Buquet: «El principal efecto de las primarias consiste en la información que transmite a los agentes del sistema»

En una entrevista con Elecciones Argentinas, el Doctor en Ciencia Polí­tica Daniel Buquet remarcó que los «los procesos electorales generan incentivos para coordinar estratégicamente y no desperdiciar esfuerzos», por lo que, el hecho de que Cristina Fernández haya superado el 50% y que no haya habido un claro segundo competidor principal, «constituye el peor escenario para incentivar la coordinación» de los votantes opositores al oficialismo

La entrevista forma parte de la serie “Cinco preguntas a… Los académicos tienen la palabra” que realiza el equipo de Argentina Elections – Elecciones Argentina a varias figuras del ambiente académico nacional e internacional para analizar los comicios de 2011. Para ver el resto de las entrevistas, visite esta página. Por Javier Tejerizo.

Javier Tejerizo: -¿Por qué considera que el Frente para la Victoria llevó adelante una reforma polí­tica en 2009?

Daniel Buquet: El modelo que utilizo para estudiar reformas electorales asume que las coaliciones que promueven una reforma lo hacen para obetener beneficios en futuras competencias. En ese sentido el Frente para la Victoria habrí­a buscado beneficiarse a través de tres tipos de disposiciones. En primer lugar, la realización de primarias obligatorias le permitirí­a unificar a la coalición gobernante y, eventualmente al peronismo, detrás de la candidatura oficial. En segundo lugar, la prohibición de publicidad y los espacios gratuitos favorecen a quienes están enfrentados con los principales medios de comunicación. Finalmente, el requisito de superar un umbral mí­nimo para continuar en carrera, perjudica a los partidos menores y favorece a los mayores.

JT-¿Es una reforma más de tipo incluyente o excluyente?¿Por qué considera que resultó de tal manera?

DB: Cuando la coalición promotora de la reforma tiene expectativas de ganar en el futuro, intentará incluir normas que incrementen el premio de los ganadores. No es completamente claro que el Frente para la Victoria tuviera una clara expectativa de triunfo futuro en 2009, cuando habí­a sido derrotado en la elección legislativa. La celebración de primarias obligatorias, a priori, es una medida inclusiva, ya que abre un espacio de competencia que anteriormente no existí­a. También los espacios gratuitos en los medios constituyen una medida inclusiva por que equilibra las condiciones de la competencia haciendo que los resultados dependan en menor medida del poder económico. Pero la exigencia de participar en la primaria y superar un umbral para continuar en carrera es una norma excluyente, porque elimina competidores. Aunque estos competidores eliminados en la primaria de todas formas no tendrí­an oportunidades de competir por la presidencia, también quedan afuera de la competencia legislativa, aumentando las posibilidades de representación de los partidos mayores. En consecuencia la reforma ofrece rasgos mixtos que seguramente obedecen a los niveles de incertidumbre que existí­an en el momento de su aprobación y a conflictos concretos entre diversos sectores.

JT-¿Cómo cree Ud. que impactaron las modificaciones a la reglamentación electoral en la democracia interna de los partidos, en relación a las experiencias previas?

DB: No parecen haber tenido mayor impacto, en la medida en que en ningún partido hubo competencia por la candidatura presidencial. En todo caso puede haber habido mayor apertura en la disputa por cargos de nivel inferior. Pero eso no parece haber afectado en ningún caso las estructuras de liderazgo interno en los partidos principales.

JT -¿Qué efecto tiene la reforma polí­tica en el sistema de partidos?¿Y en el electorado?

Dada la ausencia de competencia en el nivel superior, lo que se explica por la ausencia de valor polí­tico en las denominaciones partidarias, y el nulo impacto en las estructuras de liderazgo de los partidos, el principal efecto de las primarias consiste en la información que transmite a los agentes del sistema. Los procesos electorales generan incentivos para coordinar estratégicamente y no desperdiciar esfuerzos. Una vez conocidos los resultados de las primarias (realizadas poco tiempo antes de las elecciones nacionales y con voto oblgatorio) se pueden estimar razonablemente bien las probabilidades de éxito de todas las candidaturas en la elección nacional. Los polí­ticos estarán en mejores condiciones para efectuar alianzas y los electores para votar por opciones con chance de ganar.

JT -¿Cómo lee los resultados de estas primarias, la rotunda victoria de CFK?

DB: En este caso, el hecho de que uno de los competidores haya superado el 50% y que no haya habido un claro competidor principal, constituye el peor escenario para incentivar la coordinación. Los opositores tienen escasas expectativas de derrotar al gobierno y ni siquiera tienen un lí­der definido en la opsición para concentrar los esfuerzos en torno suyo.

JT -¿Que rol le queda a la oposición frente a los resultados de las primarias y en vistas a los comicios de Octubre?

DB: Antes que nada deberí­an intentar eliminar la imagen del triunfo inevitable del Frente para la Victoria y alimentar la expectativa de que el escenario es reversible. En segundo lugar jerarquizar la elección legislativa, que es el espacio donde podrí­an tener mayores oportunidades. Finalmente, realizar alianzas puntales en algunas provincias para maximizar sus posibilidades en función de los resultados de las primarias.

¿Quién es?
Daniel Buquet Corleto es Doctor en Ciencia Polí­tica por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO-México). Se desempeí±a como Profesor e Investigador del Instituto de Ciencia Polí­tica de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República de Uruguay y ha participado como Profesor invitado en universidades de América Latina y Espaí±a. Se especializa en el estudio de los partidos polí­ticos y los sistemas electorales en América Latina. Es co-autor del libro “Fragmentación Polí­tica y Gobierno en Uruguay: ¿Un Enfermo Imaginario?” y ha publicado decenas de artí­culos en libros y revistas especializadas en el ámbito nacional e internacional. Está categorizado como investigador nivel II por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación. Fue el primer presidente de la Asociación Uruguaya de Ciencia Polí­tica (AUCiP) y actualmente integra el Comité Ejecutivo de la Asociación Latinoamericana de Ciencia Polí­tica (ALACIP).

Contribuyen en la serie: Juan Cruz Fernández, Mariano Machado, Hugo Passarello Luna, Luciano Romero Mascarell, Mariela Szejnfeld Sirkis

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