¿Hacen los candidatos los debates o los debates pueden también hacer candidatos?
Antes de detallar el uso del Debate público y televisado en la democracia colombiana como herramienta informativa para la ciudadanía durante los comicios presidenciales es importante mencionar brevemente algunas generalidades del marco político existente en dicho Estado.
Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista. Se organiza políticamente en 32 departamentos descentralizados y un Distrito capital que es Bogotá.
La República de Colombia presenta un sistema presidencialista con un Congreso bicameral y una organización judicial nacional y regional. Históricamente ha prevalecido un sistema político tradicionalmente bipartidista en el cual el Partido Liberal y el Conservador se han configurado como las dos colectividades preponderantes. Este acaparamiento de la representación política se reforzó con el sistema del Frente Nacional (1958-1974).¹
Exceptuando al Partido Comunista Colombiano que ha orbitado en el escenario polítco nacional desde 1930. Otros movimientos políticos han tenido un origen accidental y/o temporal ese ha sido el caso de UNIR en 1935, la ANAPO en 1970 y el M-19 en 1990.
Con la asamblea constituyente de 1991 se instituyó la figura supletoria del vicepresidente. Desde ese aí±o también se introdujo el criterio de ballotage o de segunda vuelta para los comicios presidenciales. Vale también mencionar que la Constitución Política de 1991 cambió por completo la manera como se hacían las elecciones en Colombia pues se estableció un tarjetón que controlado exclusivamente por la autoridad electoral.
Aunque el voto en Colombia no es obligatorio desde 1997 a través de la Ley 403 se reglamentaron estímulos electorales para la consecución de créditos, becas, ingreso a instituciones públicas o privadas y empleo en carreras de servicio estatal.
Elecciones y Debate presidencial 1986
En Febrero de ese aí±o se dio el primer debate televisado entre aspirantes presidenciales. Presentaron sus plataformas y propuestas los entonces candidatos Luis Carlos Galán por el Partido Liberal y Alvaro Gómez Hurtado por el Partido Conservador. El liberal Virgilio Barco, quién resultaría favorecido en las urnas decidió no presentarse al debate.
Las encuestas de ese aí±o indicaron que luego del debate Galán ganó terreno fundamentalmente entre los ciudadanos que no simpatizaban con alguno de los partidos tradicionales. Pasada la emisión del debate Barco permitió que se le entrevistara en otros programas de televisión populares para la época.
Debido a la coyuntura nacional el disidente liberal Luis Carlos Galán decide no postularse a la contienda de mayo y apoya a Barco. Quien terminó consiguiendo 4.214.510 votos equivalentes a un 58.29% del total del escrutinio.
Ya en 1986 en Colombia se hablaba del cambio irreversible en la política que implicaba el debate televisado y como en Estados Unidos se estaba proponiendo la obligatoreidad de esta herramienta comunicativa en materia electoral. No es menor recordar que en ese aí±o se cumplía el 25 aniversario de la primera rueda de prensa en vivo protagonizada por Jhon F. Kennedy.
Empezaba a vislumbrarse también la desafección por parte de la ciudanía hacia los partidos políticos. Los expertos enfatizaban lo necesario que era preservar este elemento comunicativo entre futuros gobernantes y gobernados. Puesto que la decisión del votante ahora tendría una inspiración individualista que podría depender en gran medida de su apreciación particular del candidato a través de un formato televisivo.
Elecciones presidenciales 1990
En unas elecciones marcadas por la violencia extrema dirigida por la mafia del narcotráfico, en cabeza de Pablo Escobar y del paramilitarismo, fueron asesinados cuatro candidatos a la presidencia: Luis Carlos Galán (Partido Liberal), Bernardo Jaramillo Ossa (Partido Comunista), Jaime Pardo Leal (Unión Patrótica) y Carlos Pizarro (Alianza Democrática M-19).
César Gaviria retomó la candidatura de Galán por el Partido Liberal. Y Antonio Navarro Wolff hizo lo propio por la candidatura de Pizarro por la Alianza Democrática M-19.
Para estos comicios no hubo Debate presidencial. La comunicación con la ciudadanía se redujo a una rueda de prensa que dio César Gaviria. ílvaro Gómez Hurtado por el Movimiento de Salvación Nacional, Rodrigo Lloreda por el Partido Conservador y Navarro Wolff por el M-19 aprovecharon los espacios estatales para responder inquietudes en fábricas y universidades del país. Según la información recabada los candidatos pese a intercambiar cartas no pudieron llegar a un acuerdo sobre las condiciones del debate.
Para agosto de 1989 todas las encuestas daban como amplio triunfador tanto en la consulta interna del Partido Liberal como en la elección general a Luis Carlos Galán. Luego de su asesinato resultó elegido su reemplazo César Gaviria Trujillo que alcanzó 2.891.808 votos equivalentes a un 47.82% del total de votos emitidos (6.047.567).
Elecciones y Debate presidencial 1994
Faltando dos semanas para que se desarrollarán los comicios finalmente se concretó un intercambio de ideas entre quienes según las encuestas figuraban como los más firmes candidatos a conquistar Jefatura del Estado en esa oportunidad. Así se excluyeron otros candidaturas que no contaban con la maquinaria electoral de los Partidos tradicionales.
Antonio Navarro Wolff candidato por la coalición Compromiso Colombia ante una audiencia calculada en siete millones de telespectadores interrupió brevemente el debate televisado entre los candidatos Ernesto Samper por el Partido Liberal y Andrés Pastrana por el Partido Conservador/Nueva Fuerza Democrática. Navarro Wolff ex comandante guerrillero y ex ministro del entonces presidente César Gaviria, reclamó el derecho de las minorías a exponer sus ideas en el marco de una Democracia participativa.
Ernesto Samper por el Partido Liberal salió vencedor en segunda vuelta consiguiendo 3.733.366 votos equivalentes a un 50.57% del total de votos emitidos (7.382.653).
Elecciones y Debate presidencial 1998
Andrés Pastrana por el Partido Conservador intentaba nuevamente conseguir la presidencia de Colombia y en primera vuelta decidió no aceptar invitaciones a debates políticos. Su actitud sugería que se rehusaba a arriesgarse a ceder el terreno ya ganado.
Sin embargo, al verse en desventaja para la segunda vuelta frente a Horacio Serpa por el Partido Liberal, accedió a encontrarse con su rival político. En su momento para algunos expertos dicha aparición ante las cámaras, confrontando al ex ministro del Interior de Ernesto Samper, le sumó importantes apoyos que le garantizaron la victoria en segunda vuelta.
Pastrana en balllotage obtuvo 6.114.752 votos que representaron un 50.39% del total del escrutinio. En Colombia desde 1990 y hasta 1998  ninguno de los candidatos a presidente había podido conseguir el 50% más uno de los votos válidos emitidos y escrutados para poder ser elegido en primera vuelta.
Elecciones y Debate presidencial 2002
Los principales presidenciables de ese momento eran Horacio Serpa por el Partido Liberal, Noemí Sanín por el Movimiento Sí Colombia, Luis Eduardo Garzón por el Polo Democrático Independiente y el discidente del Liberalismo ílvaro Uribe Vélez por el Movimiento Primero Colombia.
En un principio según las encuestas Horacio Serpa mantenía el liderato (con alrededor de 40% de la intención de voto), seguido de Sanín y de Uribe quienes se disputaban el segundo puesto (ambos con un 20%).
Hubo varios “cara a cara†entre los candidatos en diversos espacios a nivel local y departamental. Uno de los más representativos fue en el foro “El país visto desde Antioquiaâ€. Para esa oportunidad Uribe se midió a una confrontación televisada en vivo lo que afianzó su popularidad. Plantando así su posición guerrerista y confrontacional frente al fracaso de los diálogos de paz entre las FARC y el gobierno de Pastrana (1998-2002).
Así entonces los colombianos aceptaron el reto de la guerra propuesto por Alvaro Uribe con un total de 5.862.655 votos que representaron un 53.048% del total del escrutino (11.249.734).
Elecciones y Debate presidencial 2006
Para estos comicios la re elección presidencial inmediata había entrado en vigor lo que implicó un profundo cambio en las reglas del juego político y generó una campaí±a distinta que tenía como eje principal el examen de las políticas de gobierno del Presidente en ejercicio y su propuesta para el período siguiente.
El entonces presidente y candidato declinó TODAS las invitaciones que hicieron medios nacionales e internacionales, para que intercambiara ideas con Horacio Serpa por el Partido Liberal, Carlos Gaviria por el Polo Democrático Independiente y Antanas Mockus por la Alianza Social Indígena. Desde la campaí±a reeleccionista se argumentaba que Uribe no podría figurar en igualdad de condiciones con los demás candidatos y además que no era oportuno para el jefe de Estado un escenario de confrontación.
Dado que el candidato-presidente contaba ya con una abrumadora popularidad no veía la necesidad de ponerla en riesgo. Es crucial resaltar que Uribe reforzaba su imagen en el imaginario colectivo nacional a través de los consejos comunitarios televisados que hacía semanalmente por todo el territorio nacional. A su vez era difícil diferenciar los actos de gobierno de los actos de campaí±a electoral. En sintésis el proceso electoral que se llevó a cabo en 2006 no logró cumplir con condiciones que aseguraran un mínimo básico de equilibrio competitivo entre los candidatos.
Pese a la ausencia del candidato-presidente Alvaro Uribe las otras candidaturas participaron de debates formales televizados y diversos encuentros con la prensa. Alvaro Uribe Vélez obtuvo un total de 7.397.835 votos equivalentes a un 62.35% del total de la votación. Le siguió en votación Carlos Gaviria Díaz quien alcanzó 2.613.157 votos  un 22.02% del total del escrutino (12.041.737).
Como ha podido apreciarse la continuidad de los debates presidenciales en Colombia no ha sido la norma. Resta aún la institucionalización del debate y es por esto que los candidatos con mayores opciones en las urnas así como los candidatos-presidentes no ven como un ejercicio fructífero concurrir al intercambio de ideas. Todavía no hay un costo político por la incomparecencia a los debates así lo corroboran los resultados de los comicios.
Sin embargo hoy por hoy se ha tendido a buscar espacios para que en departamentos y municipios los candidatos cumplan con la responsabilidad política que acarrea su postulación a cargos de elección popular. Parece pues que a paso de tortuga va asimilándose y consolidándose el debate político en la nación andina.