í‚¿Cómo garantizar los derechos polí­tico-electorales de las mujeres y disidencias en pandemia?

La lucha por la garantí­a de los derechos polí­ticos electorales de las mujeres e identidades disidentes enfrenta hoy un nuevo desafí­o: la pandemia del COVID-19.í‚ 

í‚¿Cómo afecta la pandemia a los derechos polí­ticos y electorales?

La pandemia presenta la gran dicotomí­a de la celebración o no de elecciones. A simple vista, la suspensión de elecciones o su postergación sin una fecha cierta implican un daño a los derechos polí­ticos y electorales de la ciudadaní­a. Quienes se encuentran actualmente en funciones dentro de los poderes del Estado, han asumido sus mandatos con la condición de que los mismos tendrí­an un fin (cuando se convocara a las siguientes elecciones). La extensión de estos mandatos más allá de lo previsto en las Constituciones y reglamentos va en detrimento de los derechos de la ciudadaní­a. Sin embargo, la celebración de elecciones en un contexto como el actual en el que no puede garantizarse la integridad fí­sica y salud tanto de organizadores/as de elecciones como de quienes concurren a sufragar, tampoco serí­a el mejor escenario para la protección de la ciudadaní­a.í‚ 

Este año debí­an realizarse mas de 100 elecciones alrededor todo el mundo. Por el momento, según el análisis de IDEA Internacional sobre el Panorama Global del Impacto del COVID-19 en las Elecciones, encontramos que hasta el momento 67 paí­ses y distritos han decidido posponer las elecciones (nacionales y subnacionales). De estas, 23 son elecciones nacionales y referendums (caso chileno). Por otro lado, 40 paí­ses han mantenido sus elecciones en las fechas previstas, siendo 24 de ellas elecciones nacionales y referendums (como el reciente caso de Rusia).í‚ 

í‚¿Qué sucede con las mujeres y disidencias en este contexto?

Recientemente la Comisión Interamericana de Mujeres de la OEA en conjunto con IDEA Internacional y la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, organizó un webinar del que participaron magistradas de los Tribunales y Juzgados Electorales latinoamericanos en el que se analizaron los desafí­os para garantizar los derechos electorales en tiempos de COVID-19. Todas concordaron en que la pandemia profundiza las discriminaciones por razones de género en todos los ámbitos de la vida (sanitario, económico, social) yí‚  la polí­tica, en este sentido, no es un ámbito que le escape a este fenómeno.í‚ 

Como se mencionó anteriormente, la pandemia presenta una serie de desafí­os en cuanto al aspecto organizacional de las elecciones. Aquellos paí­ses que celebraron elecciones en este tiempo tuvieron que tomar medidas para preservar la salud de sus habitantes. También suma desafí­os en la etapa previa al acto electoral en sí­: las campañas electorales. La virtualidad pasó a ser una de los principales escenarios en los cuales candidatos y candidatas realizan sus campañas y compiten por los cargos en juego.í‚ 

Sin embargo, la virtualidad también presenta una cancha inclinada en contra de las candidatas. Por un lado, las campañas a través de redes sociales e Internet presentan desafí­os en términos generacionales que son transversales a todos los géneros: la brecha digital. Pero a su vez, presentan desafí­os económicos que no lo son. Conseguir financiamiento para las campañas electorales suele ser más difí­cil para aquellas mujeres que se lanzan a la carrera polí­tica con respecto a sus compañeros varones. A esto se suma que con las condiciones sanitarias actuales, las campañas pasarán a concentrarse en redes sociales donde los costos de contratación de pautas publicitarias son muy altos. Por lo tanto, los costos de lanzarse a una carrera polí­tica en este tiempo se acrecientan notablemente.í‚ 

Además, la virtualidad es el escenario predilecto de otro de los obstáculos que enfrentan las mujeres en el ámbito de la polí­tica: la violencia polí­tica de género. La virtualidad va de la mano de la individualidad y la impunidad. Para las mujeres, la construcción de redes de apoyo es una de las claves para superar los obstáculos de la vida en la polí­tica. Este apoyo mútuo entre candidatas, legisladoras, ex legisladoras y organizaciones de la sociedad civil es de suma relevancia para quienes deciden lanzarse a una carrera polí­tica o postularse a algún cargo electivo. En este tiempo se presenta el desafí­o de poder mantener la unión de estas redes de apoyo aún en la virtualidad.í‚ 

La impunidad de las redes sociales es un fenómeno que precede a la pandemia, pero que se está intensificando en este tiempo. La violencia polí­tica hacia candidatas a través de redes sociales lamentablemente se transformó en un aspecto más de la polí­tica moderna1. El fenómeno de los trolls, bots, fake news y la agresión directa hacia las mujeres polí­ticas también se acrecienta en este momento donde las interacciones se concentran cada vez más en estas redes.í‚ 

En esta época de pandemia, en la que muchos paí­ses han adoptado como medidas preventivas el cierre de escuelas, el aislamiento social preventivo y obligatorio en los hogares, entre otras, las mujeres se han enfrentado a una sobrecarga de trabajo al interior de hogar que puede impactar de manera negativa sobre sus aspiraciones a presentarse a cargos electivos. La concentración del trabajo no remunerado del hogar (cuidado de otros miembros del hogar, estar a cargo de la limpieza y la alimentación, entre otras) en las mujeres tampoco es una novedad, pero la pandemia ha aumentado esta concentración de tareas y su distribución entre los miembros del hogar no está haciendoí‚  para nada equitativa. En sí­ntesis, esto suma un obtáculo más para aquellas que desean í¢â‚¬Å“migrar al mundo de lo públicoí¢â‚¬Â.í‚ 

Desafí­os para las próximas elecciones

La garantí­a de los derechos polí­ticos y electorales en los próximos procesos eleccionarios debe ser un tema que se instale en la agenda pública. La participación polí­tica de mujeres y disidencias se encuentra fuertemente amenazada en este contexto. Además de las condiciones de higiene y salud, la lupa debe estar puesta en poder garantizar los derechos polí­ticos de la ciudadaní­a. En este momento, la pandemia presenta una oportunidad para pensar nuevas estrategias para contrarrestar fenómenos preexistentes como por ejemplo, la violencia polí­tica de género,í‚ y para diseñar mecanismos que permitan mantener las condiciones de gobernanza electoral con los dispositivos ya existentes.í‚ 

 

1 Para más información sobre la violencia polí­tica de género en redes sociales, recomiendo la lectura del informa de ELA, COPPAL, FUNDECO y ANAP sobre este tema: https://www.buenosaires.gob.ar/sites/gcaba/files/observatorio_de_re06_version_nueva_1_pg.pdfí‚ í‚ 

 

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