El Censo y el Voto

La población habrí­a crecido 20% según las primeras cifras del Censo 2010 y a algunas Provincias le corresponderí­a aumentar su cantidad de Diputados. El número de representantes por distrito no es actualizado desde 1980.


El censo deberí­a modificar la proporción en Diputados
Laura Capriata
La Nacion
1 de noviembre de 2010 | Publicado en edición impresa
Las primeras proyecciones del censo nacional 2010 indican que la población del paí­s podrí­a haber crecido 20%, con una migración hacia las ciudades que beneficia a las provincias más grandes. A pesar de eso, y en contra de las actualizaciones periódicas que estipula la Constitución, esos resultados seguramente no cambiarán la representación parlamentaria de cada provincia en el Congreso, que se mantiene igual desde la década del 80 y que nunca introdujo los cambios que mostraron los censos que se hicieron desde entonces.
Como resultado de esa desactualización, y según los números más nuevos que se conocen (del censo 2001), hoy los bonaerenses tienen un diputado nacional cada 198.000 habitantes; los porteños, uno cada 111.000; los riojanos, uno cada 58.000, y los fueguinos, un diputado cada 20.000 habitantes.
í‚¿Cómo es posible esa brecha?
A diferencia del Senado, que tiene una composición fija de tres senadores por provincia, la Cámara de Diputados elige a sus miembros proporcionalmente al número de habitantes por distrito.
Pero ese cálculo se hizo por última vez con los resultados del censo de 1980 y, un par de años después, un decreto de la última dictadura lo modificó y puso un piso mí­nimo de 5 diputados para las provincias que no llegaban a ese número, lo que ya alteró mucho la exactitud de la proporción inicial de cada distrito. Además, estableció que una vez que una provincia logra cierto número de representantes, no puede reducirse aunque después baje su población.
Desde entonces, la provincia de Buenos Aires tiene 70 diputados y los distritos patagónicos y del Noroeste (los más despoblados), siguen sin superar ese piso de 5, por citar los casos más extremos del mapa.
í‚¿Algo cambió en los últimos 30 años que haya desactualizado todaví­a más esa proporción? Definitivamente.
Según un estudio del presidente de la Sociedad Argentina de Análisis Polí­tico, Miguel De Luca, si se hubieran aplicado los números del censo de 2001, la provincia de Buenos Aires deberí­a haber pasado de tener 70 a 98 diputados. Córdoba deberí­a haber subido de 18 a 22 representantes y Santa Fe, de 19 a 21. En cambio, la Capital deberí­a haber descendido de 25 a 20, porque hace décadas que se estancó su crecimiento.
Diferentes visiones
«Con un cálculo estricto, Santa Cruz y Tierra del Fuego deberí­an tener un solo diputado, y La Rioja y La Pampa, dos, pero eso sumarí­a beneficios en las tres provincias más grandes, que por su cantidad de población ya virtualmente eligen al presidente de la Nación», explicó De Luca, investigador del Conicet y profesor de Ciencias Polí­ticas de la UBA.
«El problema es que ninguna provincia está dispuesta a ceder bancas en favor de una más poblada, pero hay un error en la concepción. Para representar a los distritos están los senadores, los diputados representan al pueblo, por eso el ajuste de bancas deberí­a ser automático y no estar sometido a una discusión polí­tica», se quejó la diputada Laura Alonso (Pro-Capital) al recordar la Constitución.
Para la diputada, es «un tema tabú del que nadie quiere hablar» y consideró que «se está castigando al pueblo de las provincias más pobladas», que no tienen el mismo número de representantes que las demás. «El voto de un bonaerense vale mucho menos que el de un fueguino», graficó De Luca.
Para Ana Marí­a Mustapic, profesora de instituciones polí­ticas de la Universidad Torcuato Di Tella, siempre es muy costoso cambiar las fórmulas de la base electoral, porque sus efectos son difí­ciles de predecir y entonces todos prefieren dejarlo así­. «Pero la ley dice que habrí­a que adecuarlo a los cambios demográficos, y habrí­a que cumplirla», acotó.
En el ámbito polí­tico, el tema divide al medio a todos los partidos y pasa estrictamente por lo territorial.
«A Córdoba ya le debí­an dos diputados, y después de este censo, probablemente tres. Hay que cumplir con la ley y la Constitución», se enojó el presidente de la bancada de la UCR en Diputados, Oscar Aguad (Córdoba).
En cambio, para el jujeño Gerardo Morales, que ocupa el mismo cargo pero en el Senado, «hay que ver con cuidado cómo el nuevo censo modifica el peso relativo de Buenos Aires en el Congreso, porque lo convierte en una cuestión federal».
Ese choque de opiniones (según se represente a una provincia que ganarí­a poder o a una que perderí­a) hace inviable el abordaje del tema, que corre el riesgo de sufrir la misma suerte que la discusión por un nuevo reparto de la coparticipación.
Dos problemas que enfrentan provincia contra provincia y que todos prefieren dejar tal como están.
La Cámara de Diputados deberí­a cambiar su proporción por el censo
Perfil
1 de noviembre de 2010
Un 20% habrí­a crecido la población argentina según las primeras proyecciones del censo nacional 2010. El otro dato relevante es que aumentó la migración hacia las ciudades que beneficia a las provincias más grandes. A pesar de que la Cámara de Diputados deberí­a cambiar la representación, es casi seguro que no lo hará ya que se mantiene igual desde la década del 80 y que nunca introdujo los cambios que mostraron los censos que se hicieron desde entonces.
Hoy los bonaerenses tienen un diputado nacional cada 198.000 habitantes; los porteños, uno cada 111.000; los riojanos, uno cada 58.000, y los fueguinos, un diputado cada 20.000 habitantes, según informó La Nación. Diputados elige a sus miembros proporcionalmente al número de habitantes por distrito a diferencia del Senado que tiene una composición fija de tres senadores por provincia.
El cálculo se hizo por última vez con los resultados del censo de 1980. Antes de retirarse, la dictadura lo modificó y puso un piso mí­nimo de 5 diputados para las provincias que no llegaban a ese número. Además, estableció que una vez que una provincia logra cierto número de representantes, no puede reducirse aunque después baje su población.
Desde ese dí­a Buenos Aires tiene 70 diputados y los distritos patagónicos y del Noroeste siguen sin superar ese piso de 5. El presidente de la Sociedad Argentina de Análisis Polí­tico, Miguel De Luca, fue consultada por el matutino. Este explicó que si se hubieran aplicado los números del censo de 2001, la provincia de Buenos Aires deberí­a haber pasado de tener 70 a 98 diputados. Córdoba deberí­a haber subido de 18 a 22 representantes y Santa Fe, de 19 a 21. En cambio, la Capital Federal deberí­a haber descendido de 25 a 20, porque hace décadas que se estancó su crecimiento.
La diputada Laura Alonso del PRO Capital fue tajante: «Para representar a los distritos están los senadores, los diputados representan al pueblo, por eso el ajuste de bancas deberí­a ser automático y no estar sometido a una discusión polí­tica». El jefe de la bancada de la UCR en Diputados, Oscar Aguad dijo que «a Córdoba ya le debí­an dos diputados, y después de este censo, probablemente tres. Hay que cumplir con la ley y la Constitución».
A pesar de compartir partido, para el jujeño Gerardo Morales «hay que ver con cuidado cómo el nuevo censo modifica el peso relativo de Buenos Aires en el Congreso, porque lo convierte en una cuestión federal».

1 comments

Equivoca la redactora, lo que no se pueda disminuir es la base de la representacion pero si el numero de diputados, aunque despues del debate del censo de 1914 (teoria de Joaquin V. Gonzalez) no pueden ser menos que dos, aunque si pueden ser menos que los originales (Catamarca bajó de tres a dos) a mitad del siglo pasado

Deja una respuesta

*