Lavagana y Carrió dicen que no serán parte de un gran acuerdo nacional, cada uno enfatiza su proyecto propio. Macri toma nota e intentará contribuir a que haya un acuerdo con un solo candidato o candidata.
La pelea por la Capital
Macri se alista para liderar la oposición
Después del domingo, impulsará un acuerdo entre los candidatos opositores a la Casa Rosada; quiere un solo postulante
Por Paola Juárez
La Nación
18 de junio
Mauricio Macri ya empezó a sentir en persona la presión extra y el desafío que llegará con el triunfo que le anuncian todas las encuestas: asumir también un papel de líder opositor. Está dispuesto a ocupar ese lugar. Eso sí, a su estilo.
El candidato a jefe de gobierno porteño por Pro confesó hace horas, en privado, que en las calles porteñas y en las provincias la gente le manifiesta su deseo de votarlo para algo más. «Primero el gobierno porteño, después se verá», dijo el líder de Pro en una reunión el jueves último.
Se juró no decir nada sobre su postura frente a la pelea presidencial hasta dentro de algunas semanas. Avanzó un solo paso y ya develó que ayudará a construir una opción seria para competir con los Kirchner.
En los últimos días, Macri tuvo que negar varias veces que abandonaría la jefatura de gobierno por una candidatura presidencial en octubre. Ese nunca fue su proyecto.
Pero el líder de Pro fomentará un acuerdo en la oposición para una candidatura que enfrente a la del oficialismo. Hay un plan incipiente para intentar un acercamiento entre los distintos sectores, según relataron a LA NACION tres fuentes inobjetables allegadas a Macri.
El impacto del resultado del domingo en la pelea presidencial ya se empezó a sentir y se profundizará después del ballottage.
Roberto Lavagna y Elisa Carrió ya expresaron su negativa a sellar un acuerdo que incluya a todos los candidatos presidenciales y que podría terminar en una pelea interna abierta para definir un único competidor opositor para octubre.
Los operadores
Hay dos hombres ligados a Macri que ya trabajan en esa posibilidad y que son optimistas: Horacio Rodríguez Larreta, jefe de campaña del Pro, y Ricardo López Murphy, candidato presidencial por Recrear.
Ambos se reunieron hace unos días para definir, además de temas internos, la idea de iniciar una ronda de diálogos para empezar a explorar qué posibilidades hay de acercar sectores.
En eso trabaja López Murphy, que se reunió con Ramón Puerta, que quiere ser candidato a presidente por el peronismo no kirchnerista.»Nosotros apostamos al diálogo siempre», dijo Rodríguez Larreta a LA NACION.
Algunos encuestadores le señalaron al líder del Pro que un triunfo el domingo próximo, que podrá pasar el 60 por ciento de los votos, generará mucha expectativa en la figura de Macri.
«Desde que Kirchner está en el poder, nadie veía nada detrás de la neblina hasta que llegó Mauricio, y ahora, con su irrupción avalada por muchos votos, por primera vez la gente dice que hay algo que no sea Kirchner», le dijo uno ellos.
Macri, un hombre medido que ahora se soltó mucho más con la campaña y la tranquilidad de los votos que consiguió en la primera vuelta, escucha esos análisis y dice poco. Pero él ya está convencido de que hay que armar una alternativa de poder frente a la «máquina kirchnerista» y está dispuesto a ayudar al diálogo. Todavía no está ocupado en el armado de eso.
«Aunque no se gane, es sano para el país que haya una oposición fuerte», suele decir Macri. Su compañera de fórmula, Gabriela Michetti, piensa lo mismo. Pero ambos creen que el único desafío por delante es prepararse para gobernar la ciudad de Buenos Aires: ajustar hasta diciembre sus planes y equipos.
Macri quiere empezar a gestionar desde el primer día y presentar a los porteños su plan de gobierno con fechas determinadas para cumplir cada tarea. Apenas llegue al poder, quiere mostrar que encarna un cambio en la manera de hacer política.
«Que no me hablen de la pelea presidencial ahora, si yo defraudo a Manolo y a María no puedo pensar en nada más», dijo el líder de Pro en las últimas horas.
Manolo, que tiene 107 años, y María, de 96, son dos vecinos que conoció el candidato en sus recorridas. Macri quedó impactado porque le dijeron que a ellos, que no están obligados a votar por ser mayores de 70 años, les volvieron las ganas de votar.
Un contrapeso
La duda de Macri es cómo traducir en términos electorales en octubre la expectativa que se generará a partir de su probable triunfo.
Lo que quiere es que en las elecciones presidenciales haya un candidato que pueda quedar parado frente al nuevo poder y funcione como contrapeso en un futuro gobierno kirchnerista.
Rodríguez Larreta admitió a LA NACION: «Sabemos que el voto de los porteños no sólo nos compromete con la ciudad».
Aun así, quieren ser cautos: «No estamos armando ya cómo seguimos en el poder; ni siquiera asumimos el gobierno», suele decir Michetti.
En el espectro de Pro se avala en silencio a López Murphy, que avanza en su campaña y confía en que con el tiempo podrá avanzar en un acuerdo opositor, convencido de que el escenario político cambiará el domingo, cuando Macri encarne un triunfo contundente sobre Daniel Filmus.
Detrás de esa victoria estará también la derrota de Néstor Kirchner, cuando faltan cuatro meses para las elecciones presidenciales.