Ya en la etapa de cierre de campaí±as en la provincia, y de cara a las elecciones legislativas del próximo domingo, una noticia difundida por el diario norteamericano The New York Times sobre el acuerdo entre las petroleras YPF y Chevrón hizo que se retomara el tema por parte de los partidos.
El diario trató en su nota el problema de las clausulas secretas del contrato firmado entre ambas empresas. A pesar de que la petrolera nacional desmintió la información, el contrato fue eje de serias críticas por parte de los partidos opositores.
Artículo del New York Times impacta en clima electoral
24 de octubre de 2013 – Diariamente Neuquén
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El acuerdo comercial entre Chevron e YPF se firmó este miércoles (foto prensa YPF).
Un artículo publicado este jueves por The New York Times revelando un contenido presuntamente “secreto†del convenio entre YPF y Chevron sobre Vaca Muerta, provocó un fuerte revuelo porque la petrolera argentina lo desmintió de manera tajante, y la oposición neuquina lo tomó como demostración de sus denuncias.
El diario estadounidense afirmó, a través de un nota titulada An Odd Alliance in Patagonia (Una extraí±a alianza en la Patagonia), con fuentes no identificadas, que el contrato YPF-Chevron incluye cobertura por riesgos y pérdidas para la petrolera estadounidense y que esta podrá retirarse de la inversión a los 18 meses sin penalidad y cobrar “regalías a perpetuidad por los pozos inicialesâ€.
“Funcionarios petroleros argentinos dijeron que el acuerdo Chevron-YPF protegerá a empresa estadounidense por pérdidas ligadas a un cambio en los vientos políticos. Después de que la compaí±ía invierta U$S 1200 millones, 18 meses más tarde se puede retirar de las operaciones sin penalidad y continuar recibiendo ganancias netas del 50 por ciento de la producción a perpetuidad sobre los pozos inicialesâ€, textualmente publicó el New York Times.
El artículo tuvo rápida repercusión en Neuquén, donde el convenio entre Chevron e YPF fue y es materia de polémica política electoral. El jefe del más importante sector de la oposición, el intendente capitalino Horacio Quiroga, dijo que “por algo estas cláusulas eran tan secretasâ€, agregando que “seguramente para el gobierno de la provincia estas revelaciones no han sido ninguna sorpresaâ€.
Quiroga insistió en que “el acuerdo entre Chevron-YPF fue una decisión apresurada, fruto del fracaso absoluto de la política energética del gobierno nacional que le hizo perder a Neuquén casi 50 mil millones de pesos desde el 2003. Es decir para la provincia no hubo ninguna década ganadaâ€.
“Tanto fue el apuro por aprobar el acuerdo que ni siquiera aceptaron debatirlo en el seno de la comisión de Medioambiente de la Legislatura, aún con los pésimos antecedentes en materia ambiental que tiene Chevronâ€, dijo el intendente.
“La Nación hace lo que quiere con los recursos de todos los neuquinos y puede hacerlo porque cuenta con el sumiso acompaí±amiento del gobernador Jorge Sapag. Es decir, el kirchnerismo vino por los recursos de todos los neuquinos y el propio gobernador lo avalóâ€, dijo Quiroga.
Desmentida de YPF
YPF emitió un comunicado de prensa desmintiendo al artículo publicado por el Times y reproduciendo textuales del presidente de la petrolera, Miguel Galuccio, durante una conferencia de prensa del 29 de agosto pasado que brindó junto a Ali Moshiri, vicepresidente regional de Chevron.
Un vocero de YPF explicó que “la empresa ni el Gobierno ofrecen ningún tipo de cobertura a Chevron por pérdidas†y que “la capacidad de retirarse a los 18 meses de la inversión es una decisión que deberá tomar la petrolera estadounidense y fue explicada por Miguel Galuccio en la conferencia de prensaâ€.
Por último, aclaró que “si Chevron se retira, podrá cobrar regalías de los pozos iniciales pero sólo hasta que finalice la concesión del área Loma Campaí±aâ€, que sería en noviembre de 2048.
YPF distribuyó a los medios la diapositiva con la cual Miguel Galuccio explicó en agosto pasado que a Chevron no se le garantizan precios ni depositará dólares como garantía para la inversión.
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A continuación, el artículo original (en idioma inglés):
An Odd Alliance in Patagonia
Simon Romero / Clifford Krauss
21 de octubre de 2013 – The New York Times
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NEUQUí‰N, Argentina — On the windswept Patagonian steppe, crews of roughnecks are drilling around the clock in pursuit of a vast shale oil reservoir that might be the world’s next great oil field.
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But that ambition hinges on an improbable alliance between the American oil giant Chevron and Argentina, a politically volatile country with a history of hostility toward foreign investors. What brings them together is the dream of an enormous bounty from the field, called Vaca Muerta, or Dead Cow.
President Cristina Fernández de Kirchner’s decision to press ahead with the partnership with Chevron has her critics and supporters fuming because of the company’s long conflict with Ecuador over an Amazon pollution case. Other legal battles are raging over Argentina’s nationalization of its largest oil company, which also threaten to entangle Chevron.
And protests against hydraulic fracturing, the high pressure blasting of water and chemicals through the shale fields here in the Patagonian desert, have grown so fierce that the police have cracked down on thousands of demonstrators with tear gas and rubber bullets. Though Chevron is not directly involved in the fracturing, the popular agitation over the company’s venture here may subject other energy initiatives in this remote region to greater scrutiny.
Mrs. Kirchner’s embrace of Chevron is a striking demonstration of the lengths to which some governments, desperate for money, and energy companies, combing the world for new sources of oil, will go to emulate the shale oil revolution in the United States.
And few fields offer the potential riches of Vaca Muerta, which has estimated oil and gas reserves nearly equal to the total reserves of the oil giant Exxon Mobil.
“There is nothing close to this in the world,†Ali Moshiri, president of Chevron’s Africa-Latin America Exploration and Production, said of Vaca Muerta in an interview. “In our business risk is part of the equation.â€
Even with her health in doubt, after surgery this month to drain a blood clot that resulted from a head injury, Mrs. Kirchner has shown that she is willing to turn her back on years of economic policies that discouraged some energy investments. In the process, she is testing relations with her Ecuadorean ally, President Rafael Correa, who is trying to get Chevron to pay $19 billion in damages related to oil pollution in the Amazon rain forest.
Chevron’s assets in Argentina were frozen for months last year as the Ecuadorean plaintiffs in the case began increasing pressure on the company outside Ecuador. Chevron not only continued to operate in Argentina after that initial scare, but also opted to aggressively expand here, reflecting a vital need by big oil companies to find new oil reserves even in the most politically unstable places.
The United States Energy Information Administration has ranked Argentina fourth behind Russia, the United States and China in the world, with technically recoverable shale oil reserves of 27 billion barrels. And it ranks Argentina second after China in potentially recoverable shale gas reserves, with 802 trillion cubic feet. But as in many countries outside the United States, shale development in Argentina had progressed at a snail’s pace until now because of resistance and regulatory uncertainty. Local opposition among environmentalists and Mapuche Indians remains fierce.
“This is the worst form of extracting oil by the company with the worst record,†said Enrique Viale, the president of the Argentina Association of Environmental Lawyers, who took part in a protest of thousands against the agreement with Chevron in August when legislators were voting on it. Some buildings in Buenos Aires, the capital, remain covered in anti-Chevron graffiti. A rap video on social media in Argentina excoriates the authorities for working with Chevron.
Despite all the friction, Chevron took the leap a year ago with a tentative partnership agreement with YPF, the Argentine oil company that is now controlled by the government, to help develop part of Vaca Muerta. In control of a third of the field, YPF is also preparing agreements with several other companies including Bridas Corporation, a venture including the China National Offshore Oil Corporation, or Cnooc.