Por sus afirmaciones sobre el asesinato de un industrial del sector, aún impune.
Clarín
7 de Agosto de 2007
Pablo Abiad
pabiad@clarin.com
La candidata presidencial de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, tendrá que sentarse por primera vez frente a un juez en un juicio oral y público. La acusó un empresario pesquero al que la fundadora del ARI vinculó con un crimen ocurrido en Chubut en enero de 2003. La audiencia será el viernes 17 de agosto.
Ese mismo día, Luis Schelgel, juez del fuero en lo Correccional porteño, podría establecer si Carrió es autora de las injurias o calumnias que le imputa Héctor Antonio, dueño de Pescafina e hijo del histórico dirigente peronista Jorge Antonio. Ambos delitos tienen penas leves: multa y un máximo de tres años de prisión. Entre las pruebas figuran la declaración testimonial de dos periodistas, que reprodujeron los dichos de Carrió, y la causa sobre el crimen -todavía impune- de Raúl Espinosa, titular de Pesquera San Isidro.
Antes de morir, Espinosa se había reunido con Carrió y le habría revelado detalles de lo que ella definió como «la mafia pesquera». Carrió sostuvo que la compañía española Conarpesa tenía relación con el crimen y enfatizó que esta firma financió buena parte de la campaña presidencial de Néstor Kirchner. Agregó que la empresa de Antonio sería una controlada de Conarpesa y que podría haber instigado la muerte de Espinosa.
Esta no es la única querella que Carrió afronta por calumnias ni por el mismo caso; otro juicio se lo inició el español Fernando Alvarez Castellano, dueño de Co narpesa. Un tercero se lo planteó el ministro de Planificación, Julio De Vido, a quien la candidata de la Coalición Cívica señaló como «el cajero» de Kirchner. Las dos últimas causas están en el juzgado de Claudio Bonadio.
Carrió, que fue jueza en su Chaco natal, no puede ampararse en sus fueros porque en aquel momento había renunciado a su banca. La defenderá Mariana Stilman, colaboradora del diputado Adrián Pérez. A Antonio lo patrocina Jorge Sandro, ex defensor del empresario Alfredo Yabrán y del cura Julio Grassi.
«Me acusaron de mentirosa cuando denuncié el lavado de dinero y las cuentas de (Carlos) Menem en Suiza. No tengo miedo: también en este caso llegará toda la verdad», afirmó Carrió en marzo de 2004, al presentar este informe sobre Conarpesa, Kirchner y el asesinato de Espinosa. Ayer prefirió no hacer comentarios sobre el juicio, pero sus allegados dijeron que la encontraban «muy tranquila».
Para lograr que la condenen, Antonio deberá probar que las palabras de Carrió lo desacreditaron y que significaron la imputación falsa de un delito de acción pública. También reclama una indemnización por daño moral