En época de debate sobre la reforma electoral, es necesario tomar en consideración el sistema de partidos como un aspecto a mejorar. Desde Argentina Elections investigamos dicha cuestión notando que la proliferación de partidos produce una mayor fragmentación y debilita su capacidad de representación.
En una entrevista concedida a este portal a principios de aí±o, Alejandro Tullio, había manifestado su preocupación acerca de la “proliferación de partidos políticos sin base representativa y su organización interna democráticaâ€. Luego agregó, de manera autocrítica, que la reforma de 2009 no lo había podido solucionar.
Si bien es cierto que el número que aquí se plantea es muy distinto al de la NEP (número efectivo de partidos), la idea de este artículo es sostener que la explosión de partidos políticos genera una alta fragmentación que repercute sobre la calidad democrática.
Los números reflejan con claridad dicho crecimiento. Para el caso de los partidos de orden nacional (P.O.N), el cuadro 1 deja ver que desde el 2013 la tendencia es ascendente llegando al pico de 2016 (el más alto de todo el período).
Cuadro 1
Aí±o | P.O.N |
2009 | 33 |
2010 | 33 |
2011 | 40 |
2012 | 34 |
2013 | 33 |
2014 | 33 |
2015 | 38 |
2016 | 42 |
Fuente: Cámara Nacional Electoral
En el caso de los partidos de orden distrital, el crecimiento es aún más exponencial. Como lo muestra el gráfico 1, en los últimos cuatro aí±os se observa una fuerte tendencia ascendente.
Gráfico 1
Fuente: Los datos surgen de los informes anuales sobre partidos políticos elaborados por la CNE
A modo reflexivo es menester replantearse la necesidad de recuperar la vida interna de los partidos políticos. A su vez, generar más compromiso con las filas partidarias y no se creación debido a caprichos o peleas internas.
Cabe preguntarse ¿por qué se proliferan tantos partidos políticos, muchos de ellos desconocidos? Y aquí entra en escena un elemento, del que poco se habla, y es que en Argentina es el Estado el que financia a los partidos políticos. Este principio constitucional garante de la libertad de expresión, termina siendo, en algunos casos, un elemento de especulación. Más que nada en aquellos casos donde la representación es insignificante.
Para finalizar, que quede claro que aumentar indiscriminadamente la cantidad de partidos políticos no hace a un sistema más democrático sino más fragmentado y con una débil capacidad de representación. La clave pasa por consolidar la vida interna, construyendo instituciones que den vitalidad. Mejora la calidad por encima de la cantidad.