocrí­tica», dijo el fallido candidato.
«No vamos a tomar ninguna decisión alocada», respondió cuando se le preguntó si tras estos resultados se ubicaba más cerca de Elisa Carrió -con quien llegó a negociar un acercamiento- que de Macri.
Ayer López Murphy perdió por partida doble, porque también se quedó fuera de la chance de entrar cono diputado por Buenos Aires. Y aunque sus allegados decí­an que «ninguna derrota los alegra», también remarcaban que el Bulldog siempre se sintió más cerca de Margarita Stolbizer que de Francisco de Narváez.

López Murphy calificó de «bochornosa» la elección
Infobae
30 de Octubre

El candidato de Recrear dijo en Radio 10 que este domingo finalizó «un proceso electoral lleno de irregularidades» e hizo hincapié en las denuncias de la oposición por faltante de boletas
«Ese proceso electoral, pleno de irregularidades, auguraba una jornada en cierto sentido bochornosa, como fue la jornada de este domingo. Llena de renuncias; llena de reclamos; llena de irregularidades; llena de demoras», indicó al auditorio que lo esperaba en su búnker de campaña.
«Ese proceso de campaña electoral, más los hechos vividos hoy, nos hacen reflexionar que la elección no ha cumplido la misión de generar consenso con respecto a los resultados», agregó.
Luego, en declaraciones a Radio 10, el ex ministro admitió que no está contento por los votos recibidos aunque explicó que su partido sufrió el í¢â‚¬Å“corrimiento del electorado hacia la fuerza que estaba segunda en las encuestasí¢â‚¬Â.
Consultado por las elecciones, López Murphy dijo: «A mi me pareció que toda la campaña electoral fue violando todas las normas de las república donde se confundieron los bienes públicos con los bienes del matrimonio presidencial».
«Me parece que fue la elección mas conflictiva que yo presencié desde que volvió la democracia. Creo que no ha sido sano esta eleccion, pero esto lo debemos corregir entre todos», finalizó el lí­der de Recrear.

Tres candidatos que lograron poco
Tras el 60 por ciento que logró en junio, la lista del PRO sólo rondó el 10 por ciento en la ciudad de Buenos Aires. Entre López Murphy, Sobisch y Rodrí­guez Saá, el puntano logró el mejor resultado. El Bulldog fue sacrificado por la estrategia de Macri de estimular el voto útil.
Página 12
Por Luis Bruschtein
29 de Octubre

Sin la participación del candidato natural del centroderecha, Mauricio Macri, las elecciones presidenciales de ayer fueron para este sector una especie de doloroso laboratorio para su futura conformación, proceso en el que ha retrocedido varios casilleros. Ninguno de los tres candidatos que se presentó, Ricardo López Murphy, Alberto Rodrí­guez Saá y Jorge Sobisch, pudo retener la mayorí­a del voto de ese espacio que derivó masivamente hacia Roberto Lavagna y Elisa Carrió y otros que captó en la provincia de Buenos Aires el candidato oficialista Daniel Scioli. La ausencia de Macri y su estrategia de retacear apoyo, en especial a López Murphy que competí­a con el sello de su partido, acentuó la dispersión hacia candidatos que tení­an más posibilidades de competir con posiciones más al centro del arco polí­tico. La fuerza de arrastre que demostró Carrió en la ciudad y en la provincia de Buenos Aires puso varios interrogantes a la intención de Macri de convertirse en el principal competidor de la oposición en las elecciones futuras.
Alberto Rodrí­guez Saá logró encabezar el lote de propuestas de este espacio. En San Luis, su provincia, obtuvo más del 70 por ciento de los votos y ganó los dos diputados que estaban en juego. En todo el paí­s la estrategia de Rodrí­guez Saá apuntó a recoger los restos desperdigados del justicialismo menemista, electores bonaerenses de Luis Patti y sectores marginados de la interna peronista, con un discurso neoliberal en lo económico, con fuertes crí­ticas a la polí­tica de derechos humanos del Gobierno y apoyándose en la liturgia de la ortodoxia justicialista. No es un buen resultado, pero al menos lo sitúa en la mejor posición para negociar su lugar en la conformación más real que vaya sufriendo el centroderecha en los próximos años si es que Macri ratifica la expectativa que generó tras su triunfo en la Ciudad de Buenos Aires no solamente entre los votantes de centroderecha sino también en sectores del peronismo, el radicalismo y votantes independientes del ARI. Ayer, al reconocer su derrota, Rodrí­guez Saá habló de Perón, Eva Perón y de José Ignacio Rucci para convocar viejos fantasmas de la interna peronista entre la ortodoxia y la Jotapé. Así­ puso en claro que su apuesta seguirá siendo rejuntar los sectores heridos de la interna peronista con la llegada de los Kirchner y la concertación plural.
El neuquino Jorge Sobisch, que eligió como vice al escritor menemista Jorge Así­s, apenas logró mellar este espacio, ni siquiera llevando a Juan Carlos Blumberg como candidato en la provincia de Buenos Aires (ver aparte). Sobisch perdió por bastante diferencia incluso en su provincia, donde salió varios puntos detrás de Cristina Kirchner.
En la Ciudad de Buenos Aires, el macrismo resintió duramente la diferencia entre lo que obtuvo Macri cuando logró en junio el 60 por ciento de los votos en las elecciones a jefe de Gobierno, y el magro resultado (rondarí­a el 10 por ciento) que alcanzaron sus candidatos en la elección de ayer. Carlos Melconian no pudo llegar a la banca de senador porteño y el único que pudo renovar, de los cuatro diputados que estaban en juego, fue Federico Pinedo.
El macrismo esperaba cierta dispersión del voto porteño, pero no calculaba que se resintiera tanto su fuerza legislativa. Forzado a no presentarse para no perder credibilidad, la estrategia de Macri de resistir el surgimiento de cualquier figura que pudiera eclipsar su liderazgo en este espacio restringió las posibilidades de sus listas a que la gente cortara boleta. Pese a que el cómputo definitivo tardará en conocerse, era posible verificar que el corte de boleta fue más elevado en estas elecciones que en las anteriores, pero no alcanzó para salvar al macrismo del desastre. López Murphy fue llevado así­ a incinerarse en aras de una futura candidatura de Macri: compitió sin el apoyo de su propia fuerza y, cuando perdió, todos le echaron la culpa. En las declaraciones a la prensa posteriores a los comicios, tanto Melconian como Pinedo responsabilizaron por el sapo de sus listas porteñas a la escasa performance del Bulldog en la elección presidencial.
En la provincia de Buenos Aires esa estrategia también cobró sus ví­ctimas. El empresario Francisco de Narváez, que con una campaña millonaria habí­a logrado ubicarse en el segundo lugar en las encuestas, fue relegado a disputar el tercer puesto con Ricardo Alfonsí­n (con más posibilidades de salir cuarto) detrás de Margarita Stolbizer, por competir sin boleta presidencial. La fuerte campaña publicitaria habí­a logrado convertirlo en el candidato de oposición con más posibilidades, pero al momento de votar la gente tení­a que cortar boleta para elegir presidente. En el distrito bonaerense también se verificó más corte que en otras oportunidades, pero no le alcanzó siquiera para acercarse a Margarita Stolbizer, menos conocida, pero enganchada a la boleta presidencial de Carrió. De todos modos, para De Narváez, que habí­a debutado en polí­tica como una figura de muy segunda lí­nea del peronismo duhaldista, esta elección le sirvió para lograr una inserción interesante en el universo macrista que no tiene demasiadas figuras conocidas fuera del ámbito porteño.
Con un resultado tan magro y con la migración de gran parte de sus electores hacia la boleta de Elisa Carrió, el cálculo ciertamente mezquino de Macri lo colocó ahora en un escenario que retrocede varios puntos al que tení­a tras su elección como jefe de Gobierno. El macrismo sostiene que más del 15 por ciento de los votos que recibió la candidata de la Coalición Cí­vica en la Ciudad de Buenos Aires, son votos que regresarán a las boletas del PRO en la próxima elección.
Sin embargo, la movilidad que han mostrado los escenarios electorales no garantiza que vuelvan los votos que se van. Si Elisa Carrió consolida su liderazgo opositor, podrí­a retener el alto porcentaje de votos del centroderecha que la apoyó en esta elección. Ahora Macri quedó encerrado en el distrito porteño con un pequeño bloque de legisladores. Pero la apuesta de Macri es para dentro de cuatro años en los que pueden suceder muchas cosas. Pesará su desempeño en el gobierno de la Ciudad y la habilidad de los Kirchner para disputarle el espacio del centroizquierda a Carrió.
El macrismo no se hace cargo de la derrota y culpa a López Murphy
Tras haberlo apoyado en la Capital, dijeron que «jamás existió un compromiso» con su candidatura presidencial. Sostuvieron que el resultado obtenido no complica el futuro de Macri y que su prioridad será gobernar la Ciudad.
Clarí­n
Mariano Thieberger
30 de Octubre

Jamás existió un compromiso de apoyar a López Murphy como candidato a presidente». «Un capricho de Ricardo nos obligó a embarcarnos en una pelí­cula que no era la nuestra». «Era un pésimo candidato que nunca midió nada y encima hizo la anticampaña». «Ojo que era el candidato de Recrear, no de PRO». Al evaluar ayer el resultado de la elección presidencial, el macrismo tomó distancia de la derrota y cargó todas las culpas en su aliado, Ricardo López Murphy.
En la reunión de gabinete que mantuvo ayer a la mañana Mauricio Macri con quienes serán sus ministros en la Ciudad, se analizó el 1,45 por ciento de los votos obtenidos por López Murphy -que terminó séptimo en la carrera presidencial- como un problema ajeno. Y todos se encargaron de destacar que, en la Capital, la lista de diputados de PRO -que encabezó Federico Pinedo- y la de senadores -que llevó a Carlos Melconián- sacaron diez puntos más que López Murphy.
Con argumentos calcados, los macristas consultados por Clarí­n repitieron que el resultado no complica el futuro de Macri y que su prioridad es gobernar la Ciudad a partir del 10 de diciembre. «Si hacemos las cosas bien nos aplaudirán y si las hacemos mal nos castigarán», explicó uno de los futuros ministros del gobierno porteño. Buscó restarle dramatismo a los pocos votos obtenidos en el distrito en el que, cuatro meses atrás, Macri superó el 60 %. «Fue la primera elección del PRO sin Mauricio», justificó.
Sobre el tibio respaldo de Macri a la candidatura presidencial de López Murphy, los macristas salieron en bloque a defender a su jefe. «Ricardo fue candidato a pesar de nuestra opinión. Le ofrecimos todas las variantes posibles y no quiso escuchar ninguna. A Mauricio no se le puede reprochar por qué no lo apoyó más, hay que agradecerle lo que lo apoyó», dijeron.
Para justificar la escasa participación de Macri en la campaña presidencial, desempolvaron una encuesta de Julio Aurelio realizada horas después del triunfo en el ballottage de la Ciudad. Allí­, el 70 % de los porteños pedí­a que Macri se mantuviera prescindente de la elección nacional.
«Ricardo presionó para que lo apoyáramos y no entendió que no tení­a piso para subirse a una candidatura presidencial y que los porteños nos reclamaban que no nos metiéramos», agregó otro hombre de confianza de Macri.
Desde el comando de campaña macrista se ocuparon especialmente de difundir algunos números que contribuí­an a responsabilizar por la derrota a López Murphy.
Un ejemplo: en la Capital Federal Melconián sacó 243.303 mientras que en todo el paí­s López Murphy obtuvo 264.566. Otro: en Recoleta, López Murphy logró un 9,41 por ciento y la lista de Pinedo 32,64 por ciento. «Tuvimos el corte de boleta más grande de la historia de la Capital», remarcaron. Ninguno se olvidó de decir que Pinedo superó a la lista kirchnerista, que encabezó el ministro de Trabajo, Carlos Tomada.
Sólo hubo espacio para una modesta autocrí­tica: «Aprendimos que es un error suponer que se puede desprender una elección legislativa de la nacional».
Pese a todo, en Recrear aseguraron que Macri se comunicó ayer un par de veces con López Murphy. El macrismo no tiene ninguna intención de romper la alianza de centroderecha. Los siete legisladores que tendrá Recrear en la Legislatura a partir del 10 de diciembre serán clave para que el macrismo -que tendrá 28 legisladores propios- pueda alcanzar allí­ la mayorí­a.