2 de julio de 2007
Eduardo Aulicino
eaulicino@clarin.com
La esperanza aún expresa el grado de debilidad que arrastran, pero después de las derrotas del oficialismo en la Capital y en Tierra del Fuego, los principales sectores de la oposición sienten que está cambiando el panorama para dar batalla en la elección de octubre. Creen, aunque no lo admitan por razones obvias, que ninguno está hoy en condiciones de sorprender en la primera vuelta, pero ahora consideran que la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner no le aseguraría al Gobierno un triunfo sin más trámite en esa instancia y que podría haber revancha en el ballottage.
La elección presidencial se rige por un sistema familiar para el cálculo de los políticos pero tal vez no muy claro para el común de la gente: para evitar el ballottage, el ganador de la primera vuelta debe superar el 45 por ciento de los votos o lograr entre el 40 y el 45 pero con más de diez puntos de diferencia sobre el segundo. En la oposición, muchos empiezan a creer que la senadora podría quedar por debajo de los 40 puntos y -leído al revés- se entusiasman con lograr algo así como la sociedad del 60 por ciento de los votos.
No parece posible, en cambio, un acuerdo para unificar candidaturas entre las distintas fuerzas. Pesan intereses y expectativas personales de los dirigentes, pero también otros dos aspectos: el primero es que difícilmente hoy alguna fuerza tenga suficiente ascendente como para imponer criterios de fusión electoral a sus votantes; y el segundo es que resulta difícil suponer coincidencias en base a la sola condición de opositor, un denominador bastante amplio en términos políticos y, más difusamente, ideológicos.
Frente a ese panorama, hay distintos puntos de vista. Ricardo López Murphy, que todavía no logra un apoyo expreso y menos aún excluyente de Mauricio Macri, y el ex gobernador Ramón Puerta, que aspira a encabezar un polo disidente en el PJ, coinciden en suponer que la variedad de la oferta compensaría el riesgo de la dispersión porque podría restar de diferente modo al oficialismo.
López Murphy va más lejos y plantea la posibilidad de un entendimiento entre las fuerzas opositoras con el fin de evitar una competencia dura en la misma vereda y transformar la primera vuelta en una especie de elección primaria, para apoyar al mejor del pelotón en el ballottage, si es que finalmente se llega a esa instancia.
Otros sectores de la oposición, en cambio, también comienzan a ver de manera diferente el panorama para la elección presidencial aunque rechazan la alternativa de un acuerdo. Elisa Carrió, repuesta al menos en parte del golpe sufrido en Capital gracias al resultado de Tierra del Fuego, cree que soplan aires «plurales» en la sociedad -es decir, no hegemónicos- pero prefiere no hacer por ahora especulaciones colectivas. «Estamos saliendo de Egipto», repite últimamente la líder del ARI ante sus allegados, sumando una nueva alegoría para expresar su actual expectativa política.
En el equipo de Roberto Lavagna rechazan la idea de «amontonarse» para disputar con el Gobierno. Allí consideran, de entrada, que un acuerdo como el sugerido por López Murphy equivaldría a aceptar públicamente que ninguno está en condiciones de dar batalla el 28 de octubre: esa sería una señal de debilidad, más allá de que en reserva admitan el difícil desafío de arrancar la pelea en un contexto de fragmentación del voto opositor.
A pesar de ese reparo, fuentes radicales y peronistas allegadas al ex ministro de Economía coinciden en esperanzarse con la posibilidad de que, decidido ya por la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner, el Gobierno quede algo por debajo del 40 por ciento de los votos. Es, afirman, la impresión que notan en varios distritos y que registraran algunos relevamientos a los que tienen acceso.
En este punto, empieza a advertirse una módica reedición de las habituales guerras de encuestas. Desde el Gobierno se ha dejado trascender que según sondeos en su poder, la senadora aparece por encima del 40 por ciento de intención de voto y en ascenso, incluso a contramano de la pendiente que insinuarían las mismas mediciones en el caso del Presidente.
Es apenas un chisporroteo. La apuesta, para la oposición, es desarmar la idea de que la elección está definida de antemano y a favor del Gobierno.
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Dirigentes oficialistas apoyaron el lanzamiento
También adhirió el radicalismo K
2 de julio de 2007
No bien quedó confirmada, ayer por la tarde, la candidatura presidencial de la senadora Cristina Fernández, una catarata de dirigentes políticos afines al kirchnerismo comenzaron a emitir declaraciones de apoyo que fueron de inmediato reproducidas por la agencia estatal Télam.
El gobernador de Río Negro, Miguel Saiz (enrolado en el radicalismo K), sostuvo anoche que «no habrá inconveniente en cerrar la concertación» con la primera dama, tras la oficialización de su candidatura presidencial.
«Me parece bien», dijo Saiz al ser consultado por Télam sobre la candidatura de la legisladora. Saiz integra la concertación impulsada por el Gobierno junto con los gobernadores radicales Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Eduardo Brizuela del Moral (Catamarca), Arturo Colombi (Corrientes) y Julio Cobos (Mendoza).
Por su parte, el gobernador de Tucumán, José Alperovich, señaló: «Es una decisión que me llena de alegría».
«Refuerza mi fe en la continuidad y la dirección inexorable del proyecto de cambio que ha puesto en marcha el presidente Néstor Kirchner», señaló el gobernador, desbordante de oficialismo. «Sobre las cualidades de la candidata no es necesario abundar, pues es sin duda uno de los más importantes cuadros políticos que han dado el peronismo y la Argentina en los últimos años», añadió Alperovich. «El hecho de que sea una mujer debería ser, además, un orgullo adicional para todos los argentinos y una garantía de que le dará su impronta y su sello personal al proyecto nacional que está cambiando al país», finalizó.
El senador José Pampuro sostuvo, en tanto, que Cristina Fernández «es la mejor candidata del oficialismo» y remarcó que tiene las condiciones para continuar con el trabajo iniciado por el presidente Kirchner. En declaraciones a Télam, Pampuro señaló que la senadora «es la mejor candidata por su inteligencia, capacidad y trayectoria». Y enfatizó: «La vamos a respaldar y la vamos a acompañar en este proceso que seguramente la llevará al triunfo el 28 de octubre».
El ex piquetero y funcionario del Ministerio de Desarrollo Social Jorge Ceballos pronosticó ayer que la senadora ganará las elecciones y la consideró «una buena representante del proyecto de Néstor Kirchner».
Por su parte, un grupo de intendentes del conurbano bonaerense manifestaron ayer su respaldo a la candidatura de Cristina Kirchner.
Los intendentes consideraron que la legisladora «es la persona indicada para continuar el modelo de crecimiento iniciado por el presidente Néstor Kirchner». El apoyo lo expresaron -a través de una declaración dada a conocer ayer por la tarde- los intendentes de Ituzaingó, Alberto Descalzo; de Moreno, Andrés Arregui; de Berazategui, Juan José Mussi, y de Hurlingham, Luis Acuña.
El intendente de Florencio Varela y presidente de la Federación Argentina de Municipios, Julio Pereyra, elogió la decisión del gobierno nacional de postular a Fernández.
«Es la única dirigente que podía profundizar esta política económica», dijo el intendente en diálogo con LA NACION.
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Con las fichas sobre el tablero
Ricardo López Murphy dijo que es más difícil ganarle a ella que al Presidente. En cambio, al lavagnismo le parece una candidatura í¢â‚¬Å“más débilí¢â‚¬Â. Los seguidores de Carrió hablan de una segunda vuelta femenina. Todos se imaginan liderando la oposición.
2 de julio de 2007
Por Miguel Jorquera
La confirmación oficial del lanzamiento de la candidatura presidencial de Cristina Fernández de Kirchner ya generó las primeras repercusiones en la oposición, donde todos los dirigentes se ven a sí mismos compitiendo en la segunda vuelta contra í¢â‚¬Å“la pingí¼inaí¢â‚¬Â. La teoría más difundida entre los otros aspirantes presidenciales es que la diversidad de ofertas en el cuarto oscuro le restará votos al oficialismo para forzar un ballottage. Para el radical Gerardo Morales, compañero de fórmula del ex ministro Roberto Lavagna, la candidatura de CFK abona esa tesis: í¢â‚¬Å“Es una muy buena noticia, me parece mucho más débil que el Presidente. Estamos en un escenario de ballottageí¢â‚¬Â, afirmó sin dudas el diputado jujeño. En cambio, Ricardo López Murphy, el propalador de la teoría de forzar la segunda vuelta, señaló: í¢â‚¬Å“Ha sido una decisión inteligente. Con Néstor Kirchner era más fácilí¢â‚¬Â. Elisa Carrió evitó definiciones y sus voceros reafirmaron que í¢â‚¬Å“está preparada para afrontar cualquier escenarioí¢â‚¬Â, aunque el jefe de su bancada de diputados, Eduardo Macaluse, ya imagina que í¢â‚¬Å“habrá una disputa en segunda vuelta entre dos mujeresí¢â‚¬Â.
Ayer, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, confirmó la información y un inminente lanzamiento en La Plata para el 19 de julio, y la oposición empezó a analizar el tablero electoral tras la decisión oficialista de jugar la Dama. El día después de las derrotas kirchneristas en la ciudad de Buenos Aires y Tierra del Fuego, Página/12 adelantó que el candidato presidencial para octubre í¢â‚¬Å“será pingí¼inaí¢â‚¬Â, aunque el Presidente continuó un par de días más con la incógnita que desplegó en sus discursos a lo largo de varios meses. Después de la confirmación de Fernández, salió a ratificar la decisión todo el abanico kirchnerista.
Desde la oposición, uno de los más entusiastas con la noticia fue el radical Gerardo Morales. En El Bolsón y antes de comenzar la caravana del triunfo radical en la intendencia de esa ciudad rionegrina, festejó por partida doble. í¢â‚¬Å“Para nosotros en una muy buena noticia, me parece que es mucho más débil que el Presidente. Ellos están atacados, pero todavía se sienten imbatibles. Estamos en un escenario de ballottageí¢â‚¬Â, dijo el compañero de fórmula de Lavagna a Página/12.
En su chacra bonaerense, el ex ministro de Economía prefirió el descanso antes de su lanzamiento presidencial en Jujuy (ver aparte). Sus voceros le restaron importancia a la definición. í¢â‚¬Å“Era hora que pararan y dejaran de seguir jugando a eso de í¢â‚¬Ëœpingí¼ino o pingí¼inaí¢â‚¬â„¢í¢â‚¬Â, dijo uno de los hombres de confianza de Lavagna a este diario. Para el vocero lavagnista no hay dudas de que í¢â‚¬Å“el futuro Presidente se definirá en segunda vueltaí¢â‚¬Â.
í¢â‚¬Å“Si usted quiere una definición, tengo que decir, con la franqueza cruda que me caracteriza, que ha sido una decisión inteligente, aunque no me convenga en términos electorales. Con el Presidente era más fácilí¢â‚¬Â, dijo López Murphy a Página/12. Ya lanzado de lleno a la campaña presidencial, que aún no sabe si tendrá la bendición de Mauricio Macri, el Bulldog fundamentó su opinión en su olfato político.
í¢â‚¬â€œPero en las encuestas el Presidente figura con más intención de votoí¢â‚¬â€œinsistió Página/12.
í¢â‚¬â€œí¢â‚¬Å“No lo creo. Deben ser encuestas viejas, habría que ver las encuestas hoy. Ahí yo creo que la senadora reuniría más adhesiones í¢â‚¬â€œrespondió.
Después lo fundamentó políticamente en el í¢â‚¬Å“desgasteí¢â‚¬Â de la gestión presidencial. í¢â‚¬Å“El tiempo demostró a la gente que esto era un alquimismo improvisado. Basta ver que no están haciendo nada para parar la inflación, más que modificar los índices y la crisis energéticaí¢â‚¬Â, dijo a modo de ejemplo para explicar í¢â‚¬Å“la falta de proyectos concretos para afrontar la situacióní¢â‚¬Â.
Luego insistió en que la senadora í¢â‚¬Å“está más preparada y tiene más argumentos que el Presidente para afrontar la campañaí¢â‚¬Â, pero expresó su deseo de que se pueda confrontar públicamente: í¢â‚¬Å“Ojalá que haya debate como en todos los países civilizadosí¢â‚¬Â, remarcó el aliado de Macri, quien le escapó a esa instancia en la segunda vuelta porteña. López Murphy se adjudicó la teoría de que la diversidad opositora hará que el oficialismo í¢â‚¬Å“esté por debajo del 40 por ciento de los votosí¢â‚¬Â y alcanzar así el ballottage. Ha puesto todo su esfuerzo para lograr un acuerdo opositor de í¢â‚¬Å“no agresióní¢â‚¬Â para luego encolumnar a todas las fuerzas de ese espacio detrás del que ingrese a la segunda vuelta. Un frente electoral, en el que las elecciones de octubre oficien de primaria abierta entre ellos.
De campaña en Salta, Carrió dijo que í¢â‚¬Å“el triunfo del ARI con Fabiana Ríos en Tierra del Fuego demostró que la dignidad puede vencer al poderí¢â‚¬Â, afirmó encargándose de no poner en la misma bolsa el triunfo del ARI fueguino con la victoria macrista en la ciudad. Sus voceros afirmaron que í¢â‚¬Å“Lilita no va a hablar de la candidatura de Cristina Fernández. Nosotros estamos preparados para cualquier escenarioí¢â‚¬Â, concluyeron.
En Buenos Aires, Macaluse ya se imagina í¢â‚¬Å“una segunda vuelta entre dos mujeresí¢â‚¬Â y reclamó que haya un debate público. í¢â‚¬Å“La candidatura de Cristina Kirchner puede contribuir a darle nivel a la campaña. Habrá una disputa entre dos mujeres que pueden garantizar un debate de jerarquía, por eso no vamos a admitir una campaña de cine mudo como la que hizo la primera dama hace dos años. Un candidato a presidente tiene que hacer algo más que sacarse fotos con líderes extranjeros y tocar el violíní¢â‚¬Â, dijo el diputado.