Reforma Polí­tica

El proyecto del Gobierno Nacional incluirí­a la instalación de un sistema de internas similar al norteamericano, elecciones primarias y obligatorias, dividiendo el paí­s en cuatro regiones para las mismas. Respecto al financiamiento de campaña, el Gobierno pretende eliminar la propaganda polí­tica pagada con fondos privados en los medios audiovisuales, restringiéndose al uso exclusivo de los minutos que ceda el Estado. Debemos recordar que en las últimas elecciones legislativas el 77 por ciento de los fondos que los partidos polí­ticos utilizaron en sus campañas lo destinaron a la publicidad.


Pasarí­a a depender del Estado la financiación de la polí­tica
Mariana Verón
LA NACION
23 de agosto de 2009
Apurado para que se lo debata antes del recambio legislativo, el Gobierno aceleró la redacción del proyecto de reforma polí­tica con el que quiere aplicar una drástica limitación al financiamiento privado de las campañas polí­ticas: la Casa Rosada pretende prohibir la inversión en publicidad televisiva, un gasto al que se destinan las mayores sumas en todas las campañas electorales.
La reforma contemplará que los espacios para avisos audiovisuales sean sólo los que cede el Estado a través del reparto oficial de segundos, que se define por sorteo en cada perí­odo electoral, según indicaron altas fuentes del Gobierno. Esa es una de las novedades que surgieron en la ronda de encuentros con los partidos polí­ticos, lanzada por la Presidenta después de la derrota del 28 de junio.
El matrimonio Kirchner, en su afán de controlar el peronismo, avanzará también con la idea de convocar a elecciones primarias para definir candidatos con una iniciativa que imita el sistema que se aplica en Estados Unidos, es decir, por estados. El proyecto contempla dividir el paí­s en cuatro regiones, una idea que acercó la oposición. Con el manejo de la obra pública hacia las provincias en manos de la Casa Rosada, el oficialismo se garantiza así­ una ventaja en el interior.
Según dijeron a La Nacion el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y el subsecretario de Asuntos Polí­ticos, Norberto Garcí­a, que trabajan en la redacción con el ministro del Interior, Florencio Randazzo, el Gobierno buscará el acuerdo de la oposición para prohibir el gasto en televisión y radio financiado de manera privada, que cada campaña se lleva entre el 70 y 90 por ciento del total de la inversión. Este año hubo cifras millonarias. Tanto Francisco de Narváez como Néstor Kirchner hicieron un cálculo de gasto en propaganda cercano a los 13 millones de pesos, según la última rendición de cuentas presentada ante la Cámara Nacional Electoral.
Con esta medida, los candidatos no podrán invertir en televisión, aunque sí­ se mantendrá el financiamiento privado para el resto de la campaña. «Vamos a restringir la publicidad audiovisual al máximo», planteó Abal Medina, y confió en que el Gobierno impulsará que fuera solamente a través del reparto oficial. Según establece la ley, para elecciones presidenciales hay disponibles 600 horas para la televisión.
La Casa Rosada sostiene que el debate está abierto a las propuestas opositoras y quiere que los cambios lleguen al Congreso en noviembre, para ser aprobados antes del 10 de diciembre. En todo este esquema, el oficialismo correrá con ventaja: siempre estarán los actos institucionales de la Presidenta para poder mostrar, que en cada campaña generan polémica.
Otra de las propuestas que surgieron en los encuentros, y que el Gobierno podrí­a impulsar, es regular la participación de candidatos en los programas periodí­sticos. Una rareza: en la última campaña, el ex presidente dio, por propia elección, muy pocas entrevistas y es costumbre del matrimonio no participar de ningún programa.
Por el peronismo
Más allá de las fuertes restricciones a los gastos proselitistas, lo que más promueve la Casa Rosada son las elecciones internas de candidatos. El proyecto, que copia una parte del sistema norteamericano, lo acercó nada menos que el senador por San Luis Adolfo Rodrí­guez Saá, y Cristina Kirchner comentó en su viaje a Quito y Caracas, la semana pasada, que lo quiere instalar.
Sea que compitan solos o con otros postulantes, nadie podrá presentarse a las elecciones nacionales sin antes haber pasado por las internas, que se harán en cuatro regiones del paí­s, prevén en el Gobierno. Quienes no tengan competidores necesitarán revalidar su candidatura con el 3% del padrón, con lo que también se achicará la cantidad de partidos que queden en la grilla de presidenciables.
La premura del Gobierno en aprobarlo antes del recambio legislativo obedece a la necesidad del ex presidente de garantizarse el mecanismo legal para provocar, envalentonado por los últimos triunfos legislativos. Imagina que con la base del 30 por ciento que sacó en la elección de junio y el manejo del PJ bonaerense otros peronistas tendrán miedo de enfrentarlo dentro del partido, si él deseara presentarse. Llámese Carlos Reutemann, Felipe Solá o hasta Mauricio Macri, deberán disputarle el poder mano a mano a Kirchner, todaví­a en control de las arcas estatales hasta 2011, dicen en el oficialismo.
«Esto obliga a federalizar la campaña. Los candidatos tendrán que ampliar sus discursos para ganar las respectivas regiones», indicó Abal Medina.
El borrador contempla que se hagan cuatro elecciones internas a lo largo de dos meses, en las regiones en las que se divida el paí­s, y un mes antes de los comicios generales.
El modo de votación es el capí­tulo más complejo. La Casa Rosada dice mostrarse dispuesta a incorporar la boleta única, pero sólo para el caso de elecciones presidenciales. Por el momento parece más una actitud para no enfrentarse de antemano con la oposición, que habí­a instalado el debate en medio de la campaña anterior, y el Gobierno lo habí­a descartado de plano.
En el caso del voto electrónico no hay entusiasmo. «Está cuestionado en muchos paí­ses, como Alemania. Pero se puede estudiar», dijo Garcí­a. Pero los funcionarios encuentran una excusa perfecta para descartarlo: que requiere una inversión millonaria. Y son tiempos de crisis.
Los cambios
* Financiamiento : el Gobierno pretende eliminar la propaganda polí­tica pagada con fondos privados en los medios audiovisuales. Se restringirá a los minutos que ceda el Estado.
* Internas : se instalará un sistema similar al norteamericano de elecciones primarias y obligatorias. En lugar de hacer un comicio por cada provincia, se dividirá el paí­s en cuatro regiones. La diferencia es que aquí­ serí­a obligatorio el voto.
* Boleta única : la Casa Rosada sólo está dispuesta a incorporarla para elecciones presidenciales. En cuanto al voto electrónico, hay mayor resistencia.
* Al Congreso : las reuniones con los partidos terminarán esta semana y comenzará el debate técnico con organizaciones y la justicia electoral.
Sin elecciones internas en Córdoba
* CORDOBA. El PJ y la UCR de Córdoba lograron despejar la tormenta que se avecinaba en las dos fuerzas polí­ticas, al acordar la suspensión de sus respectivos comicios internos. El gobernador Juan Schiaretti logró así­ algo de oxí­geno, ante la ofensiva en el partido de José de la Sota, su antecesor, que culpa a la conducción del PJ de la derrota de junio.

Millonarios pagos por publicidad

La Nación
23 de agosto de 2009
La publicidad televisiva de las campañas es, en todas los perí­odos electorales, el mayor gasto que presentan los candidatos a la hora de rendir cuentas ante la Justicia.
La campaña pasada no fue la excepción. Los principales postulantes en la provincia de Buenos Aires, Francisco de Narváez y Néstor Kirchner, previeron en sus rendiciones preliminares unos 13 millones de pesos en propaganda. En total, para toda la campaña, el candidato de Unión Pro informó que gastarí­a 14 millones de pesos mientras que el ex presidente ubicó su gasto en 15 millones. Casi todo el dinero se lo llevó la publicidad.
En el caso del candidato de Unión Pro, su inversión en spots televisivos y radiales fue fuertemente cuestionada. No sólo por la gran cantidad de avisos que difundió, sino por haber comenzado la campaña televisiva antes del tiempo que permite la ley. De hecho, hasta le valió un reproche de su socio Mauricio Macri, que se conoció cuando apareció un video del jefe de gobierno porteño reprochándole a De Narváez el exceso de avisos de campaña.
De acuerdo con estadí­sticas de la Cámara Nacional Electoral publicadas en 2008, el 77 por ciento de los fondos que los partidos polí­ticos recaudan en sus campañas lo destinan a la publicidad. Algunos expertos sostienen que el porcentaje es aún mayor y alcanza hasta el 90 por ciento del total de gastos.
Los Kirchner tampoco se quedaron atrás en la última campaña. No tanto por la cantidad de avisos sobre Néstor Kirchner, sino porque el Gobierno corre siempre con la ventaja de tener a su disposición la difusión de los actos, ya sean de la Presidenta o bien de sus funcionarios, para mostrar en televisión.


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