Asesores de campaña

Lavagna, Rodrí­guez Saá y López Murphy apelan a expertos extranjeros en la carrera hacia la elección del 28 de octubre. Cristina Fernández, por su parte, apuesta a un reconocido publicista nacional para «sensibilizar» su imagen publica.


Dime quién te aconseja y te diré qué gobierno propones
Diario Hoy
1 de Octubre 2007
Cada candidato sabe que no basta con la estructura del partido ni con las buenas intenciones para instalarse en el electorado y ganar una elección. Lo tienen tan claro que contratan asesores especiales, en general extranjeros, para que los guí­en en el camino hacia el poder.
De todas formas, esos gurúes tratan de no ser descubiertos. Sus actividades no son públicas aunque tampoco son ilí­citas. Están detrás de las decisiones de cada candidato y son una mezcla de politólogos, publicistas y periodistas. Son el resultado más claro de la llamada í¢â‚¬Å“norteamericanizacióní¢â‚¬Â de las campañas electorales.
Todo digitado
Los gurúes son los encargados de digitar los lineamientos de la campaña polí­tica.
Uno de ellos es Jaime Durán Barba, y asesoró a Mauricio Macri en la campaña para ser diputado nacional y en la última elección capitalina, en la que ganó. En sus consejos se basaron los discursos de campaña, los eslogans y las respuestas a preguntas televisivas. Además, fue el principal responsable del estilo í¢â‚¬Å“no confrontadorí¢â‚¬Â de Macri.
Durán Barba llamó a esa campaña, í¢â‚¬Å“la primera campaña electoral posmoderna de América Latinaí¢â‚¬Â. Es que el consultor estrella del macrismo sostiene que los argumentos ideológicos están pasados de moda y que ahora, el electorado busca creer en mensajes más acordes con las realidades cotidianas.
Ninguno de los economistas candidatos se quedó sin elegir a su propio profesional de las campañas. Tanto por el lado de Ricardo López Murphy como de Roberto Lavagna, eligieron a sus respectivos extranjeros. López Murphy a un español (ver aparte) y Lavagna a un panameño.
Según confirmaron a Hoy en su entorno, lo llaman í¢â‚¬Å“Jimmyí¢â‚¬Â, pero su nombre es Demetrio Papadimitriu y asesoró al equipo de George Bush en la campaña por la reelección. Su segmento fue el público hispano y se concentró tanto en radio como en televisión.
En el equipo de Daniel Scioli también tienen un asesor externo. Se trata de James Carville y según se sabe, ha estado estrechamente vinculado al ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton.
Como sea, la tendencia, no hace más que afianzarse. Y tuvo un punto álgido en 1999 con el norteamericano Dick Morris, asesor de Fernando de la Rúa, y el brasileño Duda Mendonca, de Eduardo Duhalde.
Cristina Kirchner tiene un asesor para llegar a la gente
Mariana Verón
La Nación
1 de Octubre 2007
Cristina Kirchner se emociona frente a la imagen de su casa natal en Tolosa; lagrimea al escuchar una canción en pleno acto con mujeres en Puerto Madero y juega al truco con abuelos en un club de Tigre. Todo eso es parte de una estrategia que, para lo que queda de la campaña, ideó un joven de 35 años con aspecto de Jesucristo, que es quien hoy asesora a la candidata presidencial del oficialismo. Se llama Leandro Raposo y es considerado por los publicistas consultados uno de los creativos más importante del paí­s.
El secretario de Medios, Enrique Albistur, lo contrató para guiar a la primera dama en la carrera electoral. Su nombre estuvo guardado como un secreto de Estado, tal vez porque Néstor Kirchner reniega en público contra los asesores de imagen. «Aquellos que cuidan mucho la imagen o andan con tres o cuatro asesores, ante el primer problema no los vemos más», dijo Kirchner, en una crí­tica a Mauricio Macri.
Según confiaron a LA NACION fuentes cercanas a la primera dama, Raposo le aconsejó a la candidata que apelara a un perfil más «humano y sensible». Los que trabajan con Cristina Kirchner prefieren llamar «exceso de fortaleza» el carácter fuerte de la senadora que, dicen, la ubica «muy lejos de la gente». í‚¿Qué hicieron, entonces? Contrataron a Raposo para «sensibilizarla».
La elección del asesor publicitario lo dice todo: es uno de los mayores exponentes de la creatividad, luego de la crisis de 2001. Rompió el molde de la publicidad humorí­stica de los años 90 y apeló al tono sentimental con avisos de gran carga emotiva. Un ejemplo de su trabajo fue la publicidad de caldos Knorr, en la que un guardia ruso se enamora de una mujer argentina ví­a satélite y comparte una sopa por TV. El mentor y maestro del nuevo «gurú» del marketing oficial fue Ramiro Agulla, el mismo que asesoró e hizo ganar a Fernando de la Rúa en 1999.
En los últimos meses, la Casa Rosada puso en marcha una baterí­a de estudios sobre imagen para dar con el perfil de creativo para Cristina Kirchner. A las oficinas de la Secretarí­a de Medios llegaron varios proyectos, hasta que apareció este joven pelilargo que supo interpretar lo que a la senadora le faltaba: involucrase más con la gente.
Los honorarios por los servicios prestados son un misterio. Algunos dicen que por ser un creativo consagrado no lo hace por el dinero. Los asesores extranjeros contratwados por candidatos locales tienen una tarifa de entre 25.000 y 30.000 dólares. Cristina Kirchner estará esta semana en Rosario, San Juan, Córdoba y José C. Paz, donde se podrá ver desplegada la estrategia de Raposo. Hay un problema: la senadora y su entorno no siempre lo escuchan. Si algo desaconsejó el asesor estrella fue que en el viaje a Nueva York Cristina Kirchner le diera una entrevista a Time , revista que nunca llegará a hojear esa gente común con la que el asesor intenta que se mezcle la candidata.
Tí­tulo de abogada
í¢â‚¬Â¢ El abogado Fabián Bergenfeld presentará mañana una denuncia judicial contra Cristina Kirchner por presunta «usurpación de tí­tulo y falsificación de instrumento público». El denunciante cree necesario abrir una causa porque sospecha que el tí­tulo de abogada de la candidata fue «adulterado». El abogado es hermano de Sandra Bergenfeld, la legisladora kirchnerista que denunció a Jorge Telerman por su falsa licenciatura.