El papel de las Primarias en las elecciones 2015

Las Primarias, Abiertas, Simultaneas y Obligatorias (PASO) jugarí­an un papel importante en la designación de los candidatos presidenciales del Frente para la Victoria y UNEN. El FpV defiende el modelo actual, en el cual se eligen formulas de Presidente y Vicepresidente, mientras que UNEN y el Pro han presentado proyectos para que sólo se seleccione al presidente y  el vice sea a posteriori. Esta modificación buscarí­a por el lado de UNEN generar una formula fuerte, permitiendo que un presidenciable pase a vice en el caso de ser derrotado; por su parte el Pro aún especula participar en alguna alianza mayor.

DBF

Primarias: el formato preferido de cada uno de los candidatos
Pablo Ibáí±ez
Ambito
14 de julio de 2014

A las sospechas y reproches del principio le siguió la presunción de inservibles para terminar por asumir, casi un lustro después de su «invención» en el laboratorio polí­tico K, las internas abiertas como una instancia primordial.

El universo que habitan los cuatro clanes con más expectativas para la presidencial que viene, se prepara para protagonizar las PASO más calientes y frenéticas desde que el sistema se votó en 2009 y debutó en 2011.

Hasta ahora, sólo el frente entre la UCR y el socialismo, y el peronismo K, por diferentes motivos, fijaban en su hoja de ruta apostar a una disputa con más de un candidato en las internas del 9 de agosto de 2015.

Beneficios

UNEN adivinó, y luego comprobó, los beneficios de una primaria en la elección de legisladores por Capital Federal. El peronismo K, que aplicó el régimen en provincias como Entre Rí­os y Chaco, lo interpreta como un recurso imprescindible para «movilizar» a su dispositivo polí­tico y electoral.

La novedad reciente es que tanto Sergio Massa como Mauricio Macri, que hasta hace un tiempo advertí­an que no tendrí­an rivales en las PASO presidenciales, ahora también apuestan a potenciar sus primarias.

El tiempo, a su modo, parece darle la razón a Néstor Kirchner que en 2009, luego de perder ante Francisco de Narváez en la provincia de Buenos Aires, motorizó ví­a Florencio Randazzo una reforma electoral que se cristalizó en las PASO: Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias.

Kirchner las imaginó como un mecanismo para contener, a través de varios candidatos, a distintos sectores del enjambre electoral. Se atribuye al pingí¼ino haber confiado que su intención era ser candidato presidencial en 2011 con tres candidatos a gobernador, Daniel Scioli, Sergio Massa y Martí­n Sabbatella, todos colgados y tributarios de su boleta mayor.

Cristina de Kirchner no necesitó de ese despliegue para ganar con comodidad aunque activó, para sumar por afuera del peronismo clásico y a la vez incomodar a Scioli, las PASO y luego permitió, atajo mediante, una colectora para Sabbatella.

Escaso

Fue una excepción en la aplicación del sistema. En 2011, ninguno de los diez clanes que anotaron fórmula presidencial, tuvo interna. Sólo dos gobernadores, Scioli y Sergio Urribarri en Entre Rí¬os, tuvieron rivales dentro de su partido, el FpV: el bonaerense fulminó a Mario Ishii y el entrerriano a Gerardo González.

En San Juan y San Luis hubo primarias simultáneas, pero no hubo competencia sino que los partidos llevaban boletas únicas.

En 2013, el modelo empezó a funcionar: en las legislativas, en 21 de los 24 distritos, al menos un partido tuvo PASO. La estadí­stica es más optimista que la realidad: solo en 8 hubo competencia en el FpV y en varios casos se trató de espacios periféricos como, por ejemplo Compromiso Federal en la provincia de Buenos Aires, que anotó 4 listas para su PASO que juntaron 100 mil votos, apenas algo más del 1%.

En cambio, fue potente la primaria porteí±a de UNEN, las que armaron Urribarri en Entre Rí­os y Jorge Capitanich en Chaco para evitar fugas o la que confeccionó la oposición anti Gioja en San Juan que le permitió derrotar al gobernador en esa instancia.

Rumbo a 2015, el mecanismo no sólo aparece validado, sino también interpretado como un recurso necesario o, al menos, a tener en cuenta en la táctica electoral. Veamos cada caso:

• Peronismo K. El PJ oficial lo interpreta como un formato para tratar de contener a la mayor cantidad de sectores por lo cual, en general, se asume que irán a la PASO presidencial al menos dos candidatos -Scioli y uno alineado con la Casa Rosada, como Randazzo o Urribarri- aunque no faltan los que hablan de tres y los que, por el contrario, arriesgan que al final sólo llegará un candidato. El PJ entiende que luego del verticalismo y el «dedazo» cristinista, y ante la amenaza de otra oferta peronista ví­a Massa, es imprescindible habilitar una PASO real para presidente, gobernadores e intendentes.

Hay, entre los ultra-K, planteos antagónicos: están los que creen que conviene un solo candidato para enfrentar a Scioli en las PASO y los que entienden que dos, uno por izquierda y otro por derecha, lo harí­an más vulnerable.

• Massismo. En su esquema original, Massa apostaba a potenciar las PASO a nivel provincial con la disputa por la gobernación, pero luego empezó a virar hasta imaginar una primaria en el Frente Renovador en la que tendrí­a enfrente a José Manuel de la Sota.

El plan de los massistas es que el cordobés sea una especie de sparring consentido que le permita mostrar peronismo, sumar en el centro del paí­s y ensanchar en espacio del Frente Renovador. Massa y De la Sota, que tiene diálogo fluido y cordial, ya planean ese escenario a la vez que el tigrense sigue con su idea de propiciar internas para la gobernación, sobre todo en Buenos Aires.

•Macrismo. El jefe de Gobierno porteí±o está en plena efervescencia a partir de las encuestas que lo ubican en crecimiento permanente que le devuelven la idea de candidato competitivo para 2015 lo cual, a la vez, opera como un atractivo para sectores de la UCR con los que viene craneando un acuerdo.

Los términos de un entendimiento con el radicalismo contemplan la variable de una PASO entre Macri y un dirigente del centenario y atomizado partido, preferentemente del interior del paí­s para compensar la «porteí±idad» de Macri.

Sin embargo, el jefe del PRO diseí±a un esquema nacional, mirando provincia por provincia, más enfocado en un megaacuerdo que en competencias.

• UNEN. La experiencia interesante en Capital aparece como un buen antecedente y como un formato exitoso para ensayar en la presidencial que tiene, al menos, tres candidatos anotados, Julio Cobos, Ernesto Sanz y Hermes Binner, a los que podrí­an sumarse Elisa Carrió y Fernando Pino Solanas, aunque otros especulan con que el sciolista santafesino bajará, luego, a pelear la gobernación para tratar de garantizar la provincia para el PS. De UNEN; aunque luego lo respaldó el PRO, surgió la idea de reformar la ley de las PASO para permitir que la fórmula que llegue a la elección general pueda integrarse a partir de los que compiten en las primarias, lo que se proyectó a partir de una supuesta interna entre Cobos y Binner que derive, luego, en una fórmula compartida. Por ahora, el FpV no accede a tratar ningún retoque de ese tipo en el Congreso.

Los K resisten dos proyectos para modificar las PASO
Mario Fiore
Los Andes
18 de mayo de 2014

Dos proyectos, uno del Pro y otro del GEN, fueron presentados en la Cámara baja para modificar el sistema de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) a fin de permitir que los distintos grupos internos que se presentan a la elección primaria puedan presentar sólo un precandidato a presidente y permitirle al triunfador que pueda escoger luego su candidato a vicepresidente, de modo de poder colocar en ese cargo a uno de sus rivales internos y garantizar la unidad del espacio polí­tico.

Sin embargo, el oficialismo está cerrado a discutir este tipo de cambios a la ley de las PASO y sin el consentimiento del Frente para la Victoria estas modificaciones no tienen futuro ya que cualquier cambio a una ley electoral exige mayorí­a calificadas de las dos cámaras.

El proyecto del Pro fue presentado el 8 de mayo en el Congreso por toda la bancada de diputados macristas y avanza también en un reclamo antiguo de la oposición en general: la instauración de la boleta única en las elecciones nacionales, similar a la que se usa en Córdoba o en Santa Fe.

Este proyecto permite que quien se transforme en candidato a presidente luego de las primarias pueda elegir a su vice dentro de dirigentes del mismo espacio, no pudiendo escoger a un dirigente que haya ido a las primarias dentro de otro espacio polí­tico (como por ejemplo UNEN).

La diputada Margarita Stolbizer, lí­der del GEN y figura importante del Frente Amplio UNEN, también hizo su propuesta en los últimos dí­as. Stolbizer sugiere adoptar un sistema para elegir solo el candidato a presidente y no una fórmula compuesta con un candidato a vice, dejando en manos de partidos o alianzas electorales la decisión de quién acompaí±ará al candidato ganador en la elección general.

Se trata de un sistema similar al uruguayo. También se promueve la proclamación automática de la lista única cuando no existiera la competencia interna, y se elimina la exigencia proscriptiva de un porcentaje de votos para habilitar llegar a la elección general. Sin embargo, el proyecto del GEN no fue consensuado con el resto de las fuerzas que integran UNEN, donde la mayorí­a de las voces ven como «imposible» que el oficialismo acepte avanzar en este tipo de cambios que sólo favorecerí­an -hoy y en los papeles- a los conglomerados de partidos de la oposición.

En el kirchnerismo la única idea que anda dando vueltas es cambiar las PASO para establecer en la ley que la distribución de las candidaturas de diputados nacionales se realice en las primarias con el mismo sistema que se utiliza para repartir los escaí±os luego de la elección general de octubre: el sistema D´Hont. Actualmente, la norma deja abierto a los acuerdos a los que arriben los sectores internos de cada espacio el método por el cual se conforman las nóminas de legisladores que llega a octubre.

El ejemplo para entender esto es lo que sucedió en la Capital Federal en 2013 en el espacio UNEN. Allí­ se dispuso que debí­a superarse el 22% de los votos para poder entrar en el reparto, lo que dejó en manos de Elisa Carrió -la ganadora- y de Martí­n Lousteau -el segundo- todas las candidaturas que fueron en la boleta de octubre y en cambio Ricardo Gil Lavedra, por no llegar al piso del 22%, no pudo ingresar a la nómina.

Dentro del oficialismo quien postuló esto fue el ministro de Defensa, Agustí­n Rossi, apaí±ado por La Cámpora. El planteo tiene cierto grado de consenso. La jugada le permitirí­a a los alfiles de la presidenta Cristina Kirchner dar pelea en todos los distritos por las bancas a diputados nacionales del oficialismo. Daniel Scioli, el principal candidato, no se mostró reactivo a la idea, aunque prefiere que sean todos los gobernadores quienes tomen la decisión.

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