Pese a la mala imagen que posee y a la situación complicada que afronta su provincia, la mandataria provincial de Santa Cruz considera la posibilidad de buscar la reelección. Sabe que sus chances son difíciles, pero también sabe que cuenta con el apoyo de la ex Presidenta y su palabra es clave para definir el escenario del oficialismo en el año 2019.
De todos modos, se percibió en las últimas semanas una leve mejoría en el clima social que le dio aire a la gobernadora luego de meses con picos de alta tensión. La gobernadora cuenta con llegada y apoyo directo a las figuras políticas claves de la Provincia: Cristina y Máximo Kirchner. Además, la Gobernadora es en sí mismo una figura muy destacada en Santa Cruz, con una espalda importante que le permite sobrellevar las crisis políticas, sociales y económicas de su provincia.
Aún así, pese a cierto desgaste de su gestión, su gobierno ostenta una mixtura entre imagen negativa de su persona y buenos valores de aceptación hacia las políticas públicas del Gobierno. Por otra parte, nacionalizar la elección con una imagen de Alicia nuevamente en primer plano le permitiría al kirchnerismo sacar fruto de la polarización con Cambiemos, y así adueñarse del voto castigo al oficialismo nacional cuando éste ya tenga sobre sus espaldas el peso del mandato cumplido (y algunas promesas incumplidas).
Si bien la Gobernadora no se ha manifestado públicamente, no son pocos los que le aseguran su apoyo para un segundo mandato. Así, su éxito dependerá no solo de convencer a los ciudadanos de que su gestión transita un camino de menor a mayor, sino también a aquellos frentes internos que plantean una renovación.
No obstante, las posibilidades concretas de Alicia Kirchner estarán sujetas a lo que pueda lograr en este último año y medio de gestión al frente de una provincia que, pese a tener ingresos por petróleo, pesca y turismo, tiene severas dificultades económicas y grandes deudas con la sociedad.
A diferencia del resto de los actores, la decisión de candidatearse depende de sí misma, y no de la decisión de otro actor político. Cuenta con el aval de Cristina Fernández desde el Senado y con la portación de apellido de un ex Presidente que fue también Gobernador de la Provincia. Con el tiempo, decidirá qué hará con el kirchnerismo en Santa Cruz. Por ahora, sabe que puede refugiarse y contar con la Ley de Lemas, la cual permite que varios candidatos presenten distintas listas que se suman y los voto recibidos por los perdedores se sumen al ganador. Gracias a esta reglamentación electoral, Alicia fue electa en 2015. í‚¿Podrá reelegir?