En otro revés electoral, el candidato por el FREJULI, Alberto Rodriguez Saá no podrá utilizar el sello del Partido Justicialista, como así lo deseaba. La justicia se expidió negativamente en el dia de ayer, ratificando la decisión anterior tomada por la Cámara Nacional Electoral.
Rodríguez Saá no podrá usar los símbolos del PJ
Adrián Ventura
La Nación
13 de octubre de 2007 |
El juez federal Ariel Lijo ratificó ayer la invalidez del congreso que organizó el peronismo antikirchnerista en la localidad puntana de Potrero de los Funes, por lo cual la lista del Frejuli, que postula a Alberto Rodríguez Saá, no llevar en su boleta electoral los símbolos del PJ.
La doctora Servini de Cubría ya había anulado ese congreso, pero incurrió en prejuzgamiento. La Cámara Electoral, entonces, le envió el expediente a Lijo, pero éste mantuvo el criterio de su colega. Rodríguez Saá anunció que apelará la medida.
De todas formas, más allá de la contingencia electoral sobre quién lleva los símbolos partidarios, la discusión de distintos sectores peronistas sobre la validez del congreso partidario esconde otro problema: la normalización del partido y la imposibilidad de realizar elecciones internas, pues el PJ está intervenido por decisión de la jueza electoral María Servini de Cubría (con el aval del Gobierno).
Y, en este tema, la Cámara Electoral sí fijó un rumbo muy claro: hace varios días, en la causa Negre de Alonso, le ordenó al interventor, Ramón Ruiz, que normalizara el partido, convocara al congreso partidario y, eventualmente, realizara elecciones internas.
En esa dirección, la Cámara Electoral -integrada por Rodolfo Munne, su presidente; Alberto Dalla Via, presidente de la Asociación Argentina de Derecho Constitucional, y el constitucionalista Santiago Corcuera- dio varias señales claras de que pretende empujar al PJ hacia el camino de la normalidad institucional.
Desde hace muchos años, la política del país está atada, en buena medida, a los conflictos del justicialismo. Pero el PJ no hace internas, sino que designa a sus autoridades y candidatos a dedo o, directamente, resuelve sus conflictos en las elecciones nacionales.
Así, Adolfo Rodríguez Saá, Carlos Menem y Néstor Kirchner participaron en los comicios generales de 2003 con tres lemas justicialistas, disimulados bajo distintos rótulos partidarios. Y actualmente, en la provincia de Buenos Aires, se presentan decenas de listas llamadas «colectoras», que juntan votos para la candidatura presidencial de Cristina Kirchner.
Pero en esas picardías del peronismo, que transforma vicios partidarios en ventajas electorales, hay sectores muy importantes del justicialismo no kirchneristas que quedan marginados, sin posibilidad de competir para dirigir el PJ o para consagrar a sus candidatos.
Es muy probable que la denuncia que hizo Alberto Rodríguez Saá ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en contra de esas deficiencia partidaria no tenga mucho futuro. No parece que un organismo supranacional sea el ámbito más adecuado para resolver la interna del PJ. Pero la Cámara Nacional parece dispuesta a empujar al PJ a su normalización.
Señales claras
El fallo del tribunal de apelaciones para poner fin a la intervención partidaria fue inusualmente explícito, quizá más de lo que le hubiera gustado al Gobierno.
El tribunal no quiere asumir el costo que produce este estado de cosas o que se derivan de prácticas poco claras. Esa es la clave para entender porqué la Cámara empuja al PJ a su normalización; por qué aceptó la recusación de Servini de Cubría en la causa de Potrero de los Funes y por qué, en contra de lo que pretendía el Frente para la Victoria de Misiones, ayer ordenó que las boletas de los 1949 lemas no podrán ir pegadas a las boletas de diputados y senadores por esa provincia. El escrutinio se convertiría en un caos.
La normalización del PJ, sin embargo, es un camino largo, y el próximo gobierno tendrá algo para decir.
Un límite para Misiones
* Las boletas de los 1949 sublemas que se postulan para candidatos a intendentes en los comicios de Misiones irán separadas de las boletas para diputados y senadores nacionales y provinciales. El Frente para la Victoria y otras agrupaciones peronistas, que impulsan la mitad de esos sublemas, pretendían que una misma boleta llevase la candidatura de para legisladores e intendentes. Pero la Cámara Electoral dijo que esa práctica favorecía el efecto arrastre y distorsionaba la voluntad del electorado, por lo cual los dos tramos de cada lista irán por separado. Esto agilizará el recuento de votos para diputados y senadores nacionales.