Con Menem a la cabeza, el PJ opositor desafió a Kirchner

En San Luis, se arrogó el control partidario para nominar una fórmula presidencial

7 de Julio de 2007
POTRERO DE LOS FUNES, San Luis.- El peronismo opositor le declaró la guerra al presidente Néstor Kirchner. Reunió un congreso del PJ con 428 congresistas; nombró nuevas autoridades partidarias; dividió al justicialismo en dos y proclamó que competirá con candidato propio contra Cristina Kirchner en las elecciones del 28 de octubre.
La forma jurí­dica para ello fue nombrar a una conducción partidaria, el Comando Superior Peronista, formado por los ex presidentes Carlos Menem, Adolfo Rodrí­guez Saá y Ramón Puerta, que convocará a elecciones internas para candidato presidencial y autoridades partidarias. Desconocieron así­ al interventor actual, Ramón Ruiz. Como no habrá tiempo para elecciones, convocarán a otro congreso dentro de 30 dí­as en tierra bonaerense, que nombrarí­a la fórmula.
Las picardí­as peronistas no tienen lí­mite. Saben que Kirchner también hará un congreso, el 8 de agosto, para ungir a Cristina Kirchner como candidata. Así­ habrá «dos peronismos», el oficialista y el opositor, que además fijó su domicilio en San Luis.
Los dí­scolos descuentan que el kirchnerismo impugnará la validez del congreso anti-K en la justicia porteí±a, en el juzgado de Marí­a Servini de Cubrí­a, y entonces aquéllos reclamarán la jurisdicción puntana, donde tiene el aval allanado por el control de los Rodrí­guez Saá. Los «anti-K» apuestan a que finalmente la Cámara Nacional Electoral deba resolver el pleito. No serí­a antes de octubre.
Y así­ se llegará a las elecciones: divididos. En rigor, el peronismo opositor apunta a convertir las presidenciales en una gran interna abierta del PJ. Se presentarí­an a ellas con sello, escudo y marchita. Confí­an en «complicarles la vida a los Kirchner».
El candidato «anti-K», según se ilusionan, podrí­a robarle un 20 por ciento de votos peronistas a Cristina Kirchner, que, si no llega al 40 por ciento, deberí­a ir a ballottage.
La mayorí­a aquí­ quiere que el votado en segundo lugar sea el misionero Ramón Puerta. El lo niega, por ahora, pero su arenga de ayer fue la de un presidenciable. Los nombres que surgieron para completar esa fórmula son el gobernador neuquino, Jorge Sobisch, que vino como invitado extrapartidario, o una mujer: Marí­a del Carmen Alarcón o Hilda Duhalde, que no estuvieron.
Pero también se decidió en el hotel Potrero de los Funes, al margen del congreso, que el PJ «anti-K» encabezará un frente electoral. Sumó al Movimiento Provincias Unidas, de Sobisch; al Paufe, de Luis Patti; la Ucedé, de Jorge Pereyra de Olazábal; Acción por la República, de César Albrisi, y a PAIS.
Renunciamientos
En la sesión del congreso, ante 428 congresistas que convalidó la justicia electoral puntana -el quórum era 275- y 900 personas enardecidas en el recinto, Adolfo Rodrí­guez Saá se excluyó de la carrera presidencial: «La única forma de convocar a la unidad es si, con generosidad, empiezo por dar el ejemplo: no voy a ser candidato». Hubo una ovación.
Luego, Menem sugirió algo parecido. Consultado por LA NACION sobre si mantení­a su aspiración al Ejecutivo, el ex presidente seí±aló: «Por ahora, sí­; vamos a ver más adelante». Y si el congreso del PJ unge a otro, ¿lo apoyarí­a? «No tenga la menor duda.»
Quedó el camino allanado para Puerta. «Soy candidato a gobernador de Misiones», dijo, desentendiéndose.
En medio del frenesí­ peronista, con bombos, marchita y escudos, los lí­deres son conscientes de que la foto de ayer no ayuda para octubre: algunos de ellos cargan con un fuerte desgaste por su protagonismo en el pasado. Pero muchos, como Menem, los Rodrí­guez Saá, entre otros, arrastran votos en sus distritos. «Puerta tiene consenso entre nosotros y es presentable hacia afuera. Y tiene posibilidades de acercarse a Mauricio Macri, el ganador de estos dí­as», dijo un organizador.
En las primeras filas se agruparon viejas figuras peronistas: Miguel Angel Toma, Julio César Aráoz, Héctor Maya, Alberto Tell, Ramón Saadi, Jorge Matzkin, Eduardo Menem, Daniel Basile, Moisés Iconicoff, Teresa de Solá y Humberto Toledo, entre otros.
El clima de efervescencia era inocultable. Los peronistas sienten que volvieron a hacer polí­tica luego de cuatro aí±os de «estilo K», sin debate partidario. Dicen que es la consecuencia de los primeros signos de debilidad de Kirchner, con derrotas electorales, denuncias de corrupción y problemas serios de gestión. En la cabecera del escenario, habí­a fotos de Juan Domingo Perón, de Eva Perón y del recordado dirigente metalúrgico y titular de la CGT, José Ignacio Rucci, asesinado por Montoneros en 1973.
Con la resolución del congreso del PJ opositor, sus organizadores creí­an haberle «mojado la oreja» al Presidente. «Verá que se apresuró a jugar a Cristina. Haremos que vaya a un ballottage contra nosotros», dicen los peronistas disidentes.
Por Mariano Obarrio
Enviado especial
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El peronismo disidente mostró sus fuerzas y busca frenar a Cristina
Estuvieron Menem, Rodrí­guez Saá, Puerta y Sobisch. Intentarán armar una alternativa para las presidenciales.

7 de Julio de 2007
Alfredo Gutiérrez SAN LUIS. ENVIADO ESPECIAL
agutierrez@clarin.com
Bombos. Redoblantes. Marcha peronista, discursos encendidos, apretujones, reencuentros, abrazos. Así­ fue el congreso «anti K» que terminó ayer en San Luis, en el que peronistas opositores de todo el paí­s acordaron poner en marcha una fuerza que se oponga a Cristina Kirchner en las elecciones de octubre. Al colorido sólo le faltaron los bombos del Tula, quien estos dí­as está en Venezuela alentando a la selección de fútbol.
Carlos Menem, Adolfo Rodrí­guez Saá y Ramón Puerta fueron ungidos como la nueva conducción del partido (el «comando superior peronista», según el acta), en el congreso autoconvocado que, por supuesto, para el kirchnerismo fue irregular.
«Ellos son los mismos de siempre, nosotros en cambio nos renovamos», dijo ayer el mismí­simo Néstor Kirchner, en una declaración que fue tomada por los presentes como un triunfo. «Eso demuestra que le pegamos donde duele, no pudo ignorarnos», se ufanó por ejemplo el ex senador Héctor Maya.
El hecho es que hubo casi 1.000 personas, que llenaron un salón del coqueto hotel Potrero de los Funes (con capacidad para 700 sentados). Y una larga fila de autos particulares que se extendió casi 2 kilómetros en el camino de montaí±a que lleva al hotel.
Los presentes se despacharon a gusto contra Kirchner. «Me niego a que un marido elija a su esposa como candidata en un acuerdo matrimonial, es un atropello», dijo por ejemplo Puerta. «Venimos a refundar el peronismo», aclaró el Adolfo. «Se pretende maquillar la realidad, el estallido social llegará más temprano que tarde», profetizó Menem, entre ovaciones y aplausos.
El riojano, que cumplió 77 aí±os y es candidato a gobernador de La Rioja, criticó a «ese Presidente que cuando asumí­ en el Senado se tocó lo que no tiene y tocó madera» porque «vive castigando» a las Fuerzas Armadas y la Iglesia, repitió que «éste es el gobierno más corrupto de la historia» («el caso Skanska, je justo con K», seí±aló) y aseguró que el próximo presidente será justicialista.
-¡Queremos una mujer en la fórmula!-, le gritó una mujer.
-Me parece bien… ¡pero que venga sin el marido!- contestó, risueí±o, Menem.
El gobernador neuquino Jorge Sobisch, que estaba como invitado y se sumará al frente polí­tico que intentan alumbrar, aseguró que «toda mi vida voté para Presidente a los candidatos del PJ», y dijo que «vamos a reivindicar a las Fuerzas Armadas y de seguridad». Recibió felicitaciones del ucedeí­sta Jorge Pereyra de Olazábal y un abrazo de Menem.
Según se decidió ayer, el «frente electoral» será formado por este sector del PJ y otros cinco partidos: Acción por la República, de Domingo Cavallo (su vice César Albrisi estuvo ayer), PAIS, la Ucedé, Provincias Unidas y el Paufe de Luis Patti, otro de los presentes ayer.
Los presentes, sin ninguna excepción, fueron los heridos del kirchnerismo. El primer plano de la foto mostró a Menem, los Rodrí­guez Saá, Puerta, Sobisch, la senadora Liliana Negre y Ramón Saadi. La segunda fila no desentonó: Eduardo Menem, el ex operador duhaldista «Chicho» Basile, Miguel Angel Toma, Julio «Chiche» Aráoz, y Maya, entre otros.
Otras presencias completaron el cuadro de ayer: el ex senador Alberto Tell (procesado en el caso de los sobornos), Humberto Toledo, Alberto Kohan, Moisés Iconicof, Aní­bal Leguizamón, Sebastián Pareja, Guillermo Cherasny, Antonio Rattí­n, Eduardo Arnold, y lavagnistas como Teresa González Fernández (ex esposa de Felipe Solá), Marina Casese y Alejandro Rodrí­guez.
Los organizadores dijeron que en el encuentro hubo «número suficiente» de congresales para darle validez. En sus cuentas hubo 428 presentes, que votaron todo «por aclamación». Por las dudas, le pidieron a la justicia federal puntana que enví­e a un veedor para certificarlo. Según el reglamento del PJ, un tercio de los 900 congresales pueden iniciar el congreso después de una hora de la primera convocatoria. Ahora la movida polí­tica quedó en manos de la Justicia electoral.
Convocatoria con 3 ex presidentes y 2 gobernadores
Tres ex presidentes (Carlos Menem, Adolfo Rodrí­guez Saá y Ramón Puerta), dos gobernadores (Alberto Rodrí­guez Saá y Jorge Sobisch), un puí±ado de legisladores, decenas de ex funcionarios, un número indefinido de congresales del PJ (428, según sus números) y una convocatoria que sumó de aquí­ y de allá dirigentes de todas las provincias enojados con el kirchnerismo. Además, cinco partidos aliados con los que armarán un frente electoral.
Esa es la fuerza que mostraron ayer los dí­scolos del PJ, desde donde esperan armar una «fórmula peronista» que obligue a Cristina a ir a un ballottage. Aspiran a sacar nada menos que 20 puntos.
Sin embargo, el camino de la polémica está abierto. El kirchnerismo ya avisó que desconoce este congreso y convocará a otro, para apoyar a Cristina. Dicen que tendrán más asistentes, con varios gobernadores e intendentes y el aval del poder.
Ayer, el peronismo «anti K» buscó todas la maí±as para embarrar la cancha: hasta le cambiaron el domicilio de su sede al partido y la pusieron en San Luis, para que un juez federal de esta provincia sea quien deba resolver el entuerto, si acepta que el congreso autoconvocado fue legal. Las definiciones del congreso
Los peronistas «anti K» decidieron ayer, entre otros puntos:
Cambiar de domicilio la sede del PJ nacional, llevándola a San Luis, para que sea un juez federal puntano quien entienda sus asuntos en lugar de la porteí±a Marí­a Servini de Cubrí­a.
Crear un «comando superior peronista» integrado por los ex presidentes Carlos Menem, Adolfo Rodrí­guez Saá y Ramón Puerta.
Llamar a internas para elegir la fórmula presidencial. Y si eso no fuera posible (como es casi seguro), el «comando superior» designará la fórmula.
Limitar en adelante la posibilidad de «autoconvocar» al congreso. Y prohibir que se reúna otra vez este aí±o electoral.
Llamar a un reempadronamiento de todo el PJ.
Convocar a internas para cargos partidarios para el mes de marzo de 2008.
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7 de Julio de 2007
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Interventor del PJ califica de «ilegal» el cónclave en San Luis
Ramón Ruiz desconoció la legalidad del encuentro partidiario convocado por los peronistas no alineados al kirchnerismo, al seí±alar que no cumplieron los trámites formales para hacerlo. «Ahora voy a hacer otro congreso con todas las de la ley para proclamar la fórmula de Cristina».

6 de Julio de 2007
Quitándole seriedad al conclave de parte de la dirigencia peronista que se reunió en Potrero de los Funes, el interventor del Consejo nacional del Partido Justicialista (PJ), Ramón Ruiz, desconoció la legalidad del congreso convocado en San Luis por los ex presidentes Carlos Menem, Adolfo Rodrí­guez Sáa y Ramón Puerta, al seí±alar que no cumplieron los trámites formales para hacerlo.
Al mismo tiempo, Ruiz criticó a Menem al advertir que el riojano «ni siquiera es congresal» nacional. El interventor del PJ ratificó en declaraciones a la agencia DyN, que como titular del Consejo convocará a «mediados de agosto a un Congreso partidario con todas las de la ley»
A su vez Ruiz se preguntó: «Quién notificó a los congresales que participaron del encuentro en San Luis, si ni siquiera notificaron a la justicia, no hubo veedores judiciales y tampoco se informó al Consejo nacional ni a la Junta del partido».
«Ellos hicieron un congreso informal, donde se atribuyeron la conducción del partido, pero yo los desconozco y ahora voy a hacer otro congreso con todas las de la ley, con congresales que se van a acreditar como corresponde, va a ser convocado con la anticipación debida, con veedores judiciales que van a constatar su legalidad, para proclamar la fórmula de Cristina Fernández de Kirchner», anunció Ruiz.
Ruiz fue nombrado interventor del PJ en 2004 por la jueza Marí­a Servini de Cubrí­a ante el estado de acefalí­a en que habí­a quedado el PJ, tras el enfrentamiento entre duhaldistas y kirchneristas en el congreso de Parque Norte.
El interventor desestimó el encuentro de peronistas anti-k convocado hoy en Potrero de Funes, por los ex presidentes Rodrí­guez Saa, Menem y Puerta, quienes se constituyeron en autoridades del PJ nacional y hasta reformaron la Carta Orgánica partidaria.
«Para que un congreso nacional sea legal, tienen que haber notificado con la debida anticipación a la Justicia electoral, a la Junta partidaria o la Mesa del Congreso nacional cuyas autoridades están vigentes», explicó Ruiz.
En ese marco, agregó que además, los congresales deberí­an haber sido «notificados por carta certificada con debida anticipación y acreditarse al congreso con firmas certificadas por escribano público y veedores judiciales».
«Nada de eso ocurrió, queremos ver quiénes eran los más de 200 congresales que ellos dicen que juntaron, si ni siquiera Menem es congresal», enfatizó Ruiz.
Fuente: DyN