Frente al caos, las distancias políticas se hacen a un lado
Desde el viernes 4 de abril, la provincia neuquina registró lluvias en ascenso. En el día de hoy (8 de abril), el pronóstico alertaba sobre posibles inundaciones, debido a las altas densidades de agua esperadas para las horas de la maí±ana. Fiel a su predicción, la ciudad (y la provincia) se convirtieron en una gran laguna durante varias horas. En diferentes barrios, familias completas tuvieron que ser evacuadas y autos cayeron por canales formados por el agua entre la tierra arcillosa.
Frente a esta situación que se veía venir, el gobierno provincial y el gobierno municipal unificaron criterios de prevención y trabajaron en conjunto, logrando dar una respuesta mejor de la que las divisiones partidarias hubieran permitido lograr.
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Fotografías: Neuquén al Instante
La provincia neuquina vivió una catástrofe durante varias horas del día de 8 de abril. Desde la madrugada hasta pasado el mediodía, el agua azotó con la mayor fuerza en los últimos 20 aí±os. En este sentido, el intendente de la ciudad Horacio Quiroga había afirmado en una conferencia de prensa que en los próximos días la ciudad viviría un evento climatológico. “Hay un hecho inevitable y es que la ciudad en muchos sectores va a estar con mucha agua en la superficie, y no toda se va a poder escurrir tan rápido como nos gustaríaâ€, expresó.
Al prever la situación, se definieron ciertas medidas como el asueto escolar dictado para los días lunes y martes, así como el dictamen de no trabajar para el transporte, los organismos públicos y los ciudadanos en general. Líneas de auxilio se mantuvieron habilitadas para circunstancias en las que fueran requeridas: el número 101 de la Policía, el 103 de Defensa Civil municipal, el 105 de Defensa Civil provincial y el 147, que responde a la Atención al Público de la comuna.
Es importante destacar la labor realizada ya que – más allá de las certeras críticas que podrían realizarse -, fue una realidad la sorpresa de los vecinos ante el seguimiento de la situación llevado a cabo por el Ejército en la provincia, junto a Defensa Civil, policía y demás organismos públicos. Los medios de comunicación de la provincia se sumaron también al apoyo, así como los ciudadanos mismos a través de las redes sociales y la colaboración hacia los lugares más daí±ados.
Pasar el temporal es una tarea de todos, y sin mediar diferencias políticas, es destacable que los gobernantes lo hayan concebido así desde un principio. Si bien hubo una gran ausencia durante los días de catástrofe (y muy criticada por cierto: el gobernador neuquino Jorge Sapag, quien se encuentra en Houston en un viaje de negocios vinculado al petróleo), la vicegobernadora Ana Pechén dirigió en la provincia todas las situaciones de emergencia planteadas, en coordinación con similares acciones orientadas desde el municipio por el actual intentende Horacio Quiroga.
Para quienes vivimos esta situación, resulta cuando menos sorprendente la actitud de nuestros gobernantes en este caso en particular. Esto no quita el hecho de que existan diferencias politicas abismales entre ambos partidos pero, si se considera que ambos pertenecen a alianzas políticas opositoras en todo aspecto y además se suma la actitud cotidiana de quienes detentan el poder frente a ciertos problemas de la población, resulta sorprendente. Sin dudas, las inundaciones en Neuquén fueron un caso poco cotidiano.