En la semana de su fuerte instalación, ayer esquivó varias alusiones a su candidatura.
Crédito Foto:Â Hugo Passarello Luna
Seí±al de Cristina: «El cambio recién comienza», dijo a dirigentes chilenos
Diario Clarín
Por Atilio Beta
27 de Mayo de 2007
De no haber sido por la presencia de Cristina Fernández, se hubiera tratado de un encuentro más entre funcionarios del Gobierno argentino y del Partido Socialista y gobierno chileno. Pero la reunión de ayer en el Sheraton de Pilar coronó una semana caliente para la esposa de Néstor Kirchner, cuya posibilidad de ser candidata a presidenta se afirma cada vez más.
No obstante, Cristina esquivó las preguntas casi siempre indirectas o en forma de broma que los socialistas chilenos le hicieron en repetidas oportunidades.
Según pudo averiguar Clarín, Cristina zafó con elegancia y se negó a dar una respuesta concreta sobre su postulación cuando el presidente del Partido Socialista de Chile, Camilo Escalona, la invitó a visitar Santiago en octubre próximo «seas o no candidata», como dijo el dirigente chileno.
Cristina, se acomodó el pelo como acostumbra y con su mejor sonrisa agradeció la invitación que en nombre de Michelle Bachelet le hizo Escalona y enseguida recordó el carií±o que le tiene a la mandataria chilena, pero acerca de si el candidato oficialista para las presidenciales de octubre será pingí¼ina o pingí¼ino, nada, ni una palabra.
Pese al hermetismo que guardó Cristina ante sus amigos socialistas, lo cierto es que su nombre sonó como nunca antes en esta semana, sobre todo después de los dichos de su esposo en el reportaje de Magdalena Ruiz Guií±azú, en Radio Continental.
Y si de instalación de imagen se trata, los medios argentinos y chilenos reflejan hoy imágenes de Cristina rodeada de funcionarios argentinos y chilenos. Una foto suya volvió a ganar las páginas de los diarios.
La única pista —si de algo hay que agarrarse— la dio Cristina en su intervención de ayer, apenas se sumó al encuentro, minutos antes de las 18. Luego de resumir con cifras y datos los cuatro aí±os que el viernes cumplió la administración de su marido, defendió con ahínco la «concertación plural» y enseguida soltó enigmática: «En la Argentina el cambio recién comienza».
¿Le tocará a ella profundizar los cambios que dice faltan? Si hay que guiarse por lo ocurrido en los últimos días parece que sí. Pero con Kirchner y en la Argentina nunca se sabe.
La reunión de ayer se realizó en un pequeí±o salón de este coqueto hotel repleto de gente, por el fin de semana largo. Cristina se sentó en el medio de uno de los lados de una mesa rectangular, flanqueada por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y por el ministro de Trabajo, Carlos Tomada. Completaron el elenco de argentinos, el ministro de Salud y candidato a legislador porteí±o Ginés González García, el secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli y la diputada y economista Mercedes Marcó del Pont.
Del lado chileno, enfrente de la senadora se ubicó el mencionado Escalona, el vicepresidente del socialismo trasandino Ricardo Solari, el senador Jaime Gazmurri, el ministro de Trabajo Osvaldo Andrade y el embajador de Chile Luis Maira.
En la reunión, calificada de «muy cordial» por ambas partes, se conversó sobre la necesidad de aprovechar el «contexto internacional favorable» para la región y aunque ambas partes reconocieron que se trata de procesos diferentes, tanto Cristina como Escalona subrayaron la necesidad de mantener una «relación entre los partidos progresistas».
También Escalona y los chilenos presentaron un estado de la situación del país, los problemas con el transporte que tuvieron en Santiago y la expectativa favorable creada por el plan de inversiones y obras lanzado por Bachelet. Y aunque se trata de una preocupación en funcionarios de uno y otro país, no se habló de la provisión de gas a Chile.