José Vales es corresponal de los periódicos el “El Tiempoâ€, de Colombia y “El Universal†de México. También es corresponsal en Sudamérica para distintos medios de aquel país. En 2001 obtuvo el premio Ortega y Gasset por su investigación sobre la verdadera identidad del represor Ricardo Cavallo. Se destacan también sus trabajos sobre la identidad de Horacio Guratti, represor durante la dictadura militar en Argentina. A lo largo de 17 aí±os cubrió el acontecer de América Latina y se desempeí±ó como corresponsal de EFE en Francia y de Ansa en Brasil.
A pesar de tener las encuestas a su favor, el presidente Kirchner renunció a la posibilidad de buscar su reelección, designando como sucesora a su esposa. ¿Cómo se lee esta decisión inédita en su país? ¿Cuál es la percepción de la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner en su país?
Se la pudo haber visto como un acto de despojo personal, la de un hombre que no está para nada atado al poder y que busca cumplir con la palabra empeí±ada. Pero la dinámica política argentina, la relación no sólo marital sino de sociedad política cuasi monolítica de la pareja en el poder, no permite verlo así. Kirchner se va de la presidencia pero, de ganar las elecciones la primera dama, permanecerá en el poder.
La percepción, pudo medirse hace algunas semanas cuando la primera dama y candidata, en su campaí±a internacional, visitó México. Elogios, promesas de acuerdos, pero se nota en los sectores del poder falta de entusiasmo a la hora de prometer inversiones concretas, que es lo que necesitará imperiosamente el próximo gobierno argentino para enmendar algunos desfases en los índices económicos.
¿Uno de los temas por los cuales se cuestiona a este gobierno es la relación de el con la prensa, en especial con la local? ¿Como cree que será esa relación en un eventual gobierno de Cristina Fernández de Kirchner?
No creo que vaya a cambiar. Al menos no veo por qué debería cambiar. El desprecio por el periodismo independiente que ostenta la pareja gobernante es público y notorio. La ecuación en ellos es sencilla, si manejándonos así con la prensa nos fue bien por qué vamos a cambiar. Tengo un recuerdo de la Cristina Kirchner, senadora enfrentada en solitario al resto del bloque a fines de los aí±os 90, atendiendo a periodistas constantemente, acudiendo a cuánto programa la invitasen y pidiendo poder quedarse “un poco más†en un programa de cable cuando fallaba un invitado. Pero esa Cristina Kirchner ya no existe. Ahora es la de las exclusivas a CQC y a la CNN, siempre y cuando la entrevistadora no sea la corresponsal en Argentina, claro está.
Argentina pasó por su peor crisis histórica en 2001. Hoy crece a tasas elevadas. ¿Cómo observan esta paradoja en su país de origen? ¿Cual es la idea que se tiene en su país de la recuperación económica argentina y su futuro económico con la siguiente administración?
Se lo observó primero con sorpresa y cierto resentimiento por el hecho de que Argentina había decidido reprogramar sus pagos de la deuda. Después con cierta admiración por la rapidez y ahora con cierta preocupación cuando se observa que se destruyó el Indec para dibujar la inflación y la cifras de pobreza, ya que si bien creció a tasas de entre el 6 y el 9 por ciento en los últimos aí±os, la desigualdad social sigue a buen resguardo a pesar de los esfuerzos de Guillermo Moreno y las encuestadoras contratadas por el Gobierno. Se observa el advenimiento de un ajuste en el corto plazo que sincere mucho más el discurso con la acción política de la administración K, con el fin de no tener que atravesar, en el mediano plazo, males mayores.
¿Como caracterizaría al proceso electoral actual? ¿Cual es su opinión del mismo?
Complicado en términos de credibilidad después de lo ocurrido en Córdoba. Hay algunos analistas locales que se quejaron por las denuncias desmesuradas y faltas de prueba. El sistema electoral argentino es paradójicamente uno de los más antiguos y obsoletos de la región pero a diferencia de otros países nunca fue cuestionado o sospechado. Pero mal que nos pese se impone en el país un debate de las fuerzas políticas para actualizarlo de una vez. En cuanto a los comicios en Si, da la sensación de que no habrá sorpresas. De que el oficialismo barrerá (ganará) en las elecciones. AL menos eso es lo que trasmite el gran aparato del gobierno mediante encuestas –que pueden resultar menos creíbles que las del INDEC- con los viajes de la primera dama en el plano internacional y con los reiterados anuncios de obras e inauguraciones del presidente. Sin embargo no se observa que la candidatura de Cristina entusiasme. Por eso creo que si bien, objetivamente, nada pone en peligro el triunfo oficialista existe lugar para alguna sorpresa. Una eventual segunda vuelta –de no confirmarse la encuestas- ayudaría mucho más al futuro político del país, aún cuando ese hipotético “Ballotage†pueda llegar a costarle muy caro al país, por lo que significaría en cuanto al gasto del Tesoro.