Prat Gay busca instalarse en Tucuman y aprovechar la división del PJ

Confirmada la ruptura del ex gobernador Jose Alperovich con el PJ liderado por el actual mandatario provincial Juan Manzur, Tucumán parecí­a encaminada a definir las elecciones a gobernador del 2019 en una interna peronista abierta, sin embargo, la aparición de un outsider de la polí­tica tucumana intenta querer cambiar el panorama.

Alfonso Prat Gay, ex ministro de economí­a del gobierno de Macri visitó la semana pasada Tucumán e hizo declaraciones con las que busca posicionarse como el candidato de Cambiemos que busque derrotar la hegemoní­a peronista de Tucumán que desde la reinstauración democrática de 1983, solo perdió la gobernación en 1995. Si bien, su nombre ya habí­a circulado como una posibilidad meses atrás, ahora la visita a la provincia pone blanco sobre negro sobre sus intenciones y  las intenciones del gobierno nacional, de aprovechar la ruptura del PJ  e intentar ganar, algo que desde Casa Rosada, evidentemente no consideran capaces de hacer a sus referentes locales, el diputado Jose Cano, la senadora Silvia Elí­as de Perez y el ex intendente de San Miguel de Tucumán, Domingo Amaya.

Desde ese punto de vista, no parece descabellada la idea del gobierno nacional, por varias razones. Por un lado, los referentes en cuestión hoy no gozan de una gran intención de voto. Cano se desdibujó con el no del todo ejecutado Plan Belgrano y perdió la ultima elección a la que fue como candidato a Diputado. Amaya perdió base territorial desde su nombramiento en un puesto nacional de segundo nivel y esta lejos de la posición que lo ubicó como candidato a vicegobernador en 2015 de Cambiemos, además de que quizás algún desprevenido se acuerda que como intendente en 2010 le cambió el nombre de un tramo de la avenida Roca por el de Néstor Kirchner. La senadora Elí­as de Perez, tampoco parece ser una candidata fuerte en una provincia de raigambre tan conservadora como Tucumán, donde ninguna mujer hasta ahora logró acceder a cargos electivos ejecutivos.

Para arrancar su campaña, Prat Gay buscó meterse con la Educación Sexual, afirmando que no es prioridad en la provincia. Eso demostró un inició rápido de reflejos, ya que se trata de una población cuyos legisladores provinciales declararon a la provincia Provida, si bien eso se relaciona con la despenalización del aborto, es clara la postura respecto a la educación sexual. Luego metido más en polí­tica criticó la gestión peronista de Tucuman.

Si se quiere aferrar a la historia, en 1987, la ruptura del PJ, generó que la UCR fuese el partido más votado individualmente, el sistema indirecto con colegio electoral y un acuerdo entre las facciones peronistas privó en ese momento al radicalismo del triunfo. Se podrí­a pensar que, con un sistema de mayorí­a simple, un escenario triunfante serí­a posible en condiciones de enfrentar a un PJ dividido, no obstante, el candidato radical de entonces era el intendente de San Miguel de Tucumán y contaba además con toda la estructura del partido, en ese sentido Prat Gay hoy es un desconocido para el electorado.

Se podrí­a aferrar al historial exitoso de los outsiders en Tucumán, en 1991 Ramón Ortega, más conocido por su sobrenombre artí­stico í¢â‚¬Å“Palitoí¢â‚¬Â, ganó una elección que parecí­a imposible para el PJ, obviamente apalancado por su popularidad artí­stica. En 2003, Jose Alperovich, que ya era Senador, ganó la gobernación, siendo un candidato que vení­a desde fuera de la polí­tica, más conocido por su actividad empresarial. Sin embargo, no parece ser el caso de Prat Gay, que como marcamos previamente, es absolutamente desconocido para el electorado provincial, sobre todo en el interior profundo donde el PJ parece inexpugnable, sobre todo por el trabajo territorial, algo que no solo a Prat Gay, sino a Cambiemos en general le ha costado en Tucumán.

Finalmente, los análisis mas optimistas para su figura apuntan a verlo como una suerte de Marí­a Eugenia Vidal y su resonante triunfo de 2015. Esta serí­a la visión más errada, porque son escenarios y contendientes totalmente diferentes, donde el interior radical de la provincia de Buenos Aires dista bastante del tucumano peronista y porque enfrente tiene al actual gobernador y al ex gobernador que gozan con una imagen mucho más positiva que la gozaba Aní­bal Fernández en 2015.

La campaña formalmente aún no arrancó, pero habrá que seguir de cerca los movimientos de los candidatos, ya que Tucuman no prevé PASO en la elección provincial.

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