A poco más de un mes, CFK de visita en La Matanza

La presidenta se dio cita en La Matanza para inaugurar una nueva red de agua potable. A pesar de las dudas de muchos lectores, los actos de gobiernos estan permitidos durante la campaí±a (que de todos modos todaví­a no empezó) mientras que no tengan «elementos que promuevan expresamente la captación del sufragio a favor de ninguno de los candidatos». La lí­nea es delgada así­ que el debate continúa. Durante la visita, registrada por todos los medios nacionales, Cristina también visitó la planta de Mercedez- Benz en ocasión de su 60° aniversario y en relación a las importaciones afirmó que «si es preciso seguir siendo duros en defensa de la mayorí­a de los ciudadanos, lo seremos». El Partido de La Matanza reviste una gran importancia electoral por su crecimiento poblacional sostenido y porque, según los entendidos en la materia, su territorio serí­a una reproducción a escala de la demografí­a nacional.


Crédito de la foto: Sitio oficial Presidencia de la Nación


La historia de Marí­a, la mujer que conquistó a Cristina
L
a Nación

Mauricio Giambartolomei
8 de septiembre 2011 

Marí­a habla por teléfono en el comedor de la casa y su voz se escucha claramente en el patio. No grita, es que la misma se amplifica por los dos parlantes que cuelgan debajo del techo y transmiten una entrevista radial que le están realizando. «No sabí­a en que bolonqui me habí­a metido. Me llamaron de varias medios. Mis sobrinos me cargan», dice, riendo.

Lleva puesto el mismo atuendo que usó el martes pasado : pollera gris, blusa marrón con flores blancas y zapatos negros; y está peinada hacia atrás con pulcritud. «Mi finado esposo me decí­a que me habí­an criado en una heladera porque siempre ando vestida con mucha ropa», suelta, mientras acomoda los platos y los vasos usados en el almuerzo que descansan en una mesa de 30 aí±os. La hizo su marido, Teodomiro Villalba, que falleció hace 20.

Marí­a Santillán es jubilada, santiagueí±a, vive en La Matanza y en los últimos dí­as su vida cambió. Porque recibió la visita de la Presidenta Cristina Kirchner en su casa de paredes sin revocar, piso de tierra y cemento, cortinas utilizadas como puertas y baí±o precario en el patio. Fue elegida porque después de vivir 47 aí±os en el barrio recibió la instalación de agua potable.

Las dos se sentaron en la cama de una plaza donde duerme Marí­a y miraron, juntas, los programas de los canales de aire en el pequeí±o televisor que está apretado entre cajas, mantas, un ropero, una cucheta y paredes descascaradas y despintadas.

La visita de Cristina

El número de la calle está escrito con tiza en el frente de la casa: 7753. Las paredes de la fachada son de ladrillos, algunos pintados de blanco en forma desprolija, dos ventanas, una puerta de madera sin picaporte y una reja que se traba con un gancho precario. Desde la vereda, de piedra y cemento, se ve un largo pasillo y en la esquina asoma la flamante canilla de agua potable de plástico.

«Tení­amos bombas, pero era una crucificación (sic), porque estaba viejita como yo. Mis nietos traí­an el agua de la casa de al lado. La de acá no la podí­amos tomar porque era arenosa», cuenta sentada en una silla en el patio cerca de varios de los bidones apilados al lado de un carretel de madera donde hay ollas y palanganas secándose al sol.

«Soy fanática de la limpieza. Una de mis nietas me dice: ‘Abuela cuando me voy, estás limpiando, cuando vengo, estás limpiando’. Y ahora el agua será mi chiche, voy a jugar todo el dí­a», manifiesta entre risas.

En el comedor de su casa, donde vive con tres de sus hijos -tiene diez- y un nieto, hay una mesa con un mantel de hule, la pava y el mate, una botella de Coca Cola por la mitad y olor a comida; en la cocina todaví­a están las ollas que se usaron para preparar el almuerzo.

Cuelgan mantas y cortinas que separan dos de las habitaciones; en el fondo aparece la puerta de su pieza, llena de calcos y stickers, donde estuvo con Cristina Kirchner. «La visita fue hermosa, preciosa. No soí±aba una cosa semejante. Siempre la llevé en el corazón, deseaba verla de cerquita, tocarla, saludarla», reconoce.

«Fue algo muy rápido, como un refusilo , pero hermoso. Le dije que era un sueí±o poder verla y ella me abrazaba y me decí­a: ‘Pero Marí­a, me tenés acá a tu lado'», dice y admite que la noche anterior a la visita apenas pudo dormir cuatro horas.

«Cristina me dijo que estaba muy contenta de que la hayamos recibido humildemente. Le agradezco de corazón porque fue una barbaridad conmigo. Me brindó ese carií±o, ese respeto, es algo impresionante», reconoce.

Una vida dificil

La mamá de Marí­a murió a los 8 aí±os, ella se crí­o con su abuela y trabajó desde los 9. «A los 12 empecé a trabajar en la casa de un matrimonio en Ramos Mejí­a, con cama adentro. Me tuvieron paciencia, me enseí±aron, me educaron, fueron mis segundos padres».

Después de casarse con Teodomiro llegaron los hijos. «Tuve diez, siete mujeres y tres varones. Los cargo porque les digo: ‘Ustedes tienen un hijo cada tres o cuatro aí±os y yo tení­a dos por aí±o», cuenta. Después de su ocurrencia se detiene a pensar, tose, se le apaga la voz: «Me tocó pasar momentos muy feos, los más tristes, porque perdí­ a dos de mis hijos». Liliana murió cuando tení­a 15 aí±os; Roberto cuando habí­a cumplido 32.

 

Con ella viven Gabriel, Vanesa y Daniel, que está bajo tratamiento siquiátrico porque padece esquizofrenia. «Me agarró una depresión muy fea cuando murieron mis hijos. Pero tuve el apoyo de mis otros hijos, algunos viven en el sur por el oro verde [petróleo]». Mercedes, Mabel, Carina, Nora y Cristina completan la familia.

Desde el patio, surcado por una soga de donde cuelga la ropa lavada, y detrás del baí±o, se ve una construcción. Varias paredes levantadas y montones de escombros. «Esa será la casa de mi vieja, la estoy levantando de a poco porque cuestan mucho los ladrillos», admite Gabriel, empleado de seguridad y quien aporta el único sueldo para mantener el hogar. Los otros ingresos son la jubilación de Marí­a y algunos planes sociales.

Mientras tanto los cinco se acomodan en la humilde casa que levantó Marí­a y Teodomiro. «Nos costó mucho juntar peso por peso para comprar el terrenito donde hicimos una casillita. Mi esposo levantó la casilla de chapa de a poquito, como el hornero, ¿vio? El compraba los ladrillos y yo me poní­a con la comida», recuerda.

Ya es tarde, Marí­a se disculpa, tiene otra entrevista programada. Se volvió mediática y se rí­e de eso. «Solo sabrá Dios cómo manejar la fama. No tengo nada para ofrecerles, eso es lo que siento mucho, no atenderlos como se merecen, por eso le pido que me perdonen», remata con humildad.

 

Inauguran obras de agua para 20.000 vecinos de Virrey del Pino

Terra
6 de septiembre de 2011

La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, inauguró hoy el servicio de agua potable en el Barrio El Sol de la localidad de Virrey del Pino, que beneficia a unos 20.00 vecinos del Partido de La Matanza.

Estas obras de expansión de la red de agua potable, que ejecutan las cooperativas del Programa «Agua más trabajo», se enmarcan en el Plan Director que AySA lleva adelante en La Matanza desde marzo del 2006, y por el cual ya se incorporaron al servicio cerca de 400.000 habitantes.

El número de beneficiados ascenderá a 700.000 cuando concluyan las obras comprometidas, cubriendo así­ la totalidad de los residentes de ese partido del conurbano Oeste bonaerense.

La Presidenta estuvo acompaí±ada por el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli; el secretario de Obras Públicas de la Nación, José López; el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza; el presidente de AySA, Carlos Ben, entre otros.

Las red inaugurada demandó el tendido de 33.000 metros de caí±erí­as y más de 3.775 conexiones domiciliarias.

Además se hicieron obras de infraestructura como 49 perforaciones de abastecimiento, la Planta de Osmosis Inversa Virrey del Pino y el Acueducto Los Cedros-Virrey del Pino, que permitió dar servicio a las redes inauguradas.

«Con estas obras -seí±ala un comunicado de la empresa- el Gobierno nacional confirma su decisión de colocar los temas de saneamiento en la agenda de prioridades de las polí­ticas públicas, desarrollando a través de AySA, el Gobierno Provincial y los Municipios».

 CFK: «Si es preciso seguir siendo duros en defensa de la mayorí­a de los ciudadanos, lo seremos»
Página 12
6 de septiembre de 2011

En el acto conmemorativo por los 60 aí±os de Mercedes Benz en la Argentina, la presidenta Cristina Kirchner defendió la polí­tica en favor de la industria nacional, aseguró que «se están batiendo récords en la industria automotriz» y sostuvo que «los obreros volvieron a protagonizar junto a la empresa y la producción la vida polí­tica, económica y social del paí­s». Además, la mandataria llamó a incorporar a la capacitación y el trabajo a «la franja de entre 18 y 24 aí±os para que todos tengan oportunidades».

La Presidenta recordó que «en 1951 Mercedes Benz fue la primera fábrica instalada fuera de Alemania en la Argentina. Ocurre que el paí­s tení­a el PBI más importante y construí­a de todo, motos, tractores y aviones. Algo ocurrió después para que eso se interrumpiese. Ahora no es posible volver a cometer errores».

Por eso, la mandatario exigió que «hay que poner el acento en el trabajo y la producción y no en el sector financiero, que debe financiar la producción, abrir fábricas y otorgar créditos. No puede ser gallina y empollar dinero. El dinero no se empolla. Se genera a través de la interacción virtuosa».

Desde la planta fabril en La Matanza, desde donde aprovechó para enviar «un muy fuerte saludo y abrazo» al dirigente Alberto Balestrini», Cristina resaltó que «se están batiendo récords en la industria automotriz» y sostuvo que «los obreros volvieron a protagonizar junto a la empresa y la producción la vida polí­tica, económica y social del paí­s».

En ese sentido, llamó a «preparar a los trabajadores y capacitarlos, que es una de las principales demandas de los sectores empresarios», pero también pidió «calificar y capacitar para que los jóvenes tengan trabajo. Hay que trabajar muy fuerte en la franja de entre 18 y 24 aí±os para que todos tengan las oportunidades que hoy ofrece la Argentina».

En materia de polí­tica económica y comercial, la jefa de Estado confirmó que «si es preciso seguir siendo duros en defensa de la mayorí­a de los ciudadanos, lo seremos» y aí±adió que el siglo XXI debe hallar a la América del Sur en «un lugar diferente al que ocupó en el pasado».

De esa manera pasó a destacar que «estamos invirtiendo lo que nunca se ha invertido en la República Argentina» y destacó lo destinado a la educación, ya que la Argentina «es el paí­s que dedica hoy el 6,47 por ciento del PBI a la educación y sólo el 2 al pago de la deuda, lo que significa un giro fundamental».


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