A un dí­a de las elecciones

descargaEl domingo se realizará la sexta elección consecutiva desde 1983, trasformándose en el perí­odo democrático más largo en la historia de Argentina desde que se institucionalizó la ley Sáenz Peí±a con el voto obligatorio, secreto y universal, en 1912. Participarán más de 27 millones de ciudadanos, que votarán en 73.000 mesas distribuidas en todo el paí­s. Además será la primera vez que tres mujeres disputen la presidencia, en un total de 14 fórmulas. También se elegirán 130 diputados y 24 senadores nacionales.
Será la cuarta vez, desde la modificación constitucional de1994, que habrá balotaje en caso de que ningún candidato consiga el 40 por ciento con una diferencia del 10 por ciento, o más del 45 por cientos de los votos.


Sexta elección presidencial consecutiva desde 1983
El Siglo
27 de Octubre 2007
La elección presidencial del domingo será la sexta consecutiva desde 1983, el perí­odo democrático más largo que reconoce la Argentina desde que se institucionalizó la ley Sáenz Peí±a con el voto obligatorio, secreto y universal, en 1912.
El comicio general será el cuarto que se defina de acuerdo con el sistema aprobado por la Constitución reformada en 1994, que prevé una segunda vuelta electoral en el caso de que ninguno de los candidatos supere el 40 por ciento de los votos con un 10 por ciento de diferencia sobre el segundo. Tampoco habrá balotaje en el supuesto de que una fórmula presidencial obtenga el 45 por ciento de los votos, sin importar cuánto logre el inmediato perseguidor.
Es la primera vez que tres mujeres disputan el cargo polí­tico más significativo del paí­s, dos de las cuales Cristina Fernández de Kirchner -la tercera es Vilma Ripoll-, por el Frente para la Victoria (FPV), y Elisa Carrió, por la Coalición Cí­vica (CC), tienen chances ciertas de ser consagradas presidentas, según las principales encuestadoras del paí­s.
Además del Presidente y del Vicepresidente de la Nación, los argentinos deberán elegir senadores nacionales en ocho provincias y 130 diputados nacionales en todo el paí­s.
El padrón electoral habilita a 27.009.192 ciudadanos a sufragar, 13.869.130 son mujeres y 13.140.062 son varones, quienes votarán en 73.711 mesas distribuidas en todo el territorio argentino.
Hay 14 fórmulas
En este turno electoral se presentaron 14 binomios electorales, con la particularidad de que ninguno de los dos grandes partidos (Justicialismo y Radicalismo) se presentan en la disputa con la sigla tradicional, sino a través de alianzas o partidos con aquellas inspiraciones.
En las dos primeras elecciones presidenciales del presente perí­odo democrático la definición quedó a cargo de radicales y peronistas.
En 1983, ganó el radical Raúl Alfonsí­n con el 51,7 por ciento de los votos, sobre el peronista Italo Luder que obtuvo el 40,2 por ciento, seguido muy lejos por el intransigente Oscar Alende con el 2,3 por ciento.
El radicalismo ganó con la consigna «Ahora, Alfonsí­n», quien durante la campaí±a habí­a causado un fuerte impacto con la denuncia de un pacto militar-sindical peronista.
En la elección siguiente, ocurrida el 14 de mayo del 89, el peronista Carlos Menem se impuso por el 47,5 por ciento de los votos, frente al 37,1 que sacó el radical Eduardo Angeloz.
El tercero fue Alvaro Alsagaray (UCedé), que logró el 6,5 por ciento sobre un 84,6 por ciento de sufragios y sólo el 1,2 por ciento de votantes en blanco. Menem triunfó con la consigna «Sí­ganme, no los voy a defraudar», mientras que Angeloz proponí­a «Lápiz rojo» para controlar las cuentas fiscales. Reformada la Carta Magna en 1994 con reelección presidencial, Menem ganó el 14 de mayo del 95 con el 49,8 por ciento sobre la fórmula del Frepaso, José Octavio Bordón-Chacho Alvarez, que orilló el 30 por ciento. El tercer candidato fue el radical Horacio Massaccesi, que consiguió un magro 17 por ciento de los sufragios.
Votó el 82,1 por ciento del padrón y el voto en blanco levantó al 3,6 por ciento.
La cuarta elección presidencial desde el 83 fue el 24 de octubre de 1999, oportunidad en que la Alianza con Fernando de la Rúa se impuso al peronista Eduardo Duhalde por 48,4 por ciento a 38,3. El ex ministro de Economí­a, Domingo Cavallo, fue tercero con el 10,2 por ciento con el partido Acción por la República (AR). El nivel de votación alcanzó el 80,5 por ciento, mientras que los votos en blanco sumaron el 3 por ciento.
El último fracaso
El radical De la Rúa ganó sin cuestionar la convertibilidad de un peso, un dólar impuesta por el Gobierno anterior.
En diciembre de 2001 abandonó el Gobierno -graficado por la abrupta salida de la Casa de Gobierno en helicóptero- el mismo dí­a en que morí­an ví­ctimas de la represión cinco personas en las inmediaciones de la Plaza de Mayo.
A De la Rúa le sucedió el senador nacional Ramón Puerta, presidente provisional del Senado, y a éste el entonces gobernador de San Luis, Adolfo Rodrí­guez Saá, quien renunció a la semana y fue sucedido por algunas horas por el presidente de la Cámara de Diputados Eduardo Camaí±o, que dio paso a la asunción del senador Eduardo Duhalde.
Este domingo se realizará la sexta elección presidencial consecutiva desde 1983
El Comercio
27 de OCtubre 2007
El comicio general será el cuarto que se defina de acuerdo con el sistema aprobado por la Constitución reformada en 1994, que prevé una segunda vuelta electoral en el caso de que ninguno de los candidatos supere el 40 por ciento de los votos con 10 por ciento de diferencia sobre el segundo.
Tampoco habrá ballottage en el supuesto de que una fórmula presidencial obtenga el 45 por ciento de los votos, sin importar cuánto logre el inmediato perseguidor.
Es la primera vez que tres mujeres disputan el cargo polí­tico más significativo del paí­s, dos de las cuales Cristina Fernández de Kirchner -la tercera es Vilma Ripoll-, por el Frente para la Victoria (FPV), y Elisa Carrió, por la Coalición Cí­vica (CC), tienen chances ciertas de ser consagradas presidentas, según las principales encuestadoras del paí­s.
Además del Presidente y del Vicepresidente de la Nación, los argentinos deberán elegir senadores nacionales en ocho provincias y 130 diputados nacionales en todo el paí­s.
El padrón electoral habilita a 27.009.192 ciudadanos a sufragar, 13.869.130 son mujeres y 13.140.062 son varones, quienes votarán en 73.711 mesas distribuidas en todo el territorio argentino.
En este turno electoral se presentaron 14 binomios electorales, con la particularidad de que ninguno de los dos grandes partidos (justicialismo y radicalismo) se presentan en la disputa con la sigla tradicional, sino a través de alianzas o partidos con aquellas inspiraciones.
En las dos primeras elecciones presidenciales del presente perí­odo democrático la definición quedó a cargo de radicales y peronistas.
En 1983, ganó el radical Raúl Alfonsí­n con el 51,7 por ciento de los votos, sobre el peronista Italo Luder que obtuvo el 40,2 por ciento, seguido muy lejos por el intransigente Oscar Alende con el 2,3 por ciento.
El radicalismo ganó con la consigna «Ahora, Alfonsí­n», quien durante la campaí±a habí­a causado un fuerte impacto con la denuncia de un pacto militar-sindical peronista.
En la elección siguiente, ocurrida el 14 de mayo del ’89, el peronista Carlos Menem se impuso por el 47,5 por ciento de los votos, frente al 37,1 que sacó el radical Eduardo Angeloz.
El tercero fue Alvaro Alsagaray (UCedé), que logró el 6,5 por ciento, sobre un 84,6 por ciento de sufragios y sólo el 1,2 por ciento de votantes en blanco.
Menem triunfó con la consigna «Sí­ganme, no los voy a defraudar», mientras que Angeloz proponí­a «Lápiz rojo» para controlar las cuentas fiscales.
Reformada la Carta Magna en 1994 con reelección presidencia, Menem ganó la elección el 14 de mayo del ’95 con el 49,8 por ciento sobre la fórmula del Frepaso, Bordón-Chacho Alvarez, que orilló el 30 por ciento.
El tercer candidato fue el radical Horacio Massaccesi que consiguió un magro 17 por ciento de los sufragios.
Votó el 82,1 por ciento del padrón y el voto en blanco levantó al 3,6 por ciento.
La cuarta elección presidencial desde ’83 fue el 24 de octubre de 1999, oportunidad en que la Alianza con Fernando de la Rúa se impuso al peronista Eduardo Duhalde por 48,4 por ciento a 38,3. El ex ministro de Economí­a, Domingo Cavallo, fue tercero con el 10,2 por ciento con el partido Acción por la República (AR).
El nivel de votación alcanzó el 80,5 por ciento, mientras que los en blanco sumaron el 3 por ciento.
El radical De la Rúa ganó sin cuestionar la convertibilidad de un peso, un dólar impuesto por el gobierno anterior. En diciembre de 2001 abandonó el gobierno -graficada por la abrupta salida de la Casa de Gobierno en helicóptero- el mismo dí­a en que morí­an ví­ctimas de la represión cinco personas en las inmediaciones de la Plaza de Mayo.
A De la Rúa le sucedió el senador nacional Ramón Puerta, presidente provisional del Senado, y a éste el entonces gobernador de San Luis, Adolfo Rodrí­guez Saá, quien renunció a la semana y fue sucedido por algunas horas por el presidente de la Cámara de Diputados Eduardo Camaí±o, que dio paso a la asunción del senador Eduardo Duhalde, quien llamó a elecciones tras de los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Darí­o Santillán.
La crisis monumental desatada en 2001/2002, donde millones de argentinos ingresaron de la noche a la maí±ana en la pobreza y en la indigencia, preparó el terreno para las elecciones presidenciales de 2003.
En la quinta ocasión en que se elegió Presidente, el 27 de abril de 2003, se produjo la singularidad de que hubiera tres candidatos que tení­an el escudo peronista del partido Justicialista.
Fue una interna abierta del peronismo, dirimida por todos los argentinos. Los candidatos del PJ fueron el ex presidente Carlos Menem, que sacó el 24,34 por ciento de los votos, quedó primero; Néstor Kirchner logró el 21,99 por ciento y se ubicó en el segundo lugar y Adolfo Rodrí­guez Saá se quedó en el quinto puesto.
El tercero fue Ricardo López Murphy, de Recrear, quien consiguió el 16,35 por ciento de los votos.
Los votantes no llegaron al 70 por ciento de los electores habilitados y en blanco anduvieron por el 0,89 por ciento. En el aire aún flotaba la consigna de la crisis «que se se vayan todos».
La segunda vuelta electoral debí­a producirse el 18 de mayo, pero Menem declinó presentarse ante la evidencia que presentaron las encuestas sobre que su imagen negativa trepaba el 71 por ciento.
El 25 de mayo de 2003, Néstor Carlos Kirchner juró en el Congreso Nacional como el quincuagésimo tercer presidente de los argentinos.
Unos 27 millones de electores están habilitados para participar de la sexta elección presidencial desde 1983
El Perfil
26. de Octubre 2007
La elección presidencial del domingo será la sexta consecutiva desde 1983, el perí­odo democrático más largo que reconoce la Argentina desde que se institucionalizó la ley Sáenz Peí±a con el voto obligatorio, secreto y universal, en 1912.
El comicio general será el cuarto que se defina de acuerdo con el sistema aprobado por la Constitución reformada en 1994, que prevé una segunda vuelta electoral en el caso de que ninguno de los candidatos supere el 40 por ciento de los votos con 10 por ciento de diferencia sobre el segundo.
Tampoco habrá ballottage en el supuesto de que una fórmula presidencial obtenga el 45 por ciento de los votos, sin importar cuánto logre el inmediato perseguidor.
Es la primera vez que tres mujeres disputan el cargo polí­tico más significativo del paí­s, dos de las cuales Cristina Fernández de Kirchner -la tercera es Vilma Ripoll-, por el Frente para la Victoria (FPV), y Elisa Carrió, por la Coalición Cí­vica (CC), tienen chances ciertas de ser consagradas presidentas, según las principales encuestadoras del paí­s.
Además del Presidente y del Vicepresidente de la Nación, los argentinos deberán elegir senadores nacionales en ocho provincias y 130 diputados nacionales en todo el paí­s.
El padrón electoral habilita a 27.009.192 ciudadanos a sufragar, 13.869.130 son mujeres y 13.140.062 son varones, quienes votarán en 73.711 mesas distribuidas en todo el territorio argentino.
En este turno electoral se presentaron 14 binomios electorales , con la particularidad de que ninguno de los dos grandes partidos (justicialismo y radicalismo) se presentan en la disputa con la sigla tradicional, sino a través de alianzas o partidos con aquellas inspiraciones.
En las dos primeras elecciones presidenciales del presente perí­odo democrático la definición quedó a cargo de radicales y peronistas.
En 1983, ganó el radical Raúl Alfonsí­n con el 51,7 por ciento de los votos, sobre el peronista Italo Luder que obtuvo el 40,2 por ciento, seguido muy lejos por el intransigente Oscar Alende con el 2,3 por ciento.
El radicalismo ganó con la consigna «Ahora, Alfonsí­n», quien durante la campaí±a habí­a causado un fuerte impacto con la denuncia de un pacto militar-sindical peronista.
En la elección siguiente, ocurrida el 14 de mayo del ’89, Carlos Menem se impuso por el 47,5 por ciento de los votos, frente al 37,1 que sacó el radical Eduardo Angeloz. El tercero fue Alvaro Alsagaray (UCedé), que logró el 6,5 por ciento, sobre un 84,6 por ciento de sufragios y sólo el 1,2 por ciento de votantes en blanco.
Menem triunfó con la consigna «Sí­ganme, no los voy a defraudar», mientras que Angeloz proponí­a «Lápiz rojo» para controlar las cuentas fiscales.
Reformada la Carta Magna en 1994 con reelección presidencia, Menem ganó la elección el 14 de mayo del ’95 con el 49,8 por ciento sobre la fórmula del Frepaso, Bordón-Chacho Alvarez, que orilló el 30 por ciento.
El tercer candidato fue el radical Horacio Massaccesi que consiguió un magro 17 por ciento de los sufragios. Votó el 82,1 por ciento del padrón y el voto en blanco levantó al 3,6 por ciento.
La cuarta elección presidencial desde ’83 fue el 24 de octubre de 1999, oportunidad en que la Alianza con Fernando de la Rúa se impuso al bonaerense Eduardo Duhalde por 48,4 por ciento a 38,3. El ex ministro de Economí­a, Domingo Cavallo, fue tercero con el 10,2 por ciento con el partido Acción por la República (AR).
En esa oportunidad, el nivel de votación alcanzó el 80,5 por ciento, mientras que los en blanco sumaron el 3 por ciento.
El radical De la Rúa ganó sin cuestionar la convertibilidad de un peso, un dólar impuesto por el gobierno anterior. En diciembre de 2001 abandonó el gobierno -graficada por la abrupta salida de la Casa de Gobierno en helicóptero- el mismo dí­a en que morí­an ví­ctimas de la represión policial cinco personas en las inmediaciones de la Plaza de Mayo.
A De la Rúa le sucedió el senador nacional Ramón Puerta, presidente provisional del Senado, y a éste el entonces gobernador de San Luis, Adolfo Rodrí­guez Saá, quien renunció a la semana y fue sucedido por algunas horas por el presidente de la Cámara de Diputados Eduardo Camaí±o, que dio paso a la asunción del senador Eduardo Duhalde, quien llamó a elecciones tras de los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Darí­o Santillán.
La crisis monumental desatada en 2001/2002, donde millones de argentinos ingresaron de la noche a la maí±ana en la pobreza y en la indigencia, preparó el terreno para las elecciones presidenciales de 2003.
En la quinta ocasión en que se eligió presidente, el 27 de abril de 2003, se produjo la singularidad de que hubiera tres candidatos que tení­an el escudo peronista del partido Justicialista. Sin dudas, fue una interna abierta del peronismo, dirimida por todos los argentinos.
Los candidatos del PJ fueron el ex presidente Carlos Menem, que sacó el 24,34 por ciento de los votos, quedó primero; Néstor Kirchner logró el 21,99 por ciento y se ubicó en el segundo lugar y Adolfo Rodrí­guez Saá se quedó en el quinto puesto. El tercero fue Ricardo López Murphy, de Recrear, quien consiguió el 16,35 por ciento de los votos.
Los votantes no llegaron al 70 por ciento de los electores habilitados y en blanco anduvieron por el 0,89 por ciento. En el aire aún flotaba la consigna de la crisis «que se vayan todos».
La segunda vuelta electoral debí­a producirse el 18 de mayo, pero Menem declinó presentarse y el 25 de mayo de 2003 Kirchner juró en el Congreso Nacional como el quincuagésimo tercer presidente de los argentinos.
Según la mayorí­a de las tendencias de voto marcan, el próximo domingo su esposa, la senadora Cristina Fernández, tendrá la oportunidad histórica de convertirse en la primera mujer electa presidente de la Nación, claro está, si es que logra superar la primera vuelta electoral.

1 comments

En las elecciones del 2005, 8 millones de personas repudiaron la farsa democratica mediante la cual la oligarquia politica saquea a la sociedad argentina – Ver estadisticas de de votos nulos/blanco y personas que ni fueron a votar.

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