8 de Junio de 2007
El presidente Kirchner experimentó una formidable caída en su imagen positiva desde que llegó al poder, y aunque casi todas las consultoras lo mantienen con números muy elevados, durante este ultimo año habría perdido una importantísima porción del electorado.
Luego de llegar al poder con un magro 22 por ciento de los votos, el presidente decidió avanzar con una serie de medidas de alto impacto político que le valieron un fuerte respaldo popular.
Impulsar la derogación de la ley de obediencia debida y punto final y culminar el proceso que había iniciado Eduardo Duhalde para reformular la Corte Suprema, son dos emblemas de su gestión.
Pero desde entonces a la fecha, una suerte de conflictos que fueron apareciendo y se cristalizaron muy especialmente durante fines de 2006 y 2007, explican en parte esta caída. De aquella famosa tapa de Clarín indicando que la imagen positiva del presidente era del 75 por ciento allá por la mitad de su mandato, hoy ninguna consultora seria arriesga que ese numero supere los 55 puntos.
Claro, todavía son cifras elevadas -no hay que irse muy lejos para ver, por ejemplo, que en Perú Alejandro Toledo se fue con un 6 por ciento de imagen positiva y que Carlos Menem lo hizo con un 20-, pero la curva descendente en un año electoral puede ser determinante.
Según Poliarquía, hoy el primer mandatario esta casi en el piso de su popularidad, con el 55 por ciento de imagen positiva.
Mientras que la oficialista Equis que dirige Artemio López le da más de 70 puntos, una exageración, aunque con 20 puntos menos que cuando cumplía su primer año de mandato.
Por otro lado, las últimas mediciones indican que una probable candidatura de Cristina Kirchner recoge 46,4 (según Analogías); 48,1 (Equis), y 49 por ciento (Mora y Araujo) de la intención de voto a presidente, entre 8 y 10 puntos menos que la del propio Kirchner (57%, 56,3 % y 59% según esas mismas empresas).
————————————————————————————————— Hasta aca llegaron
Por Ignacio Fidanza 8 de Junio de 2007
La helada noche del viernes acompañó el final de la semana más difícil de Néstor Kirchner desde que llegó al poder. Las tapas de La Nación y Clarín transcribían un textual digno de un policial negro, que adjudicaba lo que parecía una coima de 100 millones de dólares í¢â‚¬Å“al pingí¼ino de acá a dos cuadrasí¢â‚¬Â.
La frase del ex gerente de Skanska Javier Azcárate, había sido pronunciada en la sede de la compañía ubicada a dos cuadras de la Plaza de Mayo. Allí tienen su sede la Casa Rosada y el Ministerio de Planificación, entre otras reparticiones públicas.
El testimonio del ejecutivo era parte de un diálogo de Azcarate con el auditor de Skanska, Claudio Corizzo, que aún conserva su puesto en la compañía.
Si ya es malo cobrar coimas y duplicar los costos de la obra pública con sobreprecios, peor aún es que esto aparezca casi con nombre y apellido en la tapa de los diarios. í‚¿Quién es el Pingí¼ino que nombró Azcárate? En este momento Kirchner debe estar maldiciendo la infinidad de veces que jugueteó al suspenso y desde la tribuna afirmó que el candidato presidencial de la Casa Rosada será í¢â‚¬Å“Pingí¼ino o Pingí¼inaí¢â‚¬Â, en poco imaginativa metáfora de él mismo y su mujer.
El jefe de Gabinete Alberto Fernández, con su simpleza habitual reconoció públicamente que í¢â‚¬Å“El Gobierno perdió el invicto en el tema corrupcióní¢â‚¬Â. Los abogados suelen graficar con una frase este tipo de catarsis: í¢â‚¬Å“A confesión de partes relevo de pruebasí¢â‚¬Â. O más fácil, para que seguir discutiendo si ya se aceptó la culpabilidad.
La situación es tan grave que el miércoles que pasó en la Casa Rosada se realizó la primer reunión de gabinete desde que Kirchner es presidente. Allí, los principales funcionarios del gobierno analizaron las infinitas aristas de lo que se conoce como El Caso Skanska, y que en realidad es, no la punta de un iceberg, sino más bien el principio del glaciar Perito Moreno, para utilizar una figura familiar para los í¢â‚¬Å“pingí¼inosí¢â‚¬Â kirchneristas.
Es que lo que aquí está saliendo a la luz trasciende el í¢â‚¬Å“mal pasoí¢â‚¬Â que puede dar un funcionario, como Fulvio Madaro o Néstor Ulloa. Se trata de una concepción del poder que hizo de la concentración de recursos económicos, administrativos, políticos y comunicacionales su razón de ser. Una idea del poder como la fusión en un último puesto de control, en el despacho presidencial, del Estado, la política, las empresas y los medios.
Y no se reparó en métodos para lograrlo. Entonces ahora que empezó el largo camino del regreso, será muy difícil encontrar amigos.
Por eso esta es una crisis de la que no se avizora un final. Por eso cada día aparecen nuevas obras, y aparecerán muchas más, sospechadas de corrupción. Por eso lo gravitante aquí no es la coima, no es el funcionario, sino que ahora se sabe.
Y es tan grande y tan burdo el sistema ideado para robar, que ya se conocen hasta los nombres de los diversos testaferros, que se han dividido el país por ramas de negocios. Lo nuevo entonces no es la corrupción, sino que ahora empieza a trascender. Se trata de algo tan simple como empezar a publicar lo que hace rato existe, por ejemplo, en Internet.
Y hay que hablar de Clarín, porque Clarín es un factor de poder en la Argentina. Y un análisis político que no lo incluya, es incompleto. Y Clarín ha girado. Ahora a Kirchner le entran las balas, y en el gobierno hay corrupción. Es mucho más de lo que la Casa Rosada puede soportar.
El cambio de gabinete
La salida de esta situación, en muchos aspectos equiparable al Swift-gate que enfrentó Carlos Menem, es de manual, y en aquella ocasión se aplicó. Un profundo cambio de gabinete, que obviamente debe comenzar por el relevo de Julio de Vido.
í‚¿Está Kirchner en condiciones de tomar esa decisión? Si la guadaña llega hasta el secretario de Energía Daniel Cameron, no será suficiente. Los medios y la oposición ya comprobaron que Kirchner no es de teflón, y ahora van por más. Porque hay con qué.
La lista del horror que estremece por estas horas al Ministerio de Planificación, incluye además de Cameron y su segundo, Cristian Folgar, al secretario de Obras Públicas, José López. Pero no se detiene allí. También se menciona al contador personal de Julio de Vido, el famoso Andrés Galera, así como a su secretario privado Juan Quiroga.
í¢â‚¬Å“No sabemos donde estamos parados, Madaro era del núcleo duro, viene con Kirchner desde que medía 2 por ciento y acá no lo atendía nadieí¢â‚¬Â, fue la frase sincera de un desconcertado integrante del equipo del ministro de Planificación.
La furia contra Alberto Fernández supera por estas horas el enojo habitual en las cercanías de Julio de Vido. Allí no comprenden porqué Skanska es tapa de los diarios y el caso Greco que lastima a Felisa Miceli í¢â‚¬â€œuna protegida de Alberto Fernández-, no merece una cobertura similar.
El presidente ya designó a una persona para que trabaje sobre un futuro gabinete. El tiempo dirá si fue apenas un ejercicio intelectual o los cambios finalmente sobrevendrán. Mientras tanto la crisis, como suele suceder, evoluciona con sus propias reglas.
Nadie cree en el poder, la versión naif de una justicia afortunada que encuentra las famosas grabaciones de Azcarate en los servidores de Skanska. Cualquier ejecutivo de nivel multinacional entiende que una cosa es el disco rígido de la computadora y otra el servidor. Saben muy bien como borrar algo, cuando se lo quiere borrar.
Siempre hubo en esta crisis un factor que puso muy nerviosa a la Casa Rosada: Suecia y los tratados anti-corrupción europeos que firmó. No es casual que en la Argentina justo trasciendan los casos de corrupción en los que están involucradas grandes empresas extranjeras.
Sobre estas multinacionales parecen operar en ciertas particulares ocasiones, otra lógica, otros intereses y otras prioridades y condicionamientos, que hacen más difícil su control por el poder. Con los maleables empresarios argentinos, como se ve día a día, no existen estos inconvenientes.
La pulseada por Cristina
Skanska le ha puesto al proceso electoral un marco que no era el imaginado por el kirchnerismo. Ahora todo cuesta más y empiezan a surgir objeciones impensadas. Por eso, para la Casa Rosada puede pasar cualquier cosa, menos que gane Jorge Telerman. De ahí la furia de los ataques.
Telerman es la primer disidencia kirchneristas con opción de éxito. Si logra ganar las elecciones porteñas, será el ejemplo iridiscente de que es posible enfrentar a Kirchner y ganar. Que existe un mundo mejor, o al menos, que no es indispensable aceptar el ninguneo, el maltrato y la desconsideración política.
Parece casi infantil, pero es un dato de la realidad que sobre todo en el peronismo, existe un cansancio í¢â‚¬â€œy mucho rencor acumulado-, con el estilo prepotente y mandón del kirchnerismo. Por eso, y ante la certeza hoy incontrastable de un triunfo de la Casa Rosada en octubre, la insistencia en que sea Néstor el candidato.
í¢â‚¬Å“El kirchnerismo tiene que agotarse con el próximo mandato, por eso no puede ser Cristina, eso abriría la puerta a la hipótesis de un regreso de Néstor y nadie quiere aguantar tantos años de estoí¢â‚¬Â, explicó simple y claro un dirigente del peronismo bonaerense.
í¢â‚¬Å“Los intendentes del conurbano juran que no van a tolerar a Cristina candidataí¢â‚¬Â, agregó. Eduardo Duhalde está trabajando en eso. Se verá. Lo cierto es que la pulseada de fondo parece ser esa. Gran parte de la estructura nacional del peronismo, que nunca terminó de digerir el í¢â‚¬Å“Estilo Kí¢â‚¬Â, apuesta a un segundo mandato de Kirchner, que imaginan será desgastante y demoledor.