Surge un nuevo frente opositor a la propuesta del Frente para la Victoria para las elecciones legislativas de octubre 2009. Macri, Solá y De Narváez unen fuerzas. La solidez de la alianza estará por verse. Mientras tanto, Stolbizer de la Coalición Cívica se moviliza y busca unirse a la UCR para pelear por las bancas de la Provincia de Buenos Aires.
Macri, Solá y De Narváez: foto y un primer paso para otra alianza opositora
Clarín
11 de febrero 2009
En un hotel de Montserrat, se mostraron juntos ante las cámaras antes de reunirse a puertas cerradas. Aspiran a unificar sus espacios en una propuesta antikirchnerista. Por ahora no hablarán sobre candidaturas.
Por: Clarín.com
No coinciden sólo en que ambos son diputados nacionales y justicialistas disidentes. También dieron una muestra de puntualidad no del todo habitual en la política argentina. Francisco de Narváez y Felipe Solá llegaron a tiempo a la cita a la que los convocó el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, para dar los tres el primer paso de la alianza antikirchnerista que piensan alumbrar: una foto.
Nada de reuniones secretas; más bien, todo lo contrario. La imagen era lo primero que buscaban. Tanto, que los equipos de prensa ya habían informado que los tres posarían para las cámaras durante unos minutos antes de reunirse a puertas cerradas.
Después de la reunión entre ellos, los tres ofrecieron una conferencia de prensa. Allí mencionaron y repitieron las palabras «transparencia» y «unidad». Y hablaron específicamente de sus aspiraciones en Buenos Aires, a la que representan en el Congreso tanto Solá como De Nárvaez y en la que pelea también Jorge Macri, primo del jefe de Gobierno porteño y nexo del PRO con los justicialistas de las provincia.
El encuentro llegó con acuerdos mínimos. Básicamente, cierta coincidencia en cuanto a recorrer juntos lo que falta para las elecciones legislativas de octubre, con un pie en el justicialismo disidente y otro en el macrismo, que mantiene una buena relación con ese espacio.
La alianza la terminó de empujar Macri cuando invitó a Solá (ex secretario de Agricultura de Carlos Menem, ex vicegobernador de Buenos Aires de Carlos Ruckauf, y gobernador de esa provincia durante los gobierno de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner) y a De Narváez (el empresario que terminó de aterrizar en política cuando integró el equipo de campaña de Menem en 2003).
Así, los tres ya lanzaron el segundo frente opositor, después del que todavía están tejiendo los radicales, la Coalición Cívica de Lilita Carrió, el socialismo y el cobismo. Sobre candidaturas, ya dejaron en claro que recién hablarán más adelante í¢â‚¬â€œDe Narváez quiere internas abiertas pero Macri y Solá creen que son impracticables-. Igual, p ara que no queden dudas, en la conferencia de prensa mencionaron explícitamente «el camino que aquí comienza».
Macri, Solá y De Narváez se muestran confiados en el papel de su frente común
Clarín
12 de febrero 2009
Después de la presentación en sociedad de la alianza con la que aspiran a ganarle en octubre al kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires y, de paso, probar la fórmula para las presidenciales de 2011, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y sus nuevos socios diputados justicialistas disidentes Felipe Solá y Francisco de Narváez salieron hoy «de gira» por las radios a mostrarse confiados en el futuro del incipiente frente. Y a defenderse, además, de las acusaciones de que representan el neomenemismo o que están apadrinados por el ex presidente Eduardo Duhalde.
«La idea de la alianza con Solá y De Narváez es recrear una esperanza y un optimismo para un país y una provincia que los reclama. Y combinar gente nueva, como Francisco y yo, con gente de experiencia, como Felipe, que hoy coinciden en la visión de lo que pasa en el país», promocionó Macri en declaraciones a distintas radios.
El jefe de Gobierno porteño rechazó que Duhalde esté detrás de la alianza. Y aunque reconoció que Solá fue funcionario de Carlos Menem, señaló que, en su momento, Néstor Kirchner hablaba de Menem «como un prócer mundial» y que «el 90% de los que están en el tablero han trabajado» con el ex presidente .
También por radio, Solá sostuvo que «la gente necesita ver opciones sólidas». Y dijo que el nuevo espacio es una «unión entre el peronismo, con una expresión de la Argentina moderna que es el PRO y Francisco De Narváez».
A su turno, De Narváez, que también habló con distintas emisoras, admitió, a diferencia de Macri, que Duhalde «está en todas partes» y que, aunque tienen «diferencias» con él, «será consultado para intercambiar opiniones, como otras fuerzas políticas». El diputado, además, arriesgó que en las legislativas de octubre conseguirán alzarse con el 40% de los votos en la provincia de Buenos Aires.
Sobre las candidaturas, Solá dijo que ya saben que, por razones obvias, » Macri no va a encabezar», y aseguró que «la decisión de estar juntos es más fuerte que la pelea por quién va a encabezar» la lista. Y De Narváez dijo que podrían resolver eso por encuestas o elecciones, pero que, más allá del resultado, seguirán unidos tomando el ejemplo de Barack Obama e Hillary Clinton.
El peso de un acuerdo Macri -Narváez-Solá
Rosendo Fraga
La Nación
11 de febrero 2009
La significación de un acuerdo político tripartito entre el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, y los diputados nacionales Francisco de Narváez y Felipe Solá, tiene como referencia la importancia política de la provincia de Buenos Aires en las eleccioens legislativas de 2009.
Es que se trata de un acuerdo destinado a unificar sectores de la oposición, en este distrito.
Es probable que las elecciones nacionales se provincialicen, ya que no será posible realizar una suma automática de la oposición, pero tampoco del peronismo, porque en varios distritos irá a elecciones sin Kirchner o incluso contra él.
El interior probablemente será adverso al oficialismo nacional, al combinarse el malestar del sector rural, la reducción de los recursos que el gobierno nacional gira a los gobernadores y la caída en la imagen de la gestión de Cristina Kirchner.
Pero, si el Gobierno gana en la provincia de Buenos Aires, compensa con ella las derrotas en el interior, genera una suerte de empate y elude la derrota. Si, en cambio una de las listas opositoras obtiene un voto más que la oficialista, ello implica una clara derrota, lo que hará muy difícil la gobernabilidad del matrimonio Kirchner en 2010 y 2011 y anulará sus posibilidades de retener el poder en el próximo período presidencial.
Esto parece verlo con claridad el ex presidente, quien ha decidido concentrar el esfuerzo político y económico en el Gran Buenos Aires, donde se encuentran dos cada tres votos de la provincia, uno cada cinco del país y tantos como Santa Fe y Córdoba sumadas.
Aun en condiciones adversas como lo serán desde el punto de vista económico-social las de 2009, quien está en el control del aparato político bonaerense tiene asegurado un tercio de los votos.
Nadie en la Argentina mide las elecciones por cantidad de bancas como en los países con sistema político parlamentario. Se miden por cantidad y porcentaje de votos.
El hipotético 35% del oficialismo bonaerense es un triunfo categórico por 10 puntos si quien sigue obtiene 25%, pero es una derrota catastrófica si quien lo supera lo hace con el 45%.
Un ejemplo de ello son las elecciones legislativas de 1997, cuando Hilda Duhalde, con el 42% de los votos, es derrotada por Graciela Fernández Meijide, que obtiene 47%. Si la UCR y el Frepaso hubieran ido entonces por separado, el peronismo habría ganado en forma categórica por más de 10 puntos.
Hoy, la oposición está totalmente fraccionada en la provincia y si se votara, el oficialismo ganaría claramente con sólo un tercio de los votos.
Es en este marco, que adquiere significación el acuerdo Macri-Narváez-Solá.
Francisco de Narváez, representando al peronismo disidente y Pro, sin llevar candidato a presidente en la boleta,-lo que hace difícil reunir votos en una elección presidencial,- obtuvo en 2007 el 15% de los votos. A su vez, el peronismo que tuvo 46% para presidente, hoy perdería entre 10 y 12 puntos, la mayoría de los cuales, podrían ir con Felipe Solá, que representa al voto rural del interior de la provincia, que ha abandonado al oficialismo nacional.
En consecuencia podría plantearse que este acuerdo tripartito en la provincia, estaría en condiciones de reunir aproximadamente una cuarta parte de los votos.
Pero si simultáneamente, se va gestando un segundo eje opositor en base al no-peronismo, que reúna a la UCR, la Coalición Cívica de Elisa Carrió, los seguidores del vicepresidente Julio Cobos y el Partido Socialista, el electorado bonaerense podría dividirse en tres tercios, dos de ellos opositores y uno oficialista. En un escenario de este tipo, el gobierno tiene muchas posibilidades de tener el tercio más grande y finalmente ganar.
Es así como, de lograrse, el acuerdo Macri-Narváez-Solá es un paso importante, pero probablemente insuficiente.
Es que si no amplía el acuerdo a sectores del no peronismo, el voto opositor en la provincia puede dividirse en dos y ello favorecer al kirchnerismo.
Tomando la hipótesis de que el oficialismo en un año muy difícil, como será el que comienza, saca el 35% de los votos. Si el 65% restante se dividiera por mitades, la oposición seria derrotada, pero si dos cada tres votos de ella optan por una misma lista, ganaría.
En conclusión, advertir que este acuerdo tripartito es una condición necesaria pero no suficiente para que la oposición gane las próximas elecciones es lo que no deben perder de vista quienes protagonizan el intento de unidad de la oposición bonaerense de hoy.
El autor es Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría.
Stolbizer ya negocia con la UCR las listas en Provincia
Marcelo Helfgot
Clarín
11 de febrero 2009
Después de tanto resistir, Margarita Stolbizer cedió a las presiones de su jefa política, Elisa Carrió, y esta tarde se sentará a negociar con las autoridades del radicalismo bonaerense el diseño de la campaña y de las listas para las próximas elecciones legislativas.
En el Hotel Corregidor de La Plata juntará a su tropa con los representantes de todas las líneas internas del radicalismo, incluyendo a los que responden a Federico Storani y Leopoldo Moreau, acérrimos enemigos de Margarita.
Por la UCR estarán el jefe partidario, Daniel Salvador, y los jefes de los bloques de senadores, Jesús Porrúa, y diputados, Ricardo Jano. Por el GEN de Stolbizer irá su operador, Gabriel Milman. El ARI envía a los «lilitos» Adrián Pérez y Horacio Piemonte.
Por rara coincidencia, el primer encuentro formal de ambas fuerzas -núcleo central del frente opositor, que incluiría socialistas y cobistas- se hará a la misma hora de la reunión que harán en Capital Felipe Solá y Francisco de Narváez, con Mauricio Macri de mediador, para conformar el otro polo antikirchnerista en la Provincia (ver página 10).
La UCR insitirá en condicionar el aval para que Margarita encabece la lista de diputados a que se le reserve el segundo puesto al candidato que surja de las interna de esa fuerza, convocadas para mayo. La disputa sería entre el diputado Pedro Azcoiti, por el oficialismo partidario, y Ricardo Alfonsín, hijo del ex presidente.
En cambio, Stolbizer quiere que sus espaldas sean cubiertas por una figura taquillera de origen rural y trata de convencer a Mario Llambías, de CRA. Ayer la ex dirigente radical estuvo con los empresarios de Carbap y los invitó a integrarse a sus listas.
Otros lugares serían ocupados por Milman y los aristas Piemonte y Marcela Rodríguez, del lado de la Coalición Cívica, además Héctor Gutiérrez, intendente de Pergamino, por el cobismo.