Por el Lic. Nicolás Cereijo
Los argentinos podemos disfrutar una vez más de la posibilidad de votar. Algo tan simple pero hermoso a la vez. Más todavía, cuando uno observa la mejora en el desempeí±o -por parte las autoridades nacionales y judiciales- por garantizar una jornada festiva y pacífica. Más allá de pequeí±os inconvenientes -que afortunadamente decaen con el paso del tiempo- se garantiza el desempeí±o normal de los comicios. Al respecto, sugiero ver el informe de Poder Ciudadano sobre la Observación Electoral en Provincia de Buenos Aires (Ver informe Poder Ciudadano).
Ahora bien, en lo que respecta a los resultados, intentaré realizar un análisis sintético con los primeros resultados. Por empezar, el primer dato importante es que el Frente para la Victoria no logró el primer lugar en ninguno de los grandes centros urbanos. Paralelamente, sigue siendo la fuerza más votada en el país. Desde mi punto de vista, el kirchnerismo va a tener que trabajar mucho en remontar su posición dado que sus votos se están fugando principalmente a sectores del peronismo que denuncian un agotamiento del modelo.
Siguiendo con el punto anterior, creo que en el 2014 se observaran un juego de caras de personas que antaí±o eran fervientes defensores del modelo K y que luego se hicieron fanáticos del modelo renovador massista. Lamentablemente, esta falta de coherencia está naturalizada en la política argentina de la mano de la conveniencia y a esto se suma que hay un porcentaje medio-alto del electorado que no tiene o no desea tener memoria de dichos cambios, constituyéndose así un voto en el corto plazo, en el ahora. Vale decir que por algo estas idas y vueltas no son «castigadas» por el voto popular, por eso funcionan y en algún punto se legitiman.
Para el sector del electorado que no es peronista, entiendo que se constituirán dos opciones electorales: una de centro-izquierda, y la otra de izquierda. La primera, surgirá del fortalecimiento del Frente Progresista Social, de buenas elecciones en los grandes centros urbanos a quienes con el aporte concreto del radicalismo, más que nada en aquellas provincias del interior donde el socialismo no tiene llegada. Entiendo que se apostará a la construcción nacional de políticos que en sus respectivas provincias tienen muy buena imagen. Al momento, las dos figuras con más peso siguiendo este criterio son Binner y Cobos.
La segunda opción es la izquierda, cuyo principal referente, el Frente de Izquierda, viene creciendo mucho obteniendo resultados muy interesantes como lo muestra el ejemplo de Salta. Si logran reunir el resto de agrupaciones que aún no están en el Frente, sin duda serán una alternativa de peso. Vale decir que la unión de partidos, lo que tanto se le criticó a la izquierda argentina durante muchos aí±os, toma más fuerza y eso le da forma y contenido a una mayor presencia política.
Del otro lado del espectro ideológica, indefectiblemente los partidos de centro-derecha se irán encuadrando en la figura de Macri, codeándose con el paso del tiempo con la incorporación de Massa al mismo. Estimo que esta construcción política se irá armando y muchos defensores acérrimos del kircherismo pasarán de vereda de la noche a la maí±ana. Lo mismo que sucedió con Massa podría llegar a pasar con Scioli.
Para finalizar, a grandes rasgos quise explicar en el artículo mi parecer sobre la composición política luego de las elecciones: Del electorado peronista, hay un sector que sigue apoyando al gobierno nacional, pero claramente es menor que en el 2011. Entiendo que en gran medida los votos de aquí fluctúan hacia el nuevo espacio de Massa. Del electorado que no es peronista, las dos opciones visibles son el Frente Progresista junto al radicalismo por un lado, y el Frente de Izquierda y demás partidos chicos también de izquierda por el otro. Así, la nueva confección del parlamento no mostrará cambios de gran magnitud en el Parlamento Nacional. Creo que la atracción política va a pasar más por fuera de las paredes del Congreso, con las encuestas, y los armados de listas de cara a las elecciones presidenciales del 2015.
Muy buen análisis Nicolas. Un tema a tener en cuenta es si la oposición podrá construir una alternativa a nivel nacional logrando obtener votos positivos y no votos castigo a la hegemonía K.
Abrazo!!!
Gracias por leer la nota. Queda para debatir el concepto de voto «positivo», para no caer en algo superlativo. Justamente, el voto (fundamentalmente aquel voto que no responde a simpatías ideológicas) puede entenderse como instrumento de medición de gestión.
Saludos.
Muy buen artículo Licenciado!! Completamente de acuerdo y sobre todo en la parte de la migración de la noche a la maí±ana que se verá en aquellos que dicen apoyar el modelo popular!!!
Abrazo Nico espero nos veamos pronto
¡Muchas gracias por leerlo!