La semana pasada se votó en Córdoba la refoma electoral que contó con el apoyo de la mayoría en la legislatura. Esta reforma incluye la incorporación de una boleta única, limites para la campaña electoral y financiamiento estatal para los partidos, entre otras cosas. No incorpora el voto electrónico.
En Córdoba, se votará con una boleta única
Gustavo Molina
Clarín
2 de febrero 2009
En los comicios provinciales de 2011, Córdoba podría estrenar su nuevo sistema electoral aprobado por la Legislatura, el que entre sus principales reformas, contempla la eliminación de las boletas partidarias y su reemplazo por una boleta única con todos los candidatos de todos los partidos que participan en la elección. Es en esta papeleta donde el elector marcará con una cruz al postulante que quiere votar.
Además de suprimir las boletas partidarias, el nuevo Código Electoral prohibe las sumatorias de votos, por las cuales distintos partidos postulaban a través de boletas distintas, al mismo candidato para un cargo ejecutivo; que en realidad era un sistema de lemas encubierto.
Con la reforma, también quedaron prohibidas las dobles candidaturas, o sea que una persona sea candidata a más de un cargo en la misma elección: nadie podrá postularse, por ejemplo, a gobernador y encabezar la boleta legislativa.
«Córdoba es la única provincia que ha hecho una reforma con estas características, similares a las que ya existe en otros países de Latinoamérica y yo me alegro que estas modificaciones hayan surgido no de la idea que tenía un partido político sino de una Comisión de Expertos que recomendó 25 puntos que son los que los legisladores plasmaron en ley», destacó el gobernador Juan Schiaretti.
Pese a que el Gobierno y el PJ de Córdoba la anunciaron como la «gran reforma política», desde la oposición llovieron críticas, calificando a la reforma electoral como «una medida cosmética».
En ese sentido, una de las voces más críticas contra esta reforma fue la de Liliana Olivero, legisladora de Izquierda Socialista, quién disparó: «Después del fraude del 2 de septiembre del año pasado, Schiaretti pretende legitimarse con esta reforma trucha evitando así discutir los verdaderos problemas que tiene la Provincia y una profunda reforma política y electoral».
El miércoles, cuando se iba a votar la nueva ley electoral, se desató un escándalo en la Legislatura cuando el PJ quiso introducir cambios de último momento.
Entonces, tras un cuarto intermedio hasta el jueves, se quitaron los ítems más polémicos y se logró aprobar el proyecto oficialista con 43 votos a favor, siete en contra y la ausencia de los bloques del juecista Frente Cívico, la Unión Vecinal Federal y la Izquierda Socialista.
Otros puntos que se destacan de la reforma cordobesa son:
Campaña electoral: tendrán una duración máxima de 45 días; se prohibe la difusión de propaganda o publicidad oficial en los 30 días anteriores a los comicios. Y en los últimos 15 días previos tampoco se podrán inaugurar obras.
Boca de urna: se prohibe la difusión de encuestas boca de urna hasta tres horas después del cierre del comicio.
Financiamiento: Se crea un fondo estatal para el financiamiento de las campañas electorales en TV y radio. Lo manejará el Juzgado Electoral y se distribuirá el 30% entre todos los partidos que compitan; y el 70% por ciento restante según la cantidad de votos obtenidos por cada uno en la última elección.
Voto electrónico: No está estipulado, aunque puede haber una incorporación gradual en localidades chicas.