Cambios en la boleta oficialista

La alianza Cristina Fernández-Cobos se inscribió finalmente como Frente para la Victoria, eliminando el nombre de «Concertación Plural» y causando un grave conflicto interno. Luego de arduas negociaciones la fórmula oficialista recobró su estabilidad.


Kirchner relegó el nombre del partido de Cobos en las boletas
Mariano Obarrio
La Nación
7 de Octubre

Luego de meses en que el presidente Néstor Kirchner lanzó con bombos y platillos la Concertación Plural en diversos actos en todo el paí­s, el frente electoral que postulará a Cristina Kirchner como candidata a presidente no lleva ese nombre, pese a que eso mismo fue acordado con Julio Cobos: sólo se llamará Alianza Frente para la Victoria cuando debí­a agregarse la «Concertación Plural». Kirchner no respetó el pacto.
Ese entuerto produjo el primer cortocircuito en el acuerdo Kirchner-Cobos. Tras la difusión de discrepancias sobre la inflación, el Indec y la campaña, la semana última ambos negaron fisuras y organizaron actos para fotografiarse todos juntos: Kirchner, su esposa y Cobos, compañero de fórmula de Cristina Kirchner.
Pero lo cierto es que los votantes de Cristina Kirchner-Cobos encontrarán en las elecciones del 28 del actual una boleta con un gran sello que dirá: «Frente para la Victoria, Lista 134». Y a la izquierda sólo se leerá casi relegado y con lupa «La Concertación», bajo la forma de un diminuto logo.
Según confiaron a LA NACION en la Casa Rosada, ello fue el resultado de una ardua negociación, que bien pudo haber terminado con la ruptura de la alianza Kirchner-Cobos antes de nacer. El punto crí­tico fue la medianoche del martes 28 de agosto último, plazo en que vencí­a la oficialización judicial de las alianzas electorales.
Los apoderados de ambos partidos concurrieron al juzgado electoral de la jueza federal Marí­a Romilda Servini de Cubrí­a para firmar el trámite. Pero a último momento, los enviados de Cobos se desayunaron de que sus pares del PJ, por orden del jefe del Gabinete, Alberto Fernández, redactaron el acta de constitución de la coalición con el nombre Alianza Frente para la Victoria. El acuerdo original era: «Alianza Frente para la Victoria-Concertación Plural».
Cobos se puso duro y ordenó no firmar el acta. Su candidatura a vicepresidente naufragaba.
Ardua negociación
Ocurre que el nuevo partido de Cobos es el Frente Cí­vico para la Concertación Plural luego de haberse desprendido de la UCR orgánica.
Y el Frente para la Victoria es el sello que históricamente usa Kirchner, cuyo operador es Alberto Fernández.
Kirchner y Cobos habí­an acordado bautizar la alianza con el nombre de ambas fuerzas. Pero Kirchner no cumplió. Quedó «Frente para la Victoria». Los apoderados llegaron esa noche, a las 23, al juzgado. Estaban los del kirchnerismo, Hernán Diez, Ramón Ruiz, su hijo Darí­o Ruiz y Carlos Sa. Por el lado de Cobos, asistieron Miguel Pesce y Domingo Romano.
Estos últimos advirtieron: «Falta la Concertación Plural». Los peronistas replicaron: «Esto es lo que nos mandó Alberto Fernández». Los radicales llamaron por teléfono a Cobos, que estaba en Mendoza, y éste les ordenó a los suyos: «No lo firmen».
Cobos luego se comunicó con Kirchner y con Alberto Fernández, pero no hubo caso. Comenzó allí­ un tira y afloja tortuoso (del que se informa por separado). El gobernador sólo ordenó firmar el acta cuando los peronistas se comprometieron a incluir «La Concertación» en la futura boleta electoral. Hasta ese momento, amenazó con hacer volar la alianza por los aires.
El acuerdo llegó sólo a las 23.55. De todos modos, el entendimiento preveí­a que ambas denominaciones debí­an tener en la boleta el mismo tamaño de tipografí­a. «Pero a la Concertación habrá que buscarla con lupa o con un microscopio», dijo a LA NACION un miembro de la alianza.
También Cobos quedó en inferioridad en la composición de la mesa de conducción de la alianza, que preside Alberto Fernández. El PJ puso a Ramón Ruiz, Ví­ctor Santamarí­a, Héctor Capaccioli, Eduardo Sigal y Aldo San Pedro. Cobos sólo designó a Horacio Quiroga y a Carolina Marsella.
Interminable noche de negociaciones
La Nación
7 de Octubre

En la estresante medianoche del 28 de agosto último, cuando Julio Cobos se enteró de que Alberto Fernández les habí­a ordenado a sus apoderados que la alianza se llamarí­a sólo Frente para la Victoria, telefoneó en el acto al presidente Néstor Kirchner y luego al jefe de Gabinete. «Habí­amos acordado que el frente se complementarí­a con el nombre Concertación Plural. Así­ yo no firmo», le transmitió Cobos a cada uno de ellos.
Cerca del Presidente confiaron a LA NACION que Kirchner lo habí­a derivado a hablar con el jefe de Gabinete y que éste le habí­a dicho que la decisión ya estaba tomada. Eran poco más de las 23 y Cobos les ordenó a sus apoderados que esperaran hasta medianoche sin firmar en el juzgado electoral de la jueza Marí­a Servini de Cubrí­a. Era un juego de pesos pesados que medí­an quién aguantaba más. El acuerdo de palabra entre Cobos y Kirchner era que se denominarí­a Alianza Frente para la Victoria-Concertación Plural.
Pero Kirchner se mantuvo firme y ese pacto no se cumplió.
Alrededor de las 23.30, perdido por perdido, Cobos les ordenó a sus apoderados Miguel Pesce y Domingo Romano que intentaran firmar un acta en el que los kirchneristas se comprometieran a encabezar la boleta electoral de Cristina Kirchner-Julio Cobos con la inscripción en igual tipografí­a de ambas agrupaciones. Otra vez, los apoderados kirchneristas consultaron a Alberto Fernández, que lo rechazó.
Cobos lo llamó desde Mendoza. «No puede ser que no confí­en en nosotros, así­ no puede haber alianza», le respondió el jefe de Gabinete, según confiaron fuentes oficiales.
Los apoderados de ambos partidos comenzaron a imaginar que la fórmula presidencial podrí­a cambiar. í‚¿Cristina Kirchner-Felipe Solá? Cobos no iba a resignar su lugar así­ nomás. Entonces imaginó una fórmula.
Según fuentes de la Casa Rosada, se declaró conforme con un compromiso de palabra de firmar en los dí­as posteriores un acta para inscribir en la boleta los dos nombres de ambos partidos con igual tipografí­a. Los kirchneristas dieron su palabra, se firmó pasadas las 23.55 y a los pocos dí­as se rubricó un acta escrita. Pero el nombre que figura en la Justicia es Alianza Frente para la Victoria, a secas.
El gran interrogante fue luego el tamaño con el que los kirchneristas imprimirí­an los nombres de cada agrupación en la boleta electoral. Esa incógnita se reveló anteayer cuando éstas fueron oficializadas. La Concertación lleva una tipografí­a mí­nima y un logo con la letra C que bien puede ser la letra inicial de «Cristina», cuyo nombre reluce gigantesco, al igual que el apellido «Kirchner».