Leandro Otero: í¢â‚¬Å“La cosmovisión del radicalismo es la que más me representaí¢â‚¬Â

Leandro Otero tiene 54 años, vive en el barrio de Flores desde 1982, e hizo su secundaria en el Colegio Nacional Urquiza de Flores. Cursó sus estudios universitarios en la Facultad de Filosofí­a y Letras de la UBA para graduarse como Licenciado en Ciencias de la Educación y Profesor en Ciencias de la Educación. Desde que se recibió de Profesor de Enseñanza Primaria se desempeña como docente en distintas escuelas públicas de los barrios de la comuna 7. Actualmente, es precandidato a comunero en dicha comuna por la lista que encabeza Martí­n Lousteau.

En diálogo con Julián ílvarez Sansone, el referente radical de Flores y Parque Chacabuco nos narra sus inicios en el radicalismo, menciona cuándo y por qué se involucró en polí­tica, y reflexiona sobre el crecimiento de Adelante Ciudad y sobre la crisis educativa que vive el distrito capitalino.

A.E.: í‚¿Cuándo empezaste a militar en polí­tica y por qué?
L.O.: Empecé cuando era un adolescente de 14 años, y antes, acompañando independientemente la campaña de Alfonsí­n en el 83. En esos primeros años, sentí­ que cabalgábamos a favor del viento, partido y sociedad estaban generando el clima de la época. Pensar en polí­tica tiene algo que ver con el pensamiento en los otros, en qué tipo de sociedad se quiere vivir, y en compartir esos sueños conscientemente con el resto de la sociedad. Cuando se da eso, en algún momento uno empieza a pensar como generar las mejores condiciones para establecer el dialogo con las sociedades. Con el tiempo eso madura y empezás a escuchar a la sociedad en sus planteos, crí­ticas e ideas, entonces se desata otro juego, mucho más esforzado, que es intentar compatibilizar tus ideas con las de la sociedad, es verdad que no siempre se logra, pero esa es la tarea última y central de los militantes polí­ticos.

A.E.: í‚¿Cómo fueron tus inicios en el radicalismo?
L.O.: Mis inicios en el radicalismo fueron influí­dos por Alfonsí­n, y por mi familia, mis viejos eran los dos radicales conscientes de su pertenencia y sus prácticas hacia adentro del partido. Mis viejos hicieron todo lo posible por la campaña de Alfonsí­n en el 73 frente a Balbí­n, así­ que yo lo conocí­a desde antes de terminar el primario. Recuerdo como si fuera hoy, cuando veo en el 82, un cartel que invitaba al acto que rompí­a la veda de los militares en el 82, en el famoso acto de la Federación de Box. Al terminar la campaña, tardé un año en ingresar al partido, y la participación más activa fue en los frentes estudiantiles, en los secundarios y luego en la universidad. En última instancia, la cosmovisión del radicalismo, es la que más me representa, la de construir una sociedad justa,
ordenada por el juego democrático que incluye desde luego, a la idea y la práctica de la república.

A.E:í‚  í‚¿Cuáles son las mayores demandas de los vecinos de la Comuna 7?
L.O.: Creo que debo señalar que las comunas son un intento por acercar a las sociedades a las decisiones gubernamentales, y ese proceso está en construcción, es un arte, porque todaví­a no se desarrolló suficientemente.

Así­, uno escucha a los ciudadanos como si fueran los clientes, y es al revés, los ciudadanos son los partí­cipes principales de la comuna.

Dentro de esta relación compleja, porque sienten que te acercas porque hay elecciones, y está bien que así­ suceda, lo principal que te plantean son dos temas: la seguridad, o mejor dicho, la falta de seguridad pública y aspectos vinculados a la salud y la educación.

A.E: Como licenciado en Educación y docente de primaria, í‚¿Cuáles son los desafí­os de la
educación en la Ciudad?
L.O.: Es parte del sentido común que la educación está mal, y que todos los problemas que tenemos se derivan de esa crisis. Para ser sintético, dirí­a que el problema principal es que no logramos que la sociedad se enamore del conocimiento. Si se logra ese enamoramiento de nuevo, el lugar central y masivo para enamorarse de conocer es la escuela.

Si los niños y jóvenes se vuelven a enamorar del conocimiento, será fácil enlazarnos con la tradición histórica de nuestro paí­s, la que nos dio 5 premios nobel.

Creo que si el próximo gobierno logra ese cometido a nivel nacional, en 20 años volveremos a ser una sociedad lí­der en materia educativa.

A.E.: í‚¿Qué balance hacés sobre la gestión de Soledad Acuña?
L.O.: A la luz de la respuesta anterior, el balance que hago es negativo. Lo que lo resume es que nos estamos quedando sin jóvenes que quieran seguir el profesorado.

A.E.: La elección en la Ciudad va a ser concurrente y tendrá dos modelos de boleta, la
electrónica y la de papel. í‚¿Qué modelo de escrutinio preferí­s y por qué?
L.O.: Creo que es correcta la posición de las elecciones concurrentes, obliga a los ciudadanos a reflexionar sus posiciones y votar con libertad las opciones que considere más cercanas a su visión del mundo. En general prefiero modelos electorales que incluyan la tecnologí­a, y no sea un descontrol de papel. En el modelo electrónico o en el de papel, me gustarí­a un modelo que vaya a la idea de una boleta única.

A.E. í‚¿Qué expectativas tienen desde Adelante Ciudad con respecto a las posibilidades de
crecimiento de ese espacio?
L.O.: Adelante Ciudad (AC) es un grupo interno del partido Radical, que tiene grandes figuras, que han sido centrales en la experiencia del retorno a la democracia, y por otro lado tiene muy interesantes cuadros que aportan al partido sus experiencias en diferentes campos de la vida pública argentina. Creo que desde esa plataforma, Adelante Ciudad puede colaborar en generar un partido moderno, siempre en dialogo con la tradición. Parece mentira lo de la
tradición, pero para mí­, es un motor que viene de la historia y sin ese anclaje en la historia es imposible pensar el presente y el futuro, en términos de poder conectar con las expectativas del pueblo. Volver a conectar con el pensar de la sociedad es muy necesario. La vinculación entre tradición y programa es la clave, funciona como el aura que describí­a W. Benjamin. Es un lugar sin espacio pero es una fuerza actuante en la sociedad. Adelante Ciudad también renueva la mí­stica de nuestro partido frente a la sociedad, en un triple movimiento, una ética de la responsabilidad, la creatividad de sus cuadros y militantes y lo artesanal para hacer polí­tica. Por otro lado, si logramos una buena gestión en los próximos cuatro años, habremos demostrado que nuestro concurso para el partido es muy importante. Hacer polí­tica sin recursos, creo que a la larga es lo que revitalizará y le otorgará pasión a la cosa pública. Sin eso, todo se lo lleva el demonio, como dirí­a San Martí­n.

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