La elección rionegrina con cambios hacia octubre

Finalmente se confirmó la noticia que se vení­a adelantando en los medios provinciales. Juntos Somos Rí­o Negro bajó de la próxima contienda electoral la lista de candidatos y no competirá en la elección nacional del 22 de octubre. Los cambios en el Gabinete, así­ como en diversas segundas lí­neas de gobierno fueron expuestos como un aire para la gestión de cara a los dos últimos años, buscando gobernabilidad y tranquilidad, después de unos meses agitados para el gobernador y su equipo luego de la derrota electoral en las PASO y la marcha atrás con el proyecto de la instalación de la Planta Nuclear en la provincia.

A través de un comunicado de prensa, Juntos Somos Rí­o Negro explicó que debido a la disputa entre el kirchnerismo y el macrismo sus chances se notaron disminuidas y desistió de competir en la elección teniendo en cuenta sondeos de opinión realizados que le aventuraban una caí­da importante en su caudal de votos con respecto a la elección de agosto pasado. Dí­as antes del anuncio oficial el ministro de Gobierno Luis Di Giacomo pronunciaba declaraciones que advertí­an la decisión final, manifestando que esperaban por resultados de encuestas e investigaciones, dejando a la luz la máxima que reza í¢â‚¬Å“los números mandaní¢â‚¬Â.

El capí­tulo XVIII de la obra El Prí­ncipe de Nicolás Maquiavelo concluye con la célebre frase: í¢â‚¬Å“haga pues el prí­ncipe todo lo posible por ganar y conservar el Estado, los medios serán juzgados honorables y alabados por todosí¢â‚¬Â. El gobierno provincial según señala el comunicado prioriza más la gestión que el resultado electoral y aquí­ aparece una fuerte contradicción ya que ambos van juntos, en polí­tica podrí­amos decir que son dos conceptos que guardan una fuerte correspondencia: la gestión ayuda a ganar elecciones y las victorias electorales aportan a desarrollar la gestión.

La elección en la localidad rionegrina de Maquinchao quizás no haya sido tan importante en la cantidad de electores, pero sí­ lo fue desde lo determinante y simbólico debido a la derrota del partido en el gobierno. Juntos Somos Rí­o Negro apostó fuerte todo este tiempo después de las PASO a lograr un triunfo en la localidad de la región sur que volviera a generarle un espí­ritu triunfalista en su fuerza para llevar adelante la campaña electoral que lograra reinstalar a su candidato Fabián Gatti con expectativas de obtener una de las bancas de diputado nacional en juego en la elección del 22 de octubre.

Otra vez, como bien señalara Maquiavelo, aquel que confí­a ciegamente en la fortuna perece en cuanto ella cambia. En elecciones siempre hay triunfos y derrotas, sin embargo, se puede planificar y elaborar estrategias para llevar adelante una campaña planificada, aquí­ pareciera que (otra vez) Juntos Somos Rí­o Negro descuidó muchas variables y otra vez fue sorprendido con una derrota inesperada, para ellos, claro.

A un gobierno rionegrino que le gusta compararse con el Movimiento Popular Neuquino (MPN) se le podrí­a recordar algunos datos de elecciones al respecto que puedan valer de ejemplo. En la elección de 1997 el MPN cayó al tercer lugar derrotado por el FREPASO y el PJ, por su parte, en las PASO de 2015 también quedó en tercer lugar, por debajo del Frente para la Victoria y de Cambiemos, luego en la elección general de aquel año descendió al cuarto lugar con un 16 % de los votos donde además de ser vencido por aquellos, fue superado también por Unión Popular.

Por primera vez en Rí­o Negro una lista oficialista se baja de una contienda electoral invocando algo así­ como í¢â‚¬Å“í‚¿si perdemos, para que nos vamos a presentar?í¢â‚¬Â, sentando un precedente preocupante para futuros competidores. En marzo de este año se analizaba en el gobierno provincial presentarse junto a Cambiemos o ir como frente provincial a la elección, hoy se observa que no era equivocada aquella estrategia, además de proyectar el escenario futuro, el gobierno quizás pensó que la elección serí­a igual a la del primer semestre de 2015, pero las circunstancias y el contexto cambiaron, y mucho.

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