Hoy se presenta la fórmula Cristina Kirchner-Cobos en el Luna Park

Se presenta en sociedad la fórmula Cristina Kirchner y Cobos mientras los conflictos de la CGT giran alrededor de la candidata.


Clarí­n
14 de Agosto de 2007
Presentan hoy en sociedad la fórmula de Cristina y Cobos
En los discursos podrí­a haber alguna alusión al combate contra la corrupción.
JUNTOS. CRISTINA, NESTOR KIRCHNER Y COBOS EN EL ACTO DEL 25 DE MAYO EN MENDOZA. VOLVERAN A VERSE EN EL LUNA.
Mariano Pérez de Eulate
mpeulate@clarin.com
No parece el momento ideal para el lanzamiento pero, en verdad, postergar el evento por el escándalo de la valija con 800 mil dólares que salpicó al Gobierno hubiera sido peor. Cristina Kirchner y el gobernador radical de Mendoza, Julio Cobos, se presentarán formalmente esta noche como la fórmula presidencial del oficialismo para las elecciones de octubre. Será en el Luna Park -un escenario que vio a las glorias del box y ahora recibe espectáculos infantiles- desde las 18.
í‚¿Se referirá Cristina, de algún modo, a las sospechas de corrupción que sobrevuelan a partir de la seguidilla de casos con repercusión judicial que involucran a funcionarios nacionales? Probablemente no en forma directa. Sin embargo, ayer a la tarde trascendió que la senadora podrí­a incluir alguna alusión en su discurso sobre su decisión de «condenar y no tolerar» desviaciones en la conducta de los hombres del Gobierno. Sea el de su marido o el suyo, si se impone en los comicios generales.
Anoche, fuentes oficiales consultadas por Clarí­n insistí­an en que la mayor parte del discurso de la primera dama versará sobre su compromiso de mejorar la institucionalidad en el paí­s y sobre el avance que supone, en términos polí­ticos, la idea de la concertación que impulsa el presidente Kirchner y que se plasma, siempre según la lógica kirchnerista, en el hecho de que la fórmula K esté integrada por una peronista y un radical.
En verdad, puertas adentro el episodio de la valija que llegó de Venezuela cargada de dólares enfureció a la primera dama, según trascendió de fuentes del Gobierno. Acaso la cabeza de Claudio Uberti -mano derecha del ministro de Planificación Julio De Vido y pasajero del avión que transportó al millonario Alejandro Antonini Wilson con el dinero encima- haya rodado porque la senadora demandó un gesto enérgico para que el affaire la perjudicara lo menos posible.
«No quiero más escándalos hasta las elecciones», habrí­a exigido la candidata en términos más que enérgicos, en una reunión acotada a la mesa chica del kirchnerismo, la semana pasada. Desde hace unos cinco dí­as, pequeños ejércitos de encuestadores que trabajan para la Casa Rosada miden el impacto del tema en la opinión pública
Con ese clima interno, en el que además recrudecieron las eternas sospechas cruzadas entre los «pinguinos históricos» y los «pinguinos porteños» del Gobierno, llega Cristina a la cita del Luna. El Presidente la aplaudirá desde la primera fila del sector VIP, junto al gabinete nacional en pleno, legisladores, gobernadores, intendentes y candidatos como Daniel Scioli, la apuesta K en la provincia de Buenos Aires.
Estarán, también, los mandatarios de la UCR peleados con su partido y alineados detrás del Gobierno, los llamados radicales K que impulsan a su colega Cobos como número dos de Cristina. Una foto que a Kirchner le interesa especialmente.
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La pelea por la nueva CGT gira alrededor de Cristina Kirchner
Caló y Martí­nez tienen afinidad con la primera dama y se enfrentarí­an con Moyano
La Nación
14 de Agosto de 2007
Cuando falta poco menos de un año para renovar la conducción de la CGT, no sólo ya hay movimientos internos para la continuidad del camionero Hugo Moyano o bien su reemplazo por otro sindicalista.
Pero en cualquier caso, los gremialistas entienden con razón que incidirá en esa decisión, antes de que venza el mandato de Moyano, en julio de 2008, «la lí­nea a seguir» que marque la sucesión del presidente Néstor Kirchner en las elecciones del 28 de octubre próximo, y que descuentan recaerá en su esposa, la senadora Cristina Kirchner.
Sobran las especulaciones, pero la definición final significará la continuidad de la metodologí­a violenta de Moyano en conducir los conflictos u otra actitud completamente opuesta. «No habrá término medio, ni siquiera si triunfa el sucesor que el camionero bendiga», dijeron fuentes sindicales a LA NACION.
Por supuesto que Moyano no quiere perder el poder que le otorgó el favoritismo que muestra Kirchner por él desde la propia asunción del Presidente, en 2003. Sin embargo, el camionero tiene dos elementos en contra: no pudo mantener la unidad en la CGT (desde que se fueron «los Gordos» y otros gremios que suman una gran cantidad de delegados para elegir al sucesor en la conducción de la CGT) y además le formaron una «mesa chica» de decisiones que integran él mismo y nueve dirigentes más. Algo impensado cuatro años atrás.
Pero Moyano se defendió ante LA NACION: «A mí­ no me controla nadie, y como jefe de la CGT yo hago lo que quiero», se despachó. No deja de tener una gran parte de la razón. Con un acceso privilegiado al despacho presidencial, recién desde hace pocas semanas que algunos de los dirigentes de la CGT son alertados previamente por éste de esos encuentros. «Siempre se cortó solo», dijo uno de ellos a LA NACION.
Como una muestra de fortaleza gremial, un dirigente del Movimiento de Trabajadores Argentinos (MTA), que lidera Moyano, confesó que el encuentro del sector, realizado semanas atrás entre 60 gremios en el camping del Sindicato Argentino de Televisión (SAT), es «en realidad la contracara de lo que representa la í‚«mesa chicaí‚» de la CGT que lo quiere condicionar». Estas reuniones expresan también el «apoyo a la candidatura de Cristina Kirchner».
Otra reunión importante de los moyanistas es la que harán mañana en el camping del Smata (mecánicos), en Cañuelas, con idénticos propósitos que la celebrada en el SAT. Pero como esta vez la harán en Smata, quieren mostrarla como el apoyo de su titular, José Rodrí­guez, a la continuidad de Moyano al frente de la CGT. Sin embargo, Smata se fue de la conducción cegetista junto con «los Gordos», y una fuente del gremio negó a LA NACION que «respaldara a algún sector en pugna». Lo que une al sindicalismo -coinciden los dirigentes- es «el apoyo a la postulación de Cristina Kirchner».
Según interpretan cerca de la senadora, ella mantendrá, si llega a la Casa Rosada, el mismo apoyo institucional y polí­tico a la CGT que mantiene su esposo. Le atribuyen un pensamiento «pragmático y no de amistad» en su relación con el gremialismo.
Otra aproximación futura -según supo LA NACION- es que Cristina Kirchner privilegia una buena relación con los gremios del transporte, que en los hechos «tienen mayor poder de fuego» que los demás, pero los respeta «por encima de los nombres que circunstancialmente los representan», interpretan. Evitó un apoyo a Moyano.
Un interrogante aún sin respuesta es si continuará el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, en caso de un gobierno de Cristina Kirchner. Su ausencia debilitarí­a a Moyano.
El camionero abrió el paraguas por las dudas. Ratificó entre sus aliados que el futuro jefe de la CGT debe ser «un sindicalista del transporte», sin excluirse, por supuesto. Pero su apuesta fuerte, ante un rechazo oficial, serí­a Omar Maturano, el lí­der de La Fraternidad (maquinistas ferroviarios).
Claro que el Gobierno no se queda quieto, y a través del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, juega sus fichas a una figura respetada en la CGT: el metalúrgico Antonio Caló, quien niega cualquier especulación temprana y menos participar en la puja gremial.
El modelo industrial de paí­s esbozado por Cristina Kirchner en su lanzamiento de campaña en La Plata ubica a la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) en un sitio de privilegio para el diálogo entre el Gobierno, la CGT y la Unión Industrial Argentina (UIA). Y Caló serí­a prenda de unidad sindical. El «barrionuevismo» lo apoya y hasta «los Gordos» volverí­an a la CGT para votarlo «con las dos manos», como dijo uno de ellos a LA NACION. Moyano nunca jugó en contra de la UOM, pero no se sabe qué harí­a si lo intimaran a dejar el poder en la CGT.
Otra alternativa no descartada y que agrada a la senadora pasa por la designación en la CGT del titular de la Uocra (construcción), Gerardo Martí­nez. Con llegada a los Kirchner, el gremialista alentó con éxito la participación de Cristina en el plenario de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que se realizó en junio último en Ginebra, Suiza.
Por Luis Laugé
De la Redacción de LA NACION