Claudio Lozano: í¢â‚¬Å“El gobierno que asuma deberá comenzar por cuestionar las acreencias ilegí­timas y los mecanismos de cesión de soberaní­aí¢â‚¬Â

descarga (1)Claudio Lozano es economista y Diputado Nacional por la Ciudad de Buenos Aires. Con el objetivo de renovar su banca se presentará por el Frente Popular, fuerza polí­tica que tiene como precandidato a presidente a Ví­ctor De Gennaro. En entrevista con Argentina Elections habló de sus propuestas, el rol de las fuerzas polí­ticas y fundamentalmente, clarificó cuestiones vinculadas a la polí­tica económica nacional e internacional adoptadas por el kirchnerismo, haciendo hincapié es dos aspectos: deuda y soberaní­a.

Argentina Elections: Teniendo en cuenta su trayectoria, ¿cuáles son sus aprendizajes y desafí­os de cara a su precandidatura como diputado?

Claudio Lozano: Mi experiencia como Diputado ha sido  vincular mi tarea con la decisión de abrir el Congreso para que todos los ciudadanos puedan participar, intervenir y decidir. Creo haberlo lograd.  Desde el Frente Popular fuimos prácticamente los inventores del sistema de “audiencia pública”, esto es, convocar a los actores que están involucrados en cada uno de los proyectos que se discuten y en todo caso hemos siempre colocado nuestras bancas al servicio de canalizar los proyectos concretos que las diferentes organizaciones de la comunidad tienen. No pensamos nuestra presencia legislativa por fuera del conjunto de la sociedad.

AE: ¿Usted está de acuerdo con que un legislador cobre lo mismo que un docente, tal como lo plantean el FIT o el MST?

CL: Desde el Frente Popular creemos que hay que replantear el tema de las relaciones de ingreso que existen entre la clase polí­tica y el “común de los mortales”. Esto implica una discusión general sobre el sistema de ingresos. Me parece que en el planteo que ellos hacen hay una cuestión muy de moral pero que no toma en cuenta el hecho objetivo de que la actividad que tiene un legislador suele tener costos mayores a los que puede tener un docente.

En nuestro caso, buena parte de nuestra dieta se utiliza para determinadas funciones de construcción o de tarea polí­tica, no necesariamente como ingreso personal. De hecho, la preparación de materiales, contratación de especialistas para temáticas especí­ficas, muchas veces sale de aquí­.  Por lo tanto creo que lo que hay discutir son relaciones normales y justas de ingresos sin entrar en cuestiones que son más bien de cierta “moralina” para quedar bien con el electorado.

AE: ¿Cuáles son las principales medidas que se impulsan desde el Frente Popular?

Creemos que hay que construir un piso de ingresos y de garantí­a de derecho para el conjunto de los hogares. Eso reclama polí­ticas de alcance universal y en ese sentido combinamos la idea de jubilación y asignación universal…

AE: ¿Cómo serí­a?

CL: La jubilación universal implica otorgar de manera automática la jubilación a todas las personas que lleguen a la edad para hacerlo (con o sin aportes). Con respecto al segundo punto, se requiere de armar en serio un sistema de asignación universal por hijo que no deje afuera – como sucede hoy – a 3,5 millones de personas y que efectivamente sea un sistema único.

AE: ¿Qué otras polí­ticas públicas realizarí­a?

Crearí­amos un “Seguro de empleo y formación” para todos aquellos que no están ocupados. Lo que lo hace es, o bien concluir su ciclo de formación educativa en caso que no lo tengan, o sino incorporarse en la prestación de servicios o procesos productivos.

AE: ¿Y con respecto a la pobreza?

CL: Para nosotros la eliminación de la pobreza supone una inversión de 5 puntos del PBI al aí±o y eso permitirí­a cambiar el perfil de consumo de la sociedad argentino. Esto se debe articularse con relanzar una perspectiva productiva fundada en el ahorro de divisas y eso implica una regulación distinta sobre los actores de mayor poder económico.

“No hay que olvidarse que Argentina tiene la misma ley de inversiones extranjeras y actividades financieras que en la última dictadura militar. Tiene 60 acuerdos bilaterales que nos atan de pies a manos en la discusión con los principales paí­ses del mundo.”

AE: Recientemente tuvo un cruce de declaraciones con el Ministro Tomada sobre el Salario Básico, que retoma la discusión sobre la calidad de los datos públicos. ¿Qué propuestas tiene para llegar a una instancia superadora  de este conflicto?

CL: Nosotros presentamos un proyecto de normalización del INDEC, que aparte lo elaboramos en el marco del esquema que comenté al inicio (audiencia pública). Lo hicimos con los técnicos y trabajadores del propio INDEC, donde estipulamos un conjunto de pasos para poder reconstituir el organismo luego de la intervención que ha sufrido. Ese proyecto existe e incluso fue aprobado en la Cámara de Diputados, pero no se logró que pase al Senado. Solución al tema hay, lo que no hay hasta el momento es vocación de tener estadí­sticas públicas.

A partir del 2007 al Gobierno comienza a quemársele los papeles y lo que ocurre en que la realidad comienza a tomar distancia respecto al discurso. Nace a partir de allí­ el proceso inflacionario, se debilita la generación de empleo, se desarticula la polí­tica económica. Es decir, se van a gestar un conjunto de elementos que se van a ir agravando y que, por alguna razón, en vez de solucionar los problemas el gobierno ha elegido tratar de enredar la discusión de manera tal que no se sepa en qué situación estamos.

De esta manera, toda afirmación que uno haga sea más una opinión que una referencia objetiva como la que en todo caso uno tendrí­a si pudiera ver estadí­sticas públicas. Un ejemplo claro es que el gobierno no quiere que se sepa el número de pobres luego de haber publicado estadí­sticas que eran directamente insostenibles, como las que la Presidente dijo en las FAO (Nota del editor: Discurso de la Presidente en Roma frente Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) directamente ha hecho desaparecer las estadí­sticas sobre pobreza e indigencia.

AE: ¿Qué piensa con respecto a la relación del FMI con el INDEC?

CL: La llegada del FMI se dio en el marco de un cambio de estrategia de polí­tica económica del gobierno, que consistió en dar un conjunto de pasos en lí­nea con volver a tomar deuda en los mercados financieros internacionales. En ese marco, se reconoció una compensación a Repsol pese a la depredación que ésta habí­a hecho del recurso hidrocarburí­fero – cosa que inicialmente se habí­a dicho que no se iba a hacer y se le terminó pagándose prácticamente todo lo que la empresa espaí±ola demandaba –.

“Además, se asumió una deuda con el Club de Parí­s – tomada inicialmente en la dictadura – que no se cuestionó ni se logró una quita sino que se amplió el nivel de endeudamiento. Así­ se buscó volver a establecer un ví­nculo con el FMI, que demandaba una reformulación sobre las estadí­sticas públicas con el objetivo de que la Argentina tuviera un aval para volver al mercado financiero internacional. Esto se terminó de cortar por el conflicto con juez Griesa, pero en lo que refiere al tema particular de las estadí­sticas el gobierno terminó armando un nuevo í­ndice que en realidad nunca terminó de ser avalado por el Fondo, entre otras cosas porque presenta problemas de “rigor” estadí­stico importante.”

 

AE: ¿Qué panorama observa en relación al conflicto con los fondos “Buitres”?

CL: Desde Unidad Popular hace tiempo que venimos marcando una diferencia muy clara respecto a las diferentes opciones que hay dando vuelta. Para nosotros la salida, en el caso de la deuda, es la auditorí­a integral de la deuda pública por parte del Congreso Nacional que permita discriminar legalidad, ilegalidad, legitimidad e ilegitimidad, definir qué deuda corresponde pagar y cuál no. Nosotros creemos que hay deudas como la del Club de Parí­s que una parte sustantiva de ella – prácticamente la mitad – es una deuda repudiable porque es deuda tomada en la dictadura. También creemos que los canjes tienen situaciones de ilegalidad y vicios de inconstitucionalidad y en algunos casos se observan situaciones de tráfico de influencias que merecerí­an especial atención.

Con respecto al fallo de Griesa, nosotros lo desconocemos más aún teniendo en cuenta que está fundado en la existencia de bonos que en realidad violan la Constitución Nacional: son bonos que ceden jurisdicción y soberaní­a, que la Argentina debió haber cuestionado en su momento en el marco de una auditorí­a y no lo hizo. Por eso insisto, el gobierno que asuma deberá comenzar por cuestionar las acreencias ilegí­timas y los mecanismos de cesión de soberaní­a.

AE: Cristina Kirchner ha declarado que “a la izquierda del FpV hay una pared”, ¿qué piensa al respecto?

CL: Nosotros creemos que los conflictos se afrontan, por un lado, desde la participación en organizaciones populares, acompaí±ar en condiciones concretas los conflictos que tiene el pueblo, y por el otro hablando en serio de los problemas que tiene la Argentina.

Más allá del discurso, lo cierto es que si uno toma las 500 empresas más importantes del paí­s han duplicado su gravitación en la economí­a nacional. Esto significa que pese a todo el discurso, la concentración de la economí­a en Argentina no solo que no se redujo sino que aumentó. Y se multiplicó por tres la presencia de capital extranjero dentro del stock de capital del paí­s.

Hoy, en la práctica, hay una cúpula empresarial dominantemente extranjera acompaí±ada por un puí±ado reducido de grupos locales – que tienen más dinero afuera que adentro – que son los que manejan  los núcleos centrales de la actividad económica del paí­s.

“La actividad económica en el curso de esta década se caracteriza por haber destruido la capacidad de inversión de la Argentina sobre la base de una fuga de cien mil millones de dólares sobre la base de transferir utilidades en un 70% del total de lo ganado por las empresas transnacionales del paí­s y en donde hay un componente de inversión donde el 50%  es especulativa en ladrillos que no amplí­a la capacidad productiva. O sea, este gobierno ha fracasado en su marco regulatorio a la hora de poder disciplinar la lógica del capitalismo argentino. Consecuentemente, para nosotros esto es discutir el paí­s, de buscar una senda de desarrollo distinta.”

 

AE: Dentro del plano ideológico, circulan crí­ticas en base a la pregunta de por qué la izquierda no se une por completo para las elecciones… ¿cómo lo analizan desde el Frente Popular?

CL: Nosotros no tenemos que ver con la centro-izquierda ni tampoco con la izquierda. Nosotros sí­ somos respetuosos y venimos de diferentes culturas. En el Frente Popular hay compaí±eros de la cultura de izquierda, peronista, radical o de ninguna de ellas.

“Dominantemente no venimos del palo de lo partidario sino que tenemos que más que ver con haber gestado y construido organizaciones en el terreno social, que pelean por el trabajo, vivienda, salud o educación. Desde aquí­ pensamos en la construcción de una alternativa polí­tica diferente.”

 

AE: ¿Qué piensa sobre el resto de las fuerzas polí­ticas?

CL: En estos aí±os el PJ fue capaz de proponernos a Menem y al neoliberalismo en los ´90, luego un kirchnerismo supuestamente asociado a los movimientos de cambio de América Latina y nos devuelve hoy una perspectiva conservadora. Lo que está claro  es que el PJ no es un canal para un proyecto estratégico sino que es un engendro de contradicciones que lo que menos tiene es una perspectiva estratégica de nación o de desarrollo.

La otra tradición popular, la UCR, ha demostrado que, tanto en el 2009 con el acuerdo con De Narváez como hoy con su acuerdo con Macri, es la plataforma nacional de opciones conservadoras.

Finalmente, hay una experiencia denominada “progresismo” que en una variante se abraza al PJ – por ejemplo Sabatella -  y en la otra lo hace con la UCR – por ejemplo Stolbizer.

“Nosotros creemos que hay que fundar otro tipo de experiencia en la Argentina. Ese es el intento del Frente Popular. Tenemos como definición que hay que terminar con la lógica del capitalismo argentino, compartimos ese punto con la mirada de la izquierda, pero tenemos como diferencia que no tiene que haber sociedad planificada, sino una construcción, a base de discusión, con la comunidad de manera democrática. El Frente Popular quiere superar las PASO para poder discutir la Argentina que viene.”

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