Una interna peronista asoma en la pelea por la gobernación de Tucuman

A menos de 2 aí±os de las elecciones a gobernador, la polí­tica tucumana comienza en tomar color. Si bien, la campaí±a oficialmente aún no está en marcha, los tiempos polí­ticos son otros y todo parece encaminarse a una interna peronista abierta. Es público y notorio que el actual senador Jose Alperovich aspira a volver a la gobernación de Tucumán, cargo que ocupó entre 2003 y 2015. No obstante, a diferencia de las anteriores ocasiones, en la cual su candidatura no tuvo tipo de objeción interna, a pesar de ser un hombre surgido polí­ticamente de las filas del radicalismo, ni externa, ya que ganó en todas las oportunidades que se presentó con amplio margen, el escenario no parece tan benévolo para el ex gobernador de cara al 2019. No obstante, este escenario complejo para el ex mandatario , no se debe al crecimiento de las chances de Cambiemos de alcanzar la  gobernación, sino a la fortaleza polí­tica en la que se respalda la actual administración encabezada por Juan Manzur y Osvaldo Jaldo, 2 ex alperovichistas, que aspiran a tener vuelo propio.

Alperovich llegó a la gobernación de la provincia en 2003, con un 44% de los votos, en aquella oportunidad, su compaí±ero de fórmula, Fernando Juri, denotaba la clara dependencia del flamante gobernador de la estructura partidaria. Sin embargo a partir de su acercamiento al Kirchnerismo, al igual que el Frente de la Victoria a nivel nacional, supo comenzar a tejer lí­neas de poder propio. De esta forma, reformó la Constitución en 2006, tras la cual pudo ser reelecto en dos oportunidades, en 2007 con el 78% y en 2011 con el 70%. En ambas oportunidades, su compaí±ero de fórmula fue el actual gobernador Juan Manzur, que durante 6 de esos 8 aí±os, estuvo de licencia ya que se desempeí±ó como Ministro de Salud de la Nación, dada la pertenencia de Alperovich al Kirchnerismo.

En 2015, la fórmula Manzur(Vicegobernador)- Jaldo(Ministro de Interior provincial) fue elegida con el 53%, un poco más del 50% que Alperovich obtuvo para ser Senador Nacional. Casi 3 aí±os después, la misma parece consolidada en el poder y comienza a sumar apoyos, hace unas semanas circuló en diversos medios la postura de la mayorí­a de los legisladores provinciales de cara a la renovación gubernamental de 2019, un casi absoluto apoyo al actual gobernador. Los únicos apoyos legislativos claros que hoy posee el ex gobernador son los de Marcelo Ditinis, ex secretario privado de la gobernación y ex secretario de medios y el de Silvia Rojkes, ex ministra de educación y cuí±ada de Alperovich.

Por otra parte, el posible retorno del intendente de San Miguel de Tucuman, German Alfaro y su antecesor, Domingo Amaya, a las filas del Justicialismo, complican más las chances de Cambiemos, dado la fortaleza de votos que los mencionados le aportaban en el distrito Capital, el más importante de la provincia y el más redituable electoralmente para Cambiemos. En un informe sobre el resultado de las elecciones a Diputados Nacionales, habí­amos dado cuenta de la importancia de este distrito para Cambiemos, dado que obtuvo el 41% de los votos, permitiendo de esta forma arrebatar una banca que el oficialismo creí­a ganada dado los resultados de las PASO. No obstante, la pérdida del apoyo de Alfaro y Amaya en San Miguel de Tucumán( donde en 2015 fueron como candidatos de Cambiemos a Intendente y Vicegobernador respectivamente) puede ser complejo para las aspiraciones de la agrupación, a pesar que aún tampoco tiene un candidato definido para poder derrotar al Justicialismo, que jamás a perdido una elección a gobernador desde su aparición en 1945.

Esta ultima mención nos remite a 1987, donde la UCR encabezada por Rubén Chebaia fue el partido polí­tico más votada, sin embargo, el sistema electoral indirecto, con Colegio Electoral, le impidió conseguir la gobernación, dado que alcanzó la cantidad necesaria de electores(31) para ser consagrado en el cargo. En esa ocasión, y como quizás ocurra en 2019, el justicialismo fue fraccionado entre el PJ y el llamado Frente de Acción Provincial que postulaba a Osvaldo Cirnigliaro, un vergonzoso proceso de 2 meses sin determinar quien era el ganador, un acuerdo interno entre el PJ y el FAP fueron los condimentos para la elección de Jose Domato, candidato del PJ, pero no el que más votos habí­a cosechado, y la continuidad del invicto electoral del peronismo en Tucumán.

El escenario de 2019 aparenta similar en cuando a la posibilidad de una fractura en el PJ entre la fórmula Manzur-Jaldo y el sector que apoye a Alperovich, quizás bajo el sello de Unión Ciudadana como lo hizo Cristina Kirchner en 2017, aún así­ las chances de Cambiemos, por las razones antes expuestas, parecen reducidas y una interna peronista abierta asoma en la pelea por la gobernación.

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