Muchos distritos todaví­a no tienen escrutinio definitivo

Debido al recuento y recelo con que los fiscales de los partidos pelean por sus votos, en muchas ciudades y pueblos del paí­s, todaví­a se espera una definición para saber cual de los candidatos será finalmente el ganador.


Todaví­a hay varios distritos en los que no hay ganadores
La transición: curiosidades de una elección atí­pica
Denuncias de fraude y escrutinios lentos
Juan Pablo Morales y
Sebastián Iñurrieta
La Nación
25 de noviembre de 2007
A dos semanas de las últimas elecciones del año, en la Argentina hay candidatos que no saben si festejar o deprimirse. En una decena de distritos los postulantes mantienen una curiosa incertidumbre: todaví­a no saben quién ganó. El resultado de guerras polí­ticas, postulantes múltiples, comicios atiborrados de denuncias y, sobre todo, escrutinios lentos.
En ciertos partidos del conurbano, como General Perón, habitan las protestas y dos candidatos a intendente que dicen que asumirán el 10 de diciembre. Lo mismo que pasó hasta el jueves en Jujuy.
En Lomas de Zamora, la gente pide que se abran las urnas mientras se pelean tres postulantes, separados entre sí­ apenas por un punto.
En Tucumán, aunque las elecciones fueron el 26 de agosto, cinco localidades aún no tienen jefes polí­ticos, por la cantidad de denuncias de fraude. Algo parecido retrasó la definición del nuevo gobernador de Salta, en un disputa que recordó la polémica que paralizó Córdoba y tuvo resolución recién el jueves, más de dos meses después de las elecciones (ver aparte).
La capital jujeña fue el modelo de disputa y retraso más reciente. Mientras la Justicia rechazaba pedidos de nulidad, se profundizó un durí­simo enfrentamiento por el poder. El actual intendente, José Luis Martiarena (ex PJ), se negó a aceptar la derrota en manos del radical Raúl Jorge, y denunció fraude y falsificación de documentos, con un agregado polí­tico: cientos de sus militantes protestaban ruidosamente todos los dí­as frente a la Junta Electoral. Martiarena tení­a esperanzas: en el escrutinio provisional habí­a perdido sólo por 200 votos. Al final, se supo el jueves que la diferencia fue de 455.
Pero otras historias todaví­a siguen sin resolución. En el populoso conurbano bonaerense también hubo paridad y enfrentamientos, además de 32 denuncias electorales en la Justicia, la mayorí­a por faltante de boletas.
En Lomas de Zamora, el intendente Jorge Rossi salió primero, con el 18% de los votos. A décimas quedaron el ex legislador Osvaldo Mércuri y el sindicalista Julio Gutiérrez, de la Coalición Cí­vica. Hoy todos se adjudican la victoria. Y cacerolazos de por medio varios miles siguen pidiendo que se abran las urnas.
En Presidente Perón, dos contrincantes K cuentan que asumirán el 10 de diciembre. «Los informes provisorios me dan ganadora por 178 votos», asegura la actual jefa comunal que busca seguir, Silvina Rodrí­guez. Pero el ex intendente Aní­bal Regueiro asevera que sacó 8700 votos y Rodrí­guez 8060. Ambos esperan con ansias el recuento definitivo, que empieza mañana.
En General Rodrí­guez, el postulante lavagnista, Sergio Maffí­a, afirma que será intendente, aunque el escrutinio provisional lo señala 212 votos por debajo del candidato kirchnerista, Marcelo Coronel. Incluso, Maffí­a presentó una denuncia penal por falsificación de las firmas de sus fiscales: quiere anularle a Coronel centenares de votos. Además, pide abrir 47 urnas por irregularidades (de lo que se informa por separado).
En otros distritos bonaerenses los resultados ajustados también generaron dudas y expectativas. En Luján, la lucha kirchnerista entre Graciela Rosso y el intendente Miguel Prince se dirimió en favor de Rosso por apenas 100 votos. En San Vicente, Daniel Di Sabatino triunfó por 90 votos sobre la familia Arcuri. En Benito Juárez, el radical Pedro Gamaleri revalidó el cargo sólo por 70 votos de diferencia con su inmediato competidor, Julio Marini (FPV). En Daireaux, Luis Oliver (UCR) ganó sólo por 52 sufragios. Los apoderados de las fuerzas derrotadas dicen que estarán atentos al escrutinio definitivo, aunque por ahora no se animan a discutir el triunfo de sus adversarios.
En Tucumán, la situación es insólita. Las elecciones fueron hace casi tres meses, pero por denuncias de fraude que analiza la Justicia cinco localidades rurales todaví­a no tienen delegados comunales. Se trata de Santa Rosa, León Rougés, Esquina, Mancopa y Taco Ralo, intervenidas por el gobernador, José Alperovich, a la espera de una definición.
También se llenó de misterio hasta hace dos dí­as la definición del nuevo gobernador de la provincia de Salta, envuelta en una tensa situación que recordó los avatares en la convulsionada elección cordobesa, que recién se reolvió el jueves (de lo que se informa por separado).
Aunque no haya disputas de candidatos cabeza a cabeza, la lista de problemas se engrosa con otra decena de lugares con repetidas denuncias de fraude. La constante de los comicios de 2007.
En el distrito bonaerense de Malvinas Argentinas, Luis Vivona, el candidato kirchnerista que cayó derrotado por casi 10 puntos ante el intendente Jesús Cariglino (también oficialista), denunció un fraude «montado por el municipio» y asegura que votaron al menos «50 muertos». En La Rioja, la justicia federal investiga una denuncia de electores del Departamento General Lamadrid, ante la sospecha del traslado de electores «truchos». Un grupo de vecinos de esa localidad pide que se haga una nueva elección. Aunque nada ya los liberará de las sospechas.

Notas Relacionadas
Córdoba y Salta, dos comicios polémicos
La Nación
11 de noviembre de 2007
Parecí­a que Salta iba a seguir el mismo camino de Córdoba, y que también le llevarí­a más de dos meses proclamar a su futuro gobernador. Sin embargo, la casualidad quiso que ambos polémicos comicios se resolvieran el mismo dí­a.
El jueves, la justicia electoral le entregó a Juan Schiaretti su diploma como mandatario electo de Córdoba. Ese fue el fin de la incertidumbre sembrada la madrugada de los conflictivos comicios del 2 de septiembre, cuando el candidato opositor Luis Juez denunció que le habí­an «robado» la elección. Schiaretti superaba a Juez, actual intendente de la capital cordobesa, por apenas un punto de diferencia.
El férreo opositor apeló a todas las herramientas jurí­dicas para intentar impugnar el lento escrutinio oficial. Pidió que se abrieran todas las urnas y, ante la negativa judicial, luego reclamó una nueva elección.
En Salta, la situación se perfilaba similar, al conocerse los primeros datos del escrutinio provisorio el 28 de octubre. Según ese recuento, el ganador era el diputado kirchnerista Juan Manuel Urtubey (FPV-PRS). Pero faltaban 60 mesas para contabilizar; en ellas, depositó sus esperanzas el candidato oficialista, el actual vicegobernador Walter Wayar, un delfí­n del mandatario provincial Juan Carlos Romero, del Frente Justicialista de la Victoria (Frejuvi).
Siguieron 10 dí­as plagados de denuncias de fraude, pedidos de impugnación y de apertura de las urnas y la detención de un fiscal del Frejuvi por la adulteración de la copia del acta de escrutinio de una mesa.
Finalmente, también el jueves, el lento recuento final terminó ratificando la victoria de Urtubey por 5000 votos y el oficialismo debió admitir su derrota. Los salteños respiran aliviados: quedaron muy lejos del triste récord que marcó el demorado escrutinio cordobés.
Necochea
Otra de las tantas definiciones electorales ajustadas en la provincia de Buenos Aires fue la de la ciudad de Necochea. Allí­, el radical Daniel Molina retuvo el poder del municipio por apenas 574 votos, sobre casi 55.000 votantes. Incluso, en la página oficial del gobierno bonaerense donde figuraba el escrutinio provisorio llegó a aparecer como ganador su principal competidor, el postulante del Frente para la Victoria, Gastón Guarracino, que las encuestas señalaban como el dirigente con más posibilidades de arrebatarle la comuna al actual intendente.

Tensión en General Rodrí­guez
La Nacion
11 de noviembre de 2007
Entre los candidatos a intendente en General Rodrí­guez la semana pasada pasó de todo: imputaciones penales, acusaciones de fraude, denuncias de agresiones y pedidos de apertura de urnas. Eso sí­, todaví­a nadie sabe quién ganó las elecciones de hace dos semanas.
En principio, el actual intendente, el peronista Marcelo Coronel, se habrí­a llevado el triunfo y la reelección, por 212 votos. Pero el postulante lavagnista, Sergio Maffí­a, se niega a reconocer la derrota y dice que la justicia electoral lo declarará ganador de las elecciones en el distrito bonaerense de 45.000 habitantes.
A la espera del escrutinio definitivo, que comienza mañana, aún reina la incertidumbre, pero se siguen acumulando denuncias y enfrentamientos.
Maffí­a ya fue a la Justicia penal y denunció falsificación de firmas de muchos de sus fiscales. Después acusó al peronismo de cometer irregularidades. «Hubo alteraciones llamativas en las actas para restarle votos a nuestro candidato y sumárselos a Coronel», acusan en la fuerza de Maffí­a.
Además, los seguidores del postulante opositor piden la apertura de 47 urnas por «diferencias de votos entre los telegramas y las actas, diferencias entre votantes y sobres, y votos no registrados en los cómputos finales». El viernes además presentaron un informe en Poder Ciudadano.
Pero una situación sobre el final de la semana puso todaví­a más tensión a la espera. La diputada lavagnista Marina Cassese denunció «agresiones» de parte de «funcionarios del gobierno municipal del intendente Coronel a vecinos y militantes polí­ticos» de General Rodrí­guez que habí­an viajado a La Plata para retirar credenciales para el escrutinio final.
«La gente del intendente agredió a vecinos y amenazó a varios periodistas», denunció Cassese en la capital bonaerense. Un clima de zozobra para un recuento definitivo que todaví­a no empezó.