El Diputado Nacional Eduardo Macaluse, por Solidaridad e Igualdad (SI) de Buenos Aires, participó de un cuestionario de Argentina Elections en relación al proyecto de reforma política del Ejecutivo que ya cuenta con media sanción en el Congreso Nacional. En el mismo expresó que la respuesta a los más postergados de nuestro país es la principal herramienta para fomentar la participación política. Por Javier Tejerizo
Eduardo Gabriel Macaluse, es Profesor de Castellano y Literatura. Diputado Nacional electo de la Provincia de Buenos Aires por Solidaridad e Igualdad (SI). Integra actualmente las Comisiones de Educación (en la que ocupa el cargo de Secretario), Cultura y Salud de la Cámara de Diputados de la Nación.
í‚¿Cuál es su postura frente al proyecto de reforma política del gobierno? í‚¿Qué puntos considera que se deben implementar y cuales reformar?
Entendemos que esta ley viene a restituir el orden establecido previo a la crisis del 2001. Por lo tano la misma, no busca generar mayor representatividad y aglutinamiento para fortalecer la política, sino excluir aquellos que puedan aparecer como una anomalía, no de la representación social, sino del sistema bipartidista.
En relación a la siguiente pregunta, si bien limitar el financiamiento privado de las campañas electorales es algo acertado (para nosotros debería ser prohibido), no se prevén penalizaciones mas duras al incumplimiento de esos límites cuando los partidos mayoritarios no cumplen ni las normas actualmente vigentes.
í‚¿Cuál seria su efecto en el espectro partidario argentino?
Con las restricciones impuestas en la ley, en lo que hace a la inscripción de nuevos partidos y al mantenimiento de su vigencia, se pretende acotar el florecimiento de los denominados í¢â‚¬Å“sellos de gomaí¢â‚¬Â, que son partidos sin estructuras realmente existentes y creados con el solo de fin de participar en alguna elección particular. Pero tenemos el ejemplo de Pino Solanas, que en Capital Federal logro el voto de un cuarto del electorado y que, de estar vigentes una legislación como esta, no podría haberse presentado.
í‚¿Considera que es una Reforma Política integral o más bien una Reforma Electoral? í‚¿Satisface las demandas y necesidades de la ciudadanía en general?
Consideramos que una verdadera Reforma Política sería una reforma integral que tienda a incentivar un cambio de prácticas políticas. La ruptura que se dio entre la sociedad, y sus necesidades más elementales, y la dirigencia es muy difícil de suturar sólo desde una legislación, porque precisamente esa ruptura no se da por una ley sino por las prácticas que la sociedad ve que se suceden entre la dirigencia política y sus necesidades insatisfechas. Esto se encuentra íntimamente relacionado con la selección de una agenda que la mayoría de las veces poco tiene que ver con las necesidades de la comunidad y con la percepción de que los partidos políticos se financian de manera espuria.
í‚¿Cuáles deberían ser para usted los puntos claves de la reforma? í‚¿Cuáles serían sus propuestas?
Creemos que en una reforma política verdadera y profunda se atacaría el elemento más importante que puede llegar a desvirtuar el espíritu mismo de la existencia de partidos políticos: su financiamiento. Creemos que el Estado, a través de un organismo autónomo del poder ejecutivo, debería regular todo el proceso de financiamiento y ser en última instancia la única fuente de financiamiento para la actividad de los partidos.
í‚¿Coincide con que es necesaria una reforma política?, í‚¿Cree que es un tema prioritario? í‚¿Por qué?
Más allá de todo lo antedicho, no compartimos otorgarle prioridad política debido a que esta es una reforma al sistema electoral y a la ley de partidos políticos. Creemos que hay una agenda social ya hace mucho tiempo postergada, la cual significa diariamente el sufrimiento de una gran parte de los argentinos. Ya es hora de reparar esa falta desde la política. Sólo de esa manera, quitándonos la mirada del ombligo del sistema partidario y empezando a dar respuesta a la tragedia de los más postergados de nuestro país, es como lograremos que la participación política sea vista nuevamente como la herramienta de transformación social que debe ser.