Los desafí­os de la paridad de género

Elecciones Argentinas participó de la jornada de debate sobre la paridad de género realizada en el Anexo de la Cámara de Diputados de la Nación el dí­a 1 de Diciembre, la cual se realizó en paralelo a la noticia de la caí­da del tratamiento del proyecto de paridad de género.

La paridad de género en las listas para cargos nacionales ha quedado prácticamente desestimada por dos motivos: por un lado, tras la negativa de los senadores del FPV – PJ de apoyar el la reforma polí­tica impulsada desde el Poder Ejecutivo que incluí­a esta medida producto de su paso por la Cámara de Diputados, y por otro lado, debido a la exclusión del proyecto de paridad que habí­a obtenido media sanción propuesto por el Senado, del temario planteado para las sesiones extraordinarias.

En este marco se realizó el dí­a de ayer en el Anexo de la Cámara de Diputados una jornada de debate titulada “Los Desafí­os de la Paridad de Género” a cargo de Marí­a Inés Tula y Nélida Archenti a la cual asistieron exponentes de la academia, las licenciadas Mariana Caminotti (UNSaM – CONICET), Verónica Pérez (Udelar) y Laura Albaine (UBA – CONICET), junto con la doctora Natalia Gherardi, y del Poder Legislativo, la diputada nacional Carla Carrizo y el senador provincial bonaerense, Sebastián Galmarini.

Todos los expositores, reconocieron que la Ley de Cuotas, ha llegado a un techo, donde el porcentaje de mujeres incluidas en las legislaturas se ha estancado alrededor del 40%, o incluso, afirma Gheraldi, comenzó a declinar luego de un pico obtenido en 2007. El cupo ha encontrado sus lí­mites en patrones culturales que se manifiestan continuamente en la sociedad y que provocan por ejemplo, en aquellos lugares donde no tuvo aplicación la Ley, el 90% de los casos los candidatos sean hombres. La paridad se presentarí­a como una medida superadora, ya que serí­a la concreción del principio de igualdad.

Por otro lado, tanto Albaine, como Caminotti y Gheraldi, coincidieron en que la legislación en el plano electoral debe ser acompaí±ada por medidas que permitan una mirada más igualitaria en todos los espacios de decisión, y para que ello sea posible, también se debe buscar implementar normas y polí­ticas públicas que regulen la violencia polí­tica en razón de género junto con cambios en los derechos polí­ticos (en cuanto a la selección y financiamiento de candidatos), autonomí­a económica (corresponsabilidad entre vida pública y familiar) que provoquen un efectivo cumplimiento de la paridad de género en las legislaturas.

Sebastián Galmarini, compartió las dificultades que atravesó el proyecto hasta el momento de su aprobación tanto en su bloque como en el resto de los partidos, destacando la importancia de la discusión de la temática a nivel nacional, para lograr el consenso en torno de esta medida.

Finalmente, Carla Carrizo buscó calmar las aguas y se opuso a la idea de que el proyecto de paridad este extinguido, afirmando que “en extraordinarias está la paridad que salió de la Cámara de Diputados”, es decir dentro del proyecto de reforma polí­tica, y que “el Senado todaví­a tiene que expedirse [sobre el proyecto]”. Además la diputada sostuvo que en caso de no poder ser aprobada durante las sesiones de Diciembre, se buscará la aprobación en Marzo, ya que la incorporación de la paridad no implicarí­a grandes complicaciones ya sea que se vote con la boleta papel o la Boleta íšnica Electrónica (BUE). Por otro lado, Carrizo hizo hincapié en las provincias en las cuales se violó la Ley de Cuotas fueron aquellas que coinciden con la administración de un partido dominante, como por ejemplo Formosa, donde un 54% de las listas no respetó el porcentaje de mujeres exigido por la legislación. Por ello destacó que un cambio en la herramienta de votación (por la BUE) implicarí­a no solo una posibilidad de mejorar la competencia partidaria sino también de un mayor respeto a estas leyes.

Es válido recordar que la paridad de género implica que un 50% de la lista este compuesta por mujeres, y para que sea efectiva es necesario que la norma sea obligatoria, donde el orden de los candidatos se presente en forma de alternancia y de secuencialidad, respetando el mandato de posición, y se establezcan sanciones ante su incumplimiento. Tanto la paridad como las cuotas, tendrán un mejor desempeí±o en distritos de magnitudes grandes (mayor a diez bancas en juego) y con listas cerradas y bloqueadas (sábana).

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