Entrevista a Jerónimo Guerrero Iraola «Al peronismo actual lo veo perdido»

Entrevistamos a Jerónimo Guerrero Iraola, abogado, referente del Partido Justicialista en la Ciudad de La Plata. Le consultamos sobre la innovación que requiere el partido; las próximas elecciones que se realizarán el próximo 17 de diciembre y mucho más.

EA: ¿ En qué aspectos te parece que debe innovar el peronismo?
JGI: El peronismo debe repensarse. La innovación tiene que ver con múltiples aspectos. En un sentido, con la resignificación de las banderas, con la contemporización, esto es, pensar postulados que para mediados del siglo XX fueron de avanzada, pero que hoy requieren una adecuación. Las y los peronistas debemos, en principio, interpretar. La interpretación requiere diagnósticos certeros. Las personas hemos cambiado merced a las nuevas configuraciones socio-culturales. Nos relacionamos, pensamos, sentimos y nos movemos distinto a hace dos o tres décadas. Ni mejor, ni peor, distinto. De ahí­ que el componente aspiracional haya mutado. ¿Qué buscan las personas?. ¿Bienestar, felicidad, desarrollo?. Supongamos que son esas las metas… ¿Qué implican el bienestar, la felicidad y el desarrollo en esta era?. Yo he acuí±ado el término “Patria Monotributista” para referir algunos de los grandes dilemas a los que mi generación se ve expuesta. Falta de empleos estables, es más, migración y movilidad laboral constante; un culto desmedido a las capacidades individuales, la agencia y el emprendedurismo, que chocan constantemente con una realidad que no integra los relatos de las publicidades… ¿Cuántos emprendimientos triunfan realmente?. La verdad es que muy pocos, aquellos que se muestran como el modelo a seguir son las excepciones emergentes en un medio hostil, hipercompetitivo. Byun Chul Han habla de esta era y refiere que opresor y oprimido ahora viven en cada uno de nosotros. Ese es el triunfo del modelo “sociedad de rendimiento”, el creer que éxitos y fracasos dependen de nosotros. Yo me pregunto frente a esto… ¿El peronismo está mirando este proceso?. La primera respuesta que surge es que no. En un segundo nivel pienso que al peronismo le falta profesionalizarse. Ojo acá. No estudiar o graduarse (aunque es deseable que los cuadros polí­ticos nos formemos). Hablo de “profesionalismo” en términos de capacidad de estudio, de producción de información, de elaboración de estrategias.

No sirve la oposición mecánica, ni la denuncia automática ¡Es neoliberal! Hay que pensar cómo, por dónde. Saber cómo estamos y a dónde queremos ir pero, sobre todo, cómo. Estadí­stica, generación de datos, modelos de gestión y un esquema de formación constante deben ser el sello innovador del PJ, aquel que le permita mutar a un modelo de Partido siglo XXI

EA: ¿ Crees que hubo algún acontecimiento que haya producido la crisis? JGI: La crisis viene dada por factores multidimensionales. Considero que el pasaje de militantes crí­ticos a devotos terminó laminando las diferencias al interior del movimiento y ello redundó en una pérdida de talento individual y colectivo. De ahí­ se desprende un primer elemento: al peronismo le falta democracia interna, debate. Como decí­a, si el músculo no se estimula, se atrofia. Creo que parte del movimiento está atrofiado, tiene miedo de salir de la zona de confort, consistente en abonar el relato de que somos un movimiento plebeyo para las y los plebeyos. Sin embargo, cuando se desagrega ese eslogan, aparecen contradicciones muy difí­ciles de saldar.
Las conducciones son siempre responsables de contener las disidencias. En ese marco, toda diáspora, atomización o proceso de fragmentación es responsabilidad principal de quien o quienes conducen. Ahí­ aparece un segundo elemento muy cí­nico, que es la denuncia de “traición”. Aquí­ se han invertido el orden de los factores. Una agrupación nunca puede ser responsable de la fragmentación, al menos que hayan estado garantizadas las condiciones para que su cosmovisión esté representada. Como dice Errejón, el movimiento peronista debe erradicar la gramática llorona de la traición y afrontar los elementos de puja en términos polí­ticos, articulando, haciendo sí­ntesis. La obstinación no ha sido buena consejera y se ha constituido en el freno indeseable de un proceso de debate y modernización.
En términos de acontecimiento o acontecimientos puntuales, me parece que la malversación del Partido a partir de la lógica “úselo y tí­relo” según el contexto, ha sido determinante para alimentar su debilitamiento. Nietzsche hablaba de conservación y expansión como funciones vitales. Sin conservación no hay vida, y sin expansión no hay desarrollo, lo que en términos concretos redunda en que las peleas se vuelvan internas y el ámbito se coma a si mismo. La falta de estrategia, planificación, democracia, y el hecho de que haya sido moneda de cambio, terminaron por precipitar una crisis que vení­a postergada y que es eminentemente estructural.

EA: ¿Como ves al peronismo actual?
JGI: Al peronismo actual lo veo perdido. Sin reflejos ni brújula. A ello hay que aí±adirle que en frente se ha levantado un adversario muy potente, con una enorme capacidad de interpretación de las y los sujetos y sus aspiraciones.
En estos tiempos se escucha mucho el término unidad como una salida inmediata. Lo que me parece que no estamos entendiendo es que las unidades gestadas con fines electorales o pragmáticos no decantan en mayor acompaí±amiento popular (las cúpulas son cúpulas y la ciudadaní­a es la ciudadaní­a) y que si no gestamos rápidamente una agenda programática que apunte a delinear dos o tres grande ejes, y la promesa de una nueva praxis, la situación se va a seguir agravando.

EA: ¿Crees que haya algún posible conductor a nivel nacional? ¿ Y a nivel local ?

JGI: Es difí­cil pensar una conducción uní­voca en medio de un proceso de tanta indefinición. Sí­ creo que el peronismo debe ser más federal y allí­ los Gobernadores y las Gobernadoras deben guiar los debates. Repensarnos nos debe llevar a abogar por modelos de conducción que se ajusten a las agendas y desafí­os, es decir, invertir el orden. Pensemos qué, cómo, con quiénes, y que ese proceso decante en la emergencia de la persona que mejor represente las conclusiones y las apuestas de trabajo.

EA: ¿Qué expectativas tenes respecto de las elecciones?
JGI: Resta saber qué sucederá. Sin embargo, entramos en una fase de trabajo de mediano/largo plazo que no debe ser interrumpido por la dimensión electoral. En ese sentido y desde La Plata, nosotros seguimos apostando a estos procesos.

 

Lucia Otegui

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