Lavagna advierte una posible recesión

El candidato a presidente por UNA criticó al gobierno y la situacion actual. Habló del problema de la volatilidad de la economia y una posible recesión. Lo Hizo en IDEA


Advertencia sobre una posible recesión
La Nacion
29 de Septiembre

Lavagna lo hizo al hablar en IDEA
El candidato presidencial de la coalición UNA, el ex ministro de Economí­a Roberto Lavagna, no anduvo con medias tintas: advirtió que, si no se efectúan correcciones en el rumbo económico en el corto plazo, la Argentina se encaminará hacia una nueva recesión, y sostuvo que la inflación actual, al superar el 15 por ciento anual, «ya adquirió una dinámica propia».
«El problema de la volatilidad de la economí­a es absolutamente central. Hoy, estamos en el sexto año de expansión económica, pero hay mucha incertidumbre. Nadie puede seriamente decir que si no se modifican algunas cosas no nos vamos a encontrar, en una fecha próxima, frente a una nueva recesión», advirtió Lavagna, quien anteayer disertó en el 43í‚° precoloquio de IDEA.
Frente a un nutrido grupo de empresarios -aunque, en rigor, no asistieron las figuras más rutilantes del sector-, Lavagna delineó las principales propuestas de su plan de gobierno. Lo acompañaban su compañero de fórmula, Gerardo Morales; el primer candidato a diputado nacional Alberto Coto y el coordinador de sus equipos técnicos, Javier González Fraga.
Lavagna enfatizó que, de triunfar en las elecciones presidenciales, su primer objetivo será «recuperar la coherencia» del programa económico que él encabezó cuando asumió el ministerio en 2002, el cual, enfatizó, permitió superar la crisis que habí­a estallado unos meses antes.
En cuanto a su propuesta económica, Lavagna insistió en que priorizará el consumo como «la locomotora de la economí­a» e instó a no oí­r «los cantos de sirena», que invitan a frenar la economí­a para contener la inflación, en alusión al candidato a ministro de Economí­a de su rival Elisa Carrió, Alfonso Prat-Gay.
«Para bajar la inflación la única solución posible es mantener, en forma simultánea, un ritmo razonable de crecimiento con un nivel razonable de estabilidad de precios», sostuvo. .
A un mes de las elecciones, Lavagna endureció el tono y habló de recesión
Clarin
28 de Septiembre

El candidato a presidente dio sus pronósticos en un almuerzo de IDEA.
A medida que se acerca la fecha de elecciones, Roberto Lavagna va endureciendo el tono opositor. Ayer habló en el precoloquio de IDEA, el foro de debate de las grandes empresas, y advirtió que «si no se modifican algunas cosas, en fecha próxima nos podemos encontrar con una nueva recesión».
Fiel a su estilo, el ex ministro de Economí­a y candidato presidencial de UNA atacó al Gobierno cuidándose de no sonar estridente. Al punto que evitó el tono tremendista aun cuando rozó los pronósticos más agoreros.
«Hay esperanza de seguir creciendo diez años más», fue el bálsamo que arrojó sobre las 300 personas (de nivel empresario y gerencial) con las que compartió el rillette de jamón serrano servido como entrada y la suprema de ave rellena del plato fuerte.
Pasó lista a las correcciones que aplicarí­a si gana en octubre. Entre ellas, mantener alto el dólar con superávit de Tesorerí­a. «Ahora se hace con emisión monetaria y la implicancia inflacionaria es inevitable», alegó. Además, prometió terminar con el trabajo informal (es la mitad de la fuerza laboral, aseguró) ofreciendo a las pymes un sistema impositivo de suma fija.
No podí­a faltar su caballito de batalla electoral: la cruzada contra la pobreza. «Pese a los números de fantasí­a del Gobierno, son diez millones los que están bajo la lí­nea de pobreza», estimó.
Atentos a su receta estaban muchos de los que dos años atrás, en otra comida de IDEA, escucharon el último discurso de Lavagna como ministro de Economí­a. Fue un viernes. El lunes siguiente, el Presidente le pedí­a la renuncia. Las malas lenguas dicen que Lavagna habrí­a desoí­do el consejo de Néstor Kirchner de no hablar en ese foro.
Lavagna se acomodó en la mesa principal junto al presidente de IDEA, Gustavo Ripoll (representante de Microsoft en la Argentina) y el vicepresidente, José Aranda (Grupo Clarí­n). Otros lugares fueron ocupados por el senador radical Gerardo Morales, compañero de fórmula del ex ministro, y el jefe de sus equipos técnicos, Javier González Fraga, ex presidente del Banco Central.
Otro lavagnista, Alberto Coto í¢â‚¬â€un ex diputado que quiere reincidirí¢â‚¬â€, fue ubicado en la mesa vecina, junto a Oscar Vicente (ex mano derecha de Perez Companc), José Testa (Dupont), Alberto Pisci (Kraft) y Rolando Melinuto (Agroquí­mica).
A unos metros de distancia, el ex viceministro de Economí­a menemista, Orlando Ferreres, tomaba nota de los datos que iba desgranando Lavagna, acompañado por el plantel del estudio Belló en pleno. Ferreres celebró que el candidato calificara de «populista» al modelo aplicado por el Gobierno desde su eyección del Palacio de Hacienda. Aunque no hizo comentarios cuando también se tiró contra los liberales que proponen «enfriar la economí­a» para parar la inflación.
Poco frecuentador de frases rimbombantes, Lavagna trató de cautivar al público con alguna que otra ocurrencia a la hora de enfrentar preguntas. El primero en interrogarlo quiso saber algo más sobre la inflación y el ex ministro afirmó: «Para fin de año están stockeando botellas de sidra con un 30 por ciento de aumento.» Y alertó que «cuando la inflación pasa del 15%, toma una dinámica propia». Reiteró que, en su opinión, «ya estamos en el 20 por ciento».
El final vino con sorpresa. Dio como un acierto el pacto social que pregona Cristina Kirchner. Lavagna fue parte del equipo de José Gelbard que lo negoció en 1973. Aunque advirtió, levantando la voz por única vez: «Si mantienen los superpoderes, será un pacto antidemocrático.»
Lavagna, entre la inflación y el pacto
Pagina 12
28 de Septiembre

El ex ministro de Economí­a estimó que la í¢â‚¬Å“inflación en Buenos Aires está en el 20 por cientoí¢â‚¬Â y consideró que í¢â‚¬Å“es la enfermedad más graveí¢â‚¬Â. Propuso un pacto social que elimine superpoderes y los DNU.
poco más de un mes de las elecciones, Roberto Lavagna volvió a distanciarse de la polí­tica económica kirchnerista, advirtió sobre el riesgo de una eventual recesión e identificó a la inflación como í¢â‚¬Å“la enfermedad graveí¢â‚¬Â que padece la Argentina. í¢â‚¬Å“El í­ndice está en el 20 por ciento en Buenos Aires y en el 23 por ciento (anual) en el interiorí¢â‚¬Â, acotó el ex ministro de Economí­a de Néstor Kirchner y candidato a presidente por UNA, dejando en claro con esos datos que los registros oficiales enmascaran el problema de los precios. Frente a unos 160 empresarios, esbozó también su propia versión de lo que podrí­a ser un pacto social. Este deberí­a contemplar la í¢â‚¬Å“eliminación de superpoderes, decretos de necesidad y urgencia y ley del Consejo de la Magistraturaí¢â‚¬Â.
La idea de ese acuerdo entre empresarios, trabajadores y el gobierno es uno de los caballitos de batalla de la candidata oficialista, Cristina Fernández de Kirchner. La senadora y postulante a presidente por el Frente para la Victoria inauguró hace un par de semanas estos encuentros que los ejecutivos del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina organizaron con algunos de los candidatos antes de la elecciones presidenciales y de su coloquio anual, previsto entre el 7 y 9 de noviembre en Mar del Plata.
Bien sea por su lugar de preeminencia en las encuestas, bien porque era la primera vez que una voz oficial de esa jerarquí­a se escuchaba en un cónclave organizado por IDEA, lo cierto es que Cristina K logró convocar a casi el triple de empresarios, quienes no quisieron perderse de escuchar en forma directa el discurso de la primera dama en un escenario poco habitual. Lavagna quizá despierta más simpatí­a en la tribuna patronal y, es al mismo tiempo, una figura más familiar para los ejecutivos, ya que nunca tuvo la renuencia de los Kirchner a acudir a las citas con entidades que representan el núcleo de empresas más poderosas.
Desde el salón colonial del Hotel Marriott Plaza, en Retiro, Lavagna se esforzó por diferenciarse de la estrategia instrumentada por el Gobierno. í¢â‚¬Å“Nadie puede decir seriamente que si no se modifican algunas cosas no nos podemos encontrar con una recesióní¢â‚¬Â, alertó el ex ministro quien, entre otras cuestiones a revisar, sugirió í¢â‚¬Å“desmantelar la polí­tica de subsidiosí¢â‚¬Â, básicamente al transporte, reemplazando este esquema por el de una tarifa social.
í¢â‚¬Å“No se puede prometer en el exterior una suba de tarifas, porque el 70 por ciento de la población está en condiciones de pagar una tarifa distinta. Pero el 30 noí¢â‚¬Â, sentenció el candidato de UNA, para quien la clave está en instrumentar un esquema de precios diferenciales para ese tercio menos pudiente. Los recursos podrí­an venir en parte de la subvención al transporte público, que hoy se otorga con í¢â‚¬Å“escasí­sima transparenciaí¢â‚¬Â.
Junto con su compañero de fórmula, Gerardo Morales, Lavagna remarcó ante los empresarios que un pacto social deberí­a realizarse a í¢â‚¬Å“quince años vistaí¢â‚¬Â e incluir a los trabajadores que no están representados en los grandes gremios. La condición previa de mejora en la calidad institucional es í¢â‚¬Å“que el Poder Ejecutivo no pase por encima del Legislativo y el Judicialí¢â‚¬Â.
El combate de la inflación, identificada por el otrora titular del Palacio de Hacienda como una de las grandes enfermedades, í¢â‚¬Å“no es ir a una polí­tica populista, ni el control de precios con actitudes de patovicaí¢â‚¬Â, en elí­ptica alusión a los acuerdos de precios y la presión que ejerce sobre algunos productores la Secretarí­a de Comercio Interior con el afán de contener los precios. Si llegara a la Rosada, según prometió, reincorporarí­a a todos los funcionarios despedidos del Indec en los últimos meses.
Lavagna fue el segundo postulante a la Presidencia que tuvo ocasión de exponer sus ideas y responder las preguntas ante los empresarios de IDEA, luego de Cristina y antes de Elisa Carrió. La candidata del ARI se comprometió a compartir un desayuno con los principales ejecutivos el 10 de octubre