Por Lic. Laura Mor.
Fotos: Gentileza de Kaloian Santos Cabrera.
A pesar de muchas especulaciones, Cristina Fernández de Kirchner no dio su discurso de cara al ballotage, dio dos. Ante una multitud de juventud y militancia, Cristina habló desde la Casa Rosada.
Aprovechando la presentación del proyecto de bosques nativos y comunidad, la entrega de certificados de créditos de los programas Pymes y Fondear y la inauguración del nuevo edificio del Centro de Investigaciones y Desarrollo en Inmunología y Enfermedades Infecciosas (CIDIE), la mandataria se refirió al escenario de polarización que dejaron las elecciones del domingo pasado.
«Vamos a ir al balotaje porque somos una fuerza democrática y estamos convencidos de este procesoâ€. Sin la presencia del candidato oficialista, la Presidente confirmó el ballotage ante los rumores que dejaban entrever que Daniel Scioli se bajaría, dándole la victoria presidencial a Mauricio Macri.
Apelando a la identidad popular, a las políticas sociales y de derechos humanos que tuvieron lugar en los últimos aí±os de gobierno kirchnerista Cristina marcó la diferencia con la oposición, contraponiendo dos proyectos de país.
Separándose de las candidaturas específicas que competirán por la Primera Magistratura el próximo 22 de noviembre, llenó el discurso de contenido ideológico. En tiempos donde la lógica imperante es el intento supranacional de desideoleogizar los discursos, haciéndolos laxos y con consignas y spots marketineros, ideologizar un discurso político siempre parece ser una buena estrategia.
«No se elige solo un Presidente, se elige un modelo de país». (…) «Esto no es un partido de fútbol, no se eligen entre figuritas. Los nombres no importan, importan las políticas de Estado», y así se distanció de la interna partidaria, haciendo también referencia a “los de afuera y de adentro que nos quieren dividirâ€, evidenciando lo dicho por Aníbal Fernández sobre la mala pasada del propio Frente para la Victoria que no acompaí±ó a su propio candidato en las urnas; pero también como crítica solapada a Cambiemos.
Sin nombrar candidatos presidenciales, ni propios ni ajenos, Cristina Kirchner apeló a “seguir tomando decisiones que beneficien a la mayoría†invocando a toda la ciudadanía a realizar un voto a conciencia, reforzando el concepto de unidad popular, pero también de organización política; volviendo a poner énfasis en el rol creciente que la juventud ha venido teniendo en la militancia; momento en el que aprovechó para felicitar a María Eugenia Vidal por ser la primera mujer electa como gobernadora en la Provincia de Buenos Aires.
Asimismo entre ironías hacia la oposición y los virajes en el discurso de Mauricio Macri en cuanto a las políticas llevadas a cabo por el gobierno nacional como la estatización del 51% de YPF, la nacionalización de Aerolíneas y Aguas Argentinas; evidenció la voluntad política de la fuerza de dar el debate que anteriormente no dieron, considerando un escenario en donde los números no acompaí±an –al día de hoy- al candidato del proyecto.
Este discurso marca un claro clivaje en el escenario pre ballotage, ya que al marcar una dicotomía clara entre dos proyectos de país, apelando a la soberanía nacional y la identidad y no a personas individuales, Cristina abrió el espectro a posibles votantes no kirchneristas, llamándolos a defender sus derechos y no a un gobierno; al tiempo de que reforzó la cohesión al interior del FpV ante aquellos que no se sentían seducidos por el hecho de que el candidato fuese el que es.
De esta manera, Cristina volvió a dar significancia a aquello de “el candidato es el proyectoâ€, slogan previo a las primarias y a la designación de Daniel Scioli como único candidato presidencial por el Frente para la Victoria, enmarcándolo en los procesos políticos que se vienen desarrollando en la región y respaldándose en los doce aí±os de gestión kirchnerista.